En “Historia de un canalla” Julia Navarro presenta a un psicópata sin sentimientos como protagonista y narrador
Julia Navarro es una de mis escritoras españolas preferidas y llevaba un par de años con ganas de leer “Historia de un canalla”, una novela bastante diferente a lo que la autora nos tiene acostumbrados con sus historias de ficción histórica. Aunque no es su mejor libro, tiene una trama original con un protagonista que más bien parece un antagonista y al que se le acaba cogiendo bastante asco, lo creas o no posible. Te cuento más…
“Historia de un canalla” comienza con Thomas Spencer en sus últimos días de vida recordando toda su existencia desde la primera infancia en su Nueva York natal. Una vida poco usual, porque siempre estuvo marcada por la maldad, el odio y la ambición, aspectos que desde que tiene memoria han caracterizado su personalidad y de los que nunca se ha arrepentido a pesar de poseer la capacidad de diferenciar entre el bien y el mal y lo correcto de lo canalla. Thomas crece odiando para empezar a su cariñosa madre (de origen latinoamericano y de la que ha heredado sus rasgos raciales) y a su hermano pequeño, la viva imagen de su padre: rubio y atractivo (lo que para él es lo deseable). Su familia hace lo imposible para ganarse el afecto del niño, pero Thomas simplemente es incapaz de sentir nada por nadie y sólo busca lograr sus objetivos de forma compulsiva, muchos de los cuales implican hacer sufrir a su madre, que sus padres se divorcien o que su hermano lo pase mal. Durante su juventud decide estudiar publicidad y pronto empieza a viajar a importantes ciudades del mundo y a crecer profesionalmente gracias a su astucia, pero sobre todo a su carencia de escrúpulos a la hora de engañar, traicionar y manipular a los demás.
Thomas es un psicópata de manual y sólo logra la felicidad haciéndole la vida imposible a las personas que le rodean, desde su familia hasta a las mujeres que desea, y nada ni nadie logra empañar su falta de remordimientos, a pesar de saber que en muchos momentos debería haber actuado de diferente manera para no hacer tanto daño a los demás. Pero su sentimiento de constante soledad y su incapacidad para encontrar su lugar en el mundo harán que arrastre hasta el final de sus días una carga insoportable, dándose de cara con las consecuencias de sus acciones en el declive de su vida.
“Historia de un canalla” no es, como decía al principio, el tipo de novela con carga histórica que suele escribir Julia Navarro. Con este libro la autora da un giro a su propio estilo y se sumerge más de lleno en la psicología humana, desde el punto de vista de un ser cruel e incapaz de sentir, un protagonista que el lector odiará y al que, al contrario de lo que suele ocurrir en cualquier novela, deseará que se frustren sus planes y que no se salga con la suya. Durante la lectura del libro yo misma he casi implorado que este personaje aborrecible se muriese de una vez y dejase de hacer daño a los demás y dudo que ningún lector sienta algo diferente al frente de este difícil relato. Tengo que advertir que “Historia de un canalla” es un libro extenso y algo denso, con diálogos y pasajes un poco reiterativos a veces y con un recurso literario que no me ha gustado y que (en mi opinión) sobraba: Thomas, al contar su historia, inserta después de cada acción que reconoce como malvada en su vida una versión alternativa de lo que debería haber hecho por saber que era más adecuado o moral, lo cual llega a cansar porque el lector sabe perfectamente cómo debería haber procedido Thomas si fuese una persona normal. Julia Navarro pretende, supongo, demostrar que el protagonista y narrador no tiene distorsionado su sentido del bien y el mal, pero es algo que pronto queda claro y yo hubiese visto mejor que obviase estas escenas imaginadas por Thomas.
A pesar de todo, es un libro que me ha gustado mucho y que recomiendo, porque me parece original y muy honesto con lo que el ser humano puede llegar a hacer cuando se deja llevar por el egoísmo y es incapaz de empatizar con otras personas. Así que, si puedes, hazte con un ejemplar de “Historia de un canalla” (yo tomé el mío en préstamo del servicio Bibliometro) y prepárate para encogerte en la silla con la maldad y el poder destructivo de un personaje que acabará marcándote lo quieras o no.
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