Sin embargo, todo es muy diferente. Sus caras y sus manos están literalmente cubiertas de sangre humana.
Esta instantánea fue tomada en el campo de concentración de Jasenovac, uno de los lugares más espantosos de la historia. El principal objetivo era torturar a sus víctimas y las humillarlas de modo más horrible posible antes de asesinarlos. Al mismo tiempo, los guardias croatas del campo disfrutaron de administrar tortura.
En esta fotografía está el ustasha Miško Ratković, nativo de la ciudad de Trilj en Dalmacia y su colega croata cuyo nombre, no he podido averiguar. La foto fue tomada a finales del verano de 1941, probablemente en algún lugar dentro del complejo de la fábrica de muerte de Jasenovac.
Los asesinos croatas aparecen en la foto burlándose y riéndose después de un día de cruel masacre, cubiertos de la sangre de niños serbios inocentes, mujeres y ancianos.
Esta escena es tan surrealista e increíble que, incluso hoy, la mayoría de los serbios no saben nada sobre esta foto y del tipo de personas involucradas en la muerte de sus compatriotas, su ideología y símbolos que usaron para obtener la muerte.
Los ustachas eran una milicia radical, racista y ultranacionalista croata fundada formada en 1929 por Ante Pavelić, que perpetraba atentados y sabotajes para desestabilizar a Yugoslavia mediante una violencia terrorista con crueldad extrema. Cuando la Alemania nazi invadió Yugoslavia, Hitler optó por dividirlo en dos partes: Serbia y el Estado Independiente de Croacia, donde los ustachas manejaban un gobierno títere. Teniendo el poder gracias al Eje y el apoyo de la Iglesia croata, los ustachas implantaron un régimen totalitario y genocida.
Fueron especialmente crueles con las mujeres. Tras violarlas, les cortaban los pechos y los brazos, mientras que a las embarazadas les abrían el vientre para sacar el bebé no nacido y matarlo. Ni siquiera respetaban a las ancianas, a las que sacaban los ojos y enterraban vivas.
Los ustachas eran tan crueles que hasta los mismos nazis estaban espantados por sus actos. Como dijo en una ocasión el oficial alemán Herman Neubacher: "es el crimen más feroz de la historia, que solo se puede comparar con el infierno de Dante".
Entre los ustachas gustaba coleccionar partes de cadáveres, como collares hechos con la lengua, los ojos y las orejas de sus víctimas. Incluso en algunas ciudades croatas se vendían ojos de serbios.
La imagen original forma parte del archivo del Museo de Yugoslavia, en Belgrado.
Para saber más:
Ustashas: El Ejercito Nazi De Perón y El Vaticano, de Ignacio Montes de Oca
Portal de Noticias de Montenegro
Politically Incorrect
Contexto y Acción
Historia Serbia
Wikipedia