La señorita Crowe y John Ford forman la pareja principal de esta historia de Henry James (Editorial Eneida) que dura, como ya reza el título, un año. Un año desde
el secreto compromiso de los dos enamorados previo a
la partida de él hacia el frente. Debemos recordar que nos hayamos en Glenham, en el norte de EE.UU., en plena
Guerra de Secesión y en la que el teniente Ford lucha con el ejército de la Unión. Pero
un año es mucho tiempo de espera hasta su regreso, si regresa, y
el triángulo peligra. ¿Triángulo he dicho? Claro, se me ha olvidado mencionar a
la señora Ford, madre de Jack y tutora de Lizzy. Este triángulo, como digo, no del todo consolidado por alguna que otra reticencia, parece hacer aguas al
entrar en juego un cuarto elemento. Como siempre en la obra de Henry James, se hace digna de destacar la
detallada introspección psicológica y los magníficos monólogos interiores por parte de Lizzy, la señorita Crowe, el personaje a través del que viviremos ese largo año. Ford tan solo aparecerá al principio y al final pero destacará por una honestidad y generosidad que redimen incluso las faltas de otros.
Veremos si el amor dura y perdura durante ese año o se agota. Es evidente que
Henry James cuestiona la fidelidad de estos amores distanciados desde el principio, al iniciar su historia así,
"Mi historia, esta historia, se inicia del mismo modo que han comenzado muchas otras en los últimos tres años y, a decir verdad, de la misma manera que han concluido otras tantas; ya que, cuando el protagonista se marcha, ¿acaso no se termina el amor?"
Quizá de la misma opinión fuesen mujeres como
Frances Clalin Clayton, ama de casa con 3 hijos, que con gran coraje y el deseo de apoyar la causa por la que se estaba luchando,
decidió acompañar a su marido, Elmer L. Clayton, al campo de batalla disfrazada de hombre y bajo el seudónimo de "Jack Williams" en el otoño de 1861. Nadie averiguó su engaño y fue considerada por todos uno más hasta el 31 de diciembre de 1862, fecha en la que su marido murió en combate y ella reveló su verdadera identidad a sus superiores.
Como ella, hubo unas seiscientas mujeres más en el conflicto civil norteamericano. ¡Bravo por ellas! ¡Gracias por compartir!