Hace dos años descubrí a este osito contemplando a la menina (aquí). A pesar del tiempo transcurrido el sigue mirando con gran interés la pintura y no sólo eso sino que además se ha traído un amigo para iniciarle en el mundo del arte.
La parte que más me preocupa de todo esto es que no tengo ni idea de donde ha salido ese perro. Pero ni la más mínima idea. Voy a empezar a cobrar las visitas.