Historia de un fiasco. El monumento a Cervantes. Concurso de anteproyectos. Madrid, 1915

Por Historia Urbana De Madrid Eduardo Valero García @edjaval
Y llegó el año en que se hizo tangible aquella idea surgida en 1905 de construir un monumento a Cervantes para conmemorar el III Centenario de su fallecimiento. El presente capítulo trata de los anteproyectos que entraron en concurso -nada menos que cincuenta y tres-, y algunos otros asuntos relacionados con este tema.
"Es colosal, verdaderamente colosal. Viendo esos proyectos se obtiene la impresión de que el genio, a través de los siglos, se agiganta, pues el genio de Cervantes ha estimulado el de los autores de esas obras maravillosas, jóvenes en su mayoría."
Eduardo Dato Iradier, 1915


Monumento a Cervantes
CONTENIDO: PRIMERA PARTE (1905-1913) - SEGUNDA PARTE (Enero-Mayo, 1914) - (Junio-Diciembre, 1914) - TERCERA PARTE: Concurso de anteproyectos (1915) - Los premiados ...
Después de diez años todo continuaba igual; ni monumento, ni la organización de una fiesta a nivel mundial. Todo eran palabras y buenas intenciones.
Incluso la cesión de los terrenos de la Plaza de España por parte del Ministerio de Guerra traían de cabeza a Gobierno y Ayuntamiento. En este sentido, viendo lo mucho que se dilataba ese trámite, en el Senado se discutió la posibilidad de emplazar el monumento en la Plaza de Cánovas del Castillo, con lo que la fuente de Neptuno se vería tan amenazada como lo había estado la de Las Cuatro Estaciones (Apolo).  Afortunadamente el presidente del Consejo de ministros, Sr. Eduardo Dato Iradier, siguió apostando por la Plaza de España.
Ese mismo año de 1915 llegaba la primera adhesión a la cuestión del pueblo sefardí en su deseo de participar en el III Centenario de Cervantes. El doctor Ángel Pulido Fernández, gran defensor de ese pueblo y creador de la "Unión Hispano-Hebrea" (1910) manifestaba que haría todo lo posible para que "los hijos expatriados", amantes de la lengua de Cervantes, formasen parte de las naciones invitadas a la gran celebración.
Madrid, 1915
Concurso de anteproyectos
Por fin, los últimos días de febrero anunció el Sr. Eduardo Dato Iradier que en la primera quincena del mes de marzo se publicaría el decreto para el concurso de anteproyectos del monumento a Cervantes.
No ocurrió la primera quincena sino la segunda. La mañana del 29 de marzo el presidente del Consejo de ministros despachó con el rey y puso a la firma el anunciado decreto.
La exposición que hacía Eduardo Dato era clara y cargada de contenidos:
"Teniendo en cuenta muy especialmen­te que las líneas generales de la obra y el carácter de la misma han de sujetarse á un pensamiento que revele cumplida­mente la gloria de aquel á quien se con­sagra y lo que representa en la Historia de las Letras españolas, el monumento á Cervantes ha de ser, sí se concibe con­forme á su índole, distinto de cuantos aquí hasta ahora se han erigido, y que, por consiguiente, en lo que á la concep­ción se refiere, conviene determinar el pensamiento engendrador por virtud del cual tenga la alta significación que ha de ostentar y que en su aspecto debe preva­lecer."
Indicaba Dato que, lejos de cohibir la inspiración artística, el conjunto escultórico no sólo debía rendir tributo al escritor sino también al genio de su obra, que había llevado a que en todo el mundo se llamase al castellano la lengua de Cervantes.
"No podrá, pues, el artista limitarse á la agrupación más ó menos feliz de unas cuantas figuras, por correctas que sean sus líneas, por admirable que sea su mo­delado, es preciso que de algunas de ellas ó del conjunto de todas se desprenda el pensamiento qué glorifique á Cervantes, personificando en él la mayor nobleza del ingenio español y el más alto grado de belleza á que llegó la lengua caste­llana.
El arte es ante todo y sobre todo for­ma; pero en este caso, de la concentra­ción de la forma ha de surgir la idea; no puede alzarse á Cervantes un monumen­to de primor exclusivamente material y externo: la piedra y el bronce han de hablar á la inteligencia tanto como á los ojos."

Y eso expuso a don Alfonso XIII, quien tuvo a bien firmar el decreto publicado en la Gaceta del 30 de marzo (Madrid, 1915. Nº. 89, pág. 936)

 

Junta central del Centenario
Resuelta la papeleta del monumento, la Junta encargada de organizar el III Centenario continuó a su ritmo, creando nuevos premios y concursos.
Así, en una sesión celebrada en junio habían acordado que se prorrogase hasta el 30 de septiembre el plazo para presentar los proyectos definitivos del monumento, además de otras cuestiones para las que fue creada una Comisión permanente, compuesta por los Sres. Dato, Prast, Silvela, Rodríguez Marín y Pérez Minguez.
Esas otras cuestiones eran:
Que se realizase un concurso para premiar la música de un himno a Cervantes.
Que al concurso para premiar tres cuadros al óleo de asuntos cervantinos, que se anunciaría en breve, se añadiese otro de grabados y dos de escultura.
Que se celebrase en abril del año 1916 una Exposición bibliográfica cervantina en la Biblioteca Nacional.
Que se pidiese a todas las dependencias oficiales una relación circunstanciada de los objetos que poseían y podían ser útiles para la Exposición.
Que se encargase a D. Bartolomé Maura los trabajos preliminares para la acuñación de una gran cantidad de monedas de oro de 25 pesetas, de curso legal, que llevasen en el anverso el busto de D. Alfonso XIII, y el de Cervantes en el reverso.
Real decreto de 27 de julioMuchos de los temas tratados por la Junta central del Centenario serán incorporados al Real decreto publicado en la Gaceta del 29 de julio.Se trata de un documento muy extenso que pueden consultar en el siguiente enlace: GACETA DE MADRID, 1915
Concurso en marcha
El día 26 de agosto La Correspondencia de España publica el siguiente anuncio:

Peticiones de los artistas
Enseguida aparecieron los cuestionamientos por parte de los artistas. Solicitaban a la Comisión organizadora de la exposición tuviesen presente los espacios en los que se dispondrían los trabajos. Se estaba pensando realizar la exposición en el antiguo Museo de Ultramar de El Retiro (Palacio de Velázquez).
A estos efectos creían conveniente distribuir las obras por orden de inscripción, sorteo, tamaño, etc., indicando que su mayor preocupación era que los anteproyectos no se perjudicasen los unos con los otros, y que todos pudieran ser observados con comodidad desde distintos ángulos.
Por otra parte, habiéndose señalado una fecha de entrega para los dibujos, planos, etc., debía tener en cuenta el margen necesario para armar los proyectos -casi todos de gran tamaño-, y repasar las juntas de las piezas.
El 15 de septiembre una Comisión de pintores, escultores y arquitectos se reúne con el presidente del Consejo de ministros para plantear estos temas y solicitar se amplíe el plazo de entrega de anteproyectos a finales de noviembre. El Sr. Dato Iradier ofreció estudiar el asunto del aplazamiento, manifestando que en ningún caso debía afectar a la celebración del Centenario, cuya fecha no podía aplazarse.
Dictamen de la Junta del Centenario
Poco después, el día 20, la Junta del Centenario desestimaba la propuesta de los artistas y así se lo informaba al presidente Eduardo Dato, con un argumento de peso: allá se apañen.
Se confirmaba entonces el día 30 de septiembre como fecha máxima de entrega, concediendo tres días para instalar las obras.
El día 5 de octubre, de no mediar ningún impedimento, sería inaugurada la exposición y los trabajos quedarían expuestos durante seis días.
Montaje de la exposición
Se hizo esperar diez años, pero por fin llegó el día en que cincuenta y dos monumentos, realizados por prestigiosos artistas y arquitectos, homenajeaban a Cervantes, a su obra y a la lengua castellana.
Las veintiuna salas del preciso palacio del antiguo Museo de Ultramar no fueron suficientes para albergar tanto ingenio, muy a pesar de haber compartido sala algunos de los anteproyectos. Entonces se habilitó el Palacio de Cristal, donde fueron montados los proyectos del duque de Tovar, de Capuz y su compañero de Jorote, entre otros.
Quedaba así preparada la exposición en los dos preciosos palacios de El Retiro.

"MADRID- Palacio de Velázquez en el Retiro"
© mcu-IPCE-FPH
Archivo RUIZ VERNACCI - VN-20269
J. Laurent y Cía.
(Entre 1880 y 1900)
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-005 CERVANTES IV CENTENARIO
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


"MADRID- Exposición de Filipinas de 1887. Palacio de Cristal Parque del Retiro"
© mcu-IPCE-FPH
Archivo RUIZ VERNACCI - VN-01566
J. Laurent y Cía.
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-005 CERVANTES IV CENTENARIO
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


30 céntimos
La exposición quedaría abierta al público durante seis días y para visitarla se cobraba entrada.
El precio del "billete" era de 30 céntimos y permitía la visita de los dos palacios. Lo recaudado estaba destinado a engordar las arcas de la suscripción abierta para el monumento en el año 1905.
Inauguración 
El 5 de octubre, sin la solemnidad acostumbrada en ciertos eventos, quedó inaugurada la Exposición de anteproyectos para el monumento a Cervantes.

ARCHIVO HUM
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-005 CERVANTES IV CENTENARIO
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A las doce de la mañana, Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, acompañados por la infanta doña Isabel y la señorita de Beltrán de Lis, el marqués de la Torrecilla y la duquesa de San Carlos, llegaban al Palacio de El Retiro. Allí eran recibidos por el presidente del Consejo de ministros, Sr. Eduardo Dato Iradier, el alcalde de Madrid, el subsecretario de Instrucción pública, Sr. Jorge Silvela, y los señores Rodríguez Marín, Sánchez de Toca, Pérez Mínguez, Rodríguez Aurioles, Ortega Morejón, la escritora doña Blanca de los Ríos y un importante grupo de artistas.

© BNE
La Ilustración Artística, 1915
ARCHIVO HUM
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© BNE
Telegrama, 1915
ARCHIVO HUM
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© BNE
Nuevo Mundo, 1905
Foto: Campúa
ARCHIVO HUM
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Los reyes recorrieron las instalaciones y visitaron cada uno de los cincuenta y tres monumentos a escala. En todos ellos se detuvieron, elogiando el trabajo de los artistas. El rey comentó a Dato que el Estado debía adquirir todos los proyectos no premiados para instalarlos en el Museo de Arte Moderno, pues, en palabras del monarca:
"Lo sensible es que cuando el concurso se resuelva los bocetos desaparezcan o se dispersen. Mi deseo sería conservarlos reunidos en el Museo de Arte Moderno. De este modo una exposición tan cabal de arte español no se perdería. Porque en otras exposiciones hay obras cuyos méritos pueden apreciarse con relación a otras. Pero en ésta no hay ninguna que no sea digna de atención."

Una hora y cuarenta minutos duró la visita de los reyes, quienes marcharon muy satisfechos. Acto seguido la exposición quedó abierta al público y por la tarde el Jurado comenzó su labor de elección del mejor proyecto.

© BNE
Nuevo Mundo, 1915
Foto: Campúa
ARCHIVO HUM
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El Jurado
El Jurado estuvo compuesto por diez académicos de la de Bellas Artes, dos de la Española, dos de la de Historia, y el Comité ejecutivo del Centenario, encargados todos ellos de elegir los tres mejores anteproyectos, dignos de recibir la cantidad de 11.666,66 pesetas como premio. En total fueron 23 doctos señores.
Los anteproyectos
Interesantísima fue la participación de escultores, arquitectos y decoradores. Cabe destacar que algunos artistas concursaron con más de un proyecto; algunos lo hicieron en solitario o formando un colectivo, como el caso del proyecto denominado "del bloque"; otros escultores eligieron trabajar en proyectos de varios arquitectos, y a la inversa. En total, como hemos comentado, se presentaron a concurso cincuenta y tres anteproyectos.

NOTA:
La lista de artistas no es coincidente con el orden de aparición en el vídeo


Muchos de estos proyectos, además del boceto a esquela, incluían dibujos, planos y Memorias. De estas últimas aún se conservan varias en la Biblioteca Nacional de España y otros archivos. Curiosamente la mayor parte de las Memorias estaban impresas y con tiradas importantes.
Sobre estos documentos nos cuenta D. Moisés Bazán de Huerta:
"No nos consta el volumen de las tiradas, pero cabe suponer que serían ediciones reducidas, para hacerlas llegar no sólo al Jurado, sino a personajes influyentes o a los críticos de prensa, y ganarse con ello un protagonismo o un estado de opinión favorable. En cualquier caso, la prioridad era convencer al tribunal completando la maqueta, y al menos en el caso de Elicio González y José Gallardo lo presentado fue un documento único, escrito a mano, en tinta y con una cuidada grafía. Algunas memorias a las que no hemos tenido acceso también debieron difundirse en su momento, pues las notas de prensa reproducen en ocasiones sus contenidos.
Básicamente se trata de opúsculos de formato pequeño o medio, con calidad desigual. La portada suele tener un color y tratamiento diferente y las hojas pueden ir grapadas o cosidas. Algunos contienen sólo el texto escrito, aunque lo habitual es incluir de una a cuatro fotografías en blanco y negro, reproducidas o pegadas, mostrando vistas globales y parciales del boceto. De los consultados, tan sólo uno, el firmado por Delgado Brackenbury y Traver, contenía además dibujos con el diseño general de sus propuestas. Éstos editaron además su Memoria en Sevilla, mientras la gran mayoría fueron estampadas en Madrid, haciéndose constar la imprenta y su dirección.
En la mayor parte figura primero el nombre del arquitecto, aunque no siempre es así. Es el caso, entre otros, de Luis Franco, Francisco Ridaura, Manuel Delgado Brackenbury o Gabriel Borrás, presentándose estos dos últimos con doble proyecto. Situaciones peculiares son también las de Tomás Mur Lapeyrade, Francisco Escudero y Francisco Roca, quienes firman solos, asumiendo ambas facetas creativas, las de arquitecto y escultor.
Bajo el título general de Anteproyectos, las memorias más concisas y modestas (sirvan las de González y Gallardo, Lorite y García, Laredo y Sentenach) se reducen a unas 4 u 8 páginas. Pero en el otro extremo las hay muy ambiciosas (Buigas y Carbonell, 24 pgs., Carrasco y Cuartero, 28 pgs. o Delgado y Traver, 32 pgs.). La extensión de estas últimas facilita explayarse en la escritura y ahondar en las justificaciones iconográficas, siendo algunas especialmente prolijas y de redacción agotadora, incluyendo largas reflexiones e incluso citas del propio Cervantes." [1]

"Dos portadas de Memorias presentadas al Concurso."
© IFC - Moisés Bazán de Huerta
Universidad de Extremadura
ARCHIVO HUM
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-005 CERVANTES IV CENTENARIO
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325


El siguiente vídeo muestra los anteproyectos instalados en las salas de los preciosos palacios de El Retiro. Las imágenes de los monumentos corresponden a los fotógrafos Alfonso, Pérez Romero y Vidal; las de los reyes visitando la exposición son de Campúa y las de los palacios fueron realizadas por J. Laurent en el siglo XX.

Humor madrileño
Abundaron los elogios, las críticas y la pincelada de humor que no puede faltar en el pueblo madrileño. Si bien todo lo expuesto en el vídeo merece nuestro aplauso, debemos reconocer que hubo proyectos excesivamente recargados, tachados de "arte reposteríl" por los críticos.
Haciéndose eco de esa definición y de la voz popular, el magistral dibujante Tovar lo plasmó en las páginas de El Imparcial.

Diálogo:
-Juraria que yo he visto en alguna parte una cosa parecida a eso.
-¿Ha estado usted por casualidad en la Exposición de proyectos de monumento a Cervantes?


Una prórroga
Como hemos comentado, durante seis días estuvieron expuestos los bocetos para ser visitados por los madrileños y, además, para que el Jurado determinase cuáles eran los tres mejores. Tarea complicada tuvo que ser porque, faltando un día para cerrar la exposición y dar un veredicto, el presidente y secretario del Comité del Centenario conferenciaron el día 10 de octubre con el presidente del Consejo de ministros solicitando un aplazamiento hasta el día 15.
Por su parte, la exposición cerró sus puertas el martes día 12 hasta el día 15. Una vez elegidos los finalistas, se reabriría al público el sábado 16 y domingo 17, con una reducción de 5 céntimos en el precio de la entrada.
La exposición quedaría clausurada definitivamente el lunes 18 de octubre.
*******
Dejamos a los señores del Jurado deliverando. Nos reencontraremos con ellos en la segunda parte de este capítulo.
Todos sabemos cuál fue el ganador, nada más darse un paseo por la Plaza de España para conocerlo; pero la elección no fue tan fácil.
← Primera parte (1905-1913)
← Segunda parte (Enero-Mayo, 1914) Segunda parte (Junio-Diciembre, 1914)
← Tercera parte. Concurso de anteproyectos (1915)
Tercera parte. Los premiados (1915)

Bibliografía


[1] Bazán de Huerta, Moisés. EL CONCURSO DEL MONUMENTO A CERVANTES EN MADRID A PARTIR DE LOS PROYECTOS REDACTADOS Y SU FORTUNA CRÍTICA. El arte público a través de su documentación gráfica y literaria. (2004) Institución Fernando el Católico.
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.
En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "Historia de un fiasco. El monumento a Cervantes. Concurso de anteproyectos. Madrid, 1915", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325
Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación.
En todas las citas se ha conservado la ortografía original.


© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-005 CERVANTES IV CENTENARIO ISSN 2444-1325