Historia del capitalismo

Por Pablo @Pablo_MCoronado

Para analizar esta crisis hay que analizarla desde el principio desde el punto de vista científico, la ciencia social debería analizarlo así como cualquier ciencia la física, química o cualquier otra ciencia. El tema es que en la ciencia social existe una variable importante que se entrecruza con mucho intereses privados.

Por eso la ciencia social tienen grandes problemas para poder investigar que ocurre en las causas reales y profundas de las cosas.

Una de las leyes de la termodinámica es la redistribución de la energía en un ecosistema. Un ecosistema para que funcione bien, la energía tiene que distribuirse desde los árboles al resto del ecosistema, en una sociedad ocurre lo mismo, la energía la cambiamos por dinero y ese dinero se tiene que distribuir desde la punta de la pirámide hasta llegar a las bases, de esa forma las partes más bajas tendrían bienes sociales y beneficios para todos.

La pregunta clave que hay que preguntarse es la siguiente:

¿Porque un capitalismo que funcionaba bien en determinados núcleos de sistema mundial, hoy en día esta tan deteriorado?

En los momentos buenos del capitalismo con una dinámica de producción-consumo que acumulaba a más del 4% anual, con una redistribución parcial de la riqueza, en la que se ofrecía un consumo razonable para la mayoría de las clases sociales y al mismo tiempo la posibilidad de acceder a la satisfacción de las necesidades básicas de la población a través de servicios sociales, en donde la población estaba integrada, fidelizada sin apenas protestas porque había todo un cumulo virtuoso de las posguerra, eso llamado estado del bienestar.

¿Porque todo eso ha quedado desmantelado?

Todo eso no puede ser debido a la codicia del ser humano que también ha influido pero no todo ha sido eso. Ha sido a procesos estructurales, todo esto ha empezado a evidenciarse a partir de los años 60 sobre todo los 70, cuando empieza a mezclarse una parálisis productiva con una crisis ecológica, donde Europa había vivido en un colchón de recursos naturales, en el que se empieza a dar cuenta que los recursos no son ilimitados. En 1973 con la primera crisis ecológica, cuando se mezcla el parón en el ciclo de la acumulación capitalista la crisis económica con la crisis ecológica, es cuando la cosa comienza a ponerse fea. El problema que azota al capitalismo en el siglo XX es la misma que ha azotado en otra ocasiones a lo largo de su historia en una enfermedad crónica de la cual no puede librarse y cada vez que intenta curarse es para provocar un estallido aún mayor en la próxima reacción. Esa enfermedad crónica se llama << sobreacumulación>>, esto significa que llega un momento en que hay demasiado capital tecnológico, demasiada maquinaria invertida por unidad de producción a costa del trabajo humano.

¿Qué significa esto? Esto significa que se sustituye el trabajo humano por el trabajo automatizado y mecanizado. Esto a su vez significa la renuncia de la plusvalía, porque la plusvalía es la madre del cordero, es la ganancia capitalista, que se extrae de los seres humanos.

La acumulación del capital es posible gracias al trabajo que produce un plus valor sobre lo producido, un plus valor que no recibirá el trabajo sino que apoderará de él, el capitalista, de esa forma el capitalista acumula capital con el trabajo de otra persona. De esta forma la producción de riqueza es colectiva, pero el capital es privado

Si eliminamos a los seres humanos de los procesos productivos, estamos renunciando a la plusvalía para el gran capital y por tanto la posibilidad para su ganancia.

Esto se suele negar, repetidamente como están empeñados en negar este proceso, se inventan cualquier razón y no saben cuándo vendrá la siguiente crisis. No quieren reconocer cuales son las claves y ponen como excusa cualquier cosa superficial como; deuda, prima de riesgo, finanzas, cualquier cosa, pero todo esto son epifenómenos, son los acompañantes de la enfermedad principal. Esto a su vez acompañado de los medios de comunicación, televisión, radio, prensa, etc.

Todo esto empezó en los años 60 y todavía no hemos salido de ella, eso sí, ha habido ciclos de repunte en los años 90 pero estamos metido en una gran crisis que como se ha dicho anteriormente cada vez que aparece surge con más virulencia.

El capitalismo ha llegado ya a su cenit de expansión, ha llegado a sus límites tanto planetarios como expansión económica y recursos energéticos. Poniendo un ejemplo si tenemos un globo pequeño en una habitación cerrada y ese globo empieza a crecer poco a poco hasta llegar a ocupar toda la habitación, así fue como empezó el capitalismo, pero ha llegado un momento en que ya no puede crecer mas no se puede expandir más. El problema es que el capitalismo sin crecimiento no existe no puede existir.

El capitalismo desde 1750 aprox. Hasta nuestro días ha crecido en torno a 2.25% anual con algunos altibajos, hoy en día crece aprox, sobre 0.2%, precisamente por esto, porque no puede crecer más. Entonces ante este desastre de crecimiento y plusvalía, el capitalismo opta por las salidas a corto plazo para seguir manteniendo los niveles de crecimiento y riqueza y eso es lo que hacen, como no puede seguir aumentando el pastel no queda otro remedio que repartirse el pastel.

Esa es la clave elemental de conocimiento de lo que pasa desde los años 70 hasta aquí, las clases dominantes ante la imposibilidad de seguir desarrollando la acumulación capitalista de manera sana y efectiva (entiéndase lo de sana) y seguir creciendo a unos ritmos más o menos normales, como ya no puede seguir aumentando el pastel decide repartirse ese pastel y ahí empieza el proceso de saqueo de las sociedades y desmantelacion de las posesiones. Que eso en realidad es el capitalismo, es curioso en un sistema que defiende la propiedad privada, eso sí, la propiedad privada de unos pocos, menos del 1% de la humanidad porque al resto de la humanidad lo que hace es expropiarle de sus posesiones, desde el origen del capitalismo se basó en que la población que tenía tierras, talleres, comercios, fue expulsadas de sus tierras, talleres, quedando desposeídos de sus propiedades para que no tuvieran más remedio que asalariarse, es decir, para que trabajasen para otros, eso que hoy vemos lo más natural del mundo el que ser humano tenga que llamar a las puerta de otro pidiendo trabajo, eso en realidad es una aberración en la historia de la humanidad nunca, nunca, a los seres humanos le ha gustado trabajar para otros, siempre que han trabajado para otras personas ha sido por la fuerza física o por la espada . El capital realizo esa violencia, desposeyendo al ser humano de sus medios de vida, desposeyéndoles de sus propiedades y negocios, por lo tanto obligándoles a tener que trabajar para otros sin que eso parezca una violencia, sino simplemente ley de vida.

La ideología liberal se fundamenta en la libertad individual para tomar decisiones sin una coacción externa, el estado liberal se fundamenta jurídicamente bajo esta premisa rompiendo con las coacciones extraeconómicas propia del feudalismo, es decir los deberes y responsabilidades para con señores y vasallos, la ideología que sustentó todo este proceso y que sigue hoy vigente, esconde una gran trampa en su interior, es la coacción económica que se deriva precisamente de la mercantilización de los bienes necesarios para la vida.

La violencia más o menos explícita propia del feudalismo, fue sustituida por la violencia estructural que obliga a la gran mayoría de la población a venderse para poder acceder a esos medios de subsistencia de la que fuera apropiada.

Esa expropiación fundacional, se realizó precisamente con la violencia explícita del estado y la burguesía, sin esa condición fundamental en la que los medios de subsistencia están mercantilizados no se podrían establecer es relaciones inherentes al trabajo. Puesto que esa decisión libre en la que una persona decide trabajar para otra a cambio de un salario, no se daría si esa persona no necesitase ese salario para acceder a ese recurso.

Dicho de otra forma; si una comunidad dispone de un pozo, no necesitaría comprar una botella de agua, si se dispone libremente de leña de un bosque, no se necesitará comprarla para calentarse, si puede producir sus propios alimentos no los tendrá que comprar y si no se necesita todas esas cosas, no necesitará vender su fuerza de trabajo al capitalista.

La mercantilización de todos estos bienes, establecimientos y seguridad de la propiedad privada recae sobre el estado, como ente regulador que dispone del monopolio de la violencia para garantizar que esas relaciones sociales se den y se reproduzcan.

La relaciones sociales de producción capitalista necesitan ser impuesta por la violencia además no solo en un momento dado de la historia sino que la limitación de la propia dinámica capitalista y por su necesidad de producir siempre más y en mayor cantidad, para mantener los niveles de ganancia y al mismo tiempo por la pulsión de resistencia que siempre va haber entre los sectores de población dominados, es necesario reproducir esa violencia permanentemente casi con cada nueva generación de seres humanos que nacen y con cada nueva transformación de las condiciones de producción y reproducción del capital. En ese sentido se puede pensar de las funciones represivas de los aparatos estatales como policías y similares hasta las tensiones geopolíticas mundiales y las injerencias imperialistas en todo ese abanico, eso está permanentemente operando como condición de necesidad para que el trabajador vuelva a trabajar al día siguiente, sino no lo haría.

Así que es curioso que este sistema que se basa tanto en la propiedad privada en realidad se basa fundamentalmente en la desposesión de los seres humanos y esa desposesión se acentúa en los tiempos de crisis y si esas crisis son largas y estructurales como las que estamos atravesando desde los años 70 hasta nuestros días, porque hay que recordad que no empezó en el año 2008 sino en los 70, lo que ha ocurrido es que hemos tenido unos ciclos de altibajos desde entonces.

Fijémonos que en el siglo XIX y XX buena parte de la lucha de los seres humanos se centraron en recuperar parte de los bienes comunes que siempre fue colectivo. Lo que es incompatible con el bien colectivo es la propiedad privada que es de uno o unos pocos y los seres humanos durante el siglo XIX y XX lucharon por recuperar sus bienes colectivos y sus bienes individuales de tal manera que al final el estado capitalista tuvo que proporcionar parte de esos bienes en una forma de desproletarizacion y esta desproletarizacion , que llega en el siglo XX con el capitalismo, se realizó en el estado social a lo que llamaron estado de bienestar, que proporciona nuestra necesidades básicas y elementales, salud, educación, posibilidades de vida a través del estado que eran universales y gratuitos, esas conquistan sociales, hicieron ese proceso en cierta manera una recuperación en forma vertical proporcionada por el estado. Todo esto en los tiempos de grandes crisis se acaba con todo esto, se vuelve a la apropiación privada de unos pocos del 1 % de la sociedad del conjunto de bienes colectivos y también en las desposesiones de bienes individuales que todavía teníamos. Como nos están dejando sin casa y bienes que podíamos adquirir todavía a través del salario y del crédito.

Como las ganancias son cada vez menores solo se crece de 2 maneras, eliminando el coste estructural y eliminando el coste salarial. Coste estructural, estaríamos hablando de educación, sanidad el llamado estado del bienestar. Coste salarial, es la bajada de los salarios, así que esa falacia y lavado de cerebro de gente que cree que en cuanto pase la crisis volveremos a lo de antes, es algo imposible, hay que recordad que el capitalismo jamás ha retrocedido, podemos tener pequeños repuntes pero cada vez menores en el tiempo.

Así que este crecimiento del capitalismo, lo único que crea es pobreza, devastación, desempleo, barbarie. La única solución que queda aunque esto sea una crueldad es eliminar a la mitad de la población.

SUPERPOBLACIÓN

La eugenesia o política de control o eliminación de poblaciones nacen con el capitalismo siempre que ha sobrado población. Las políticas nazis han sido políticas de eugenesia, los europeos empezaron a horrorizarse solo cuando lo que hicieron con otros pueblos, se lo hicieron a ellos mismos. En un planeta finito con unos recursos cada vez más escasos, el pensar que podemos seguir creciendo hasta el final de los tiempos solo lo puede decir una persona que no está en su sano juicio. Todos los partidos políticos y gobiernos de todo el planeta solo hablan de crecer y crecer, es algo que está grabado en el disco duro de todos, algo que es totalmente imposible e incompatible con la ciencia. Hoy en día estamos en un sistema senil, degenerativo, una enfermedad terminal y cuando ya no puede ofrecer grandes cosas a sus poblaciones, no puede pensar que sus poblaciones sean fieles porque no tiene para repartir, es cuando empieza a mostrar su cara más salvaje, agresiva.

Cuando hemos hablado antes, de cómo el capital se apropia de las propiedades, riqueza social, comienza la privatización pero también se apropia de las infraestructuras, red viaria, instalaciones, energía, patrimonio de un país. Todo eso que además se descuartizan las partes y se vende al capital transnacional, cuando solo hace unas décadas para apropiarse de eso habría que declarar una guerra e invadir un país, hoy en día te lo venden en trozos y además lo venden esos que se enrollan con la bandera de la patria, esos que se llaman patriotas.

Se privatiza el patrimonio natural, se mercantiliza la naturaleza en todas sus formas, se apropia las tierras, eliminan propiedades colectivas o comunales, desplazan poblaciones a mansalva en todos los continentes se intensifican las formas de producción que no eran capitalistas o que estaban en los márgenes, se mercantiliza los propios recursos energéticos, se mercantiliza y se patentizan para que nadie más puedan usarla, de manera que si alguien puede curarse con una solución genética o cualquier investigación está vedada si no pasa por la transnacional que la patenta.

La proliferación de derecho de propiedad intelectual y patentes está hecha precisamente para eso para poder rentabilizar las inversiones que hacen y nadie pueda beneficiarse de ello.

Otro tema importante es que hay una apropiación clara de los recursos y materias primas más codiciadas, sobre todo la energía. En el siglo XXI, el que tenga el control de los recursos y energía, tendrá la clave de la estrategia y el control mundial. Hay que tener en cuenta que unas pocas transnacionales pueden controlar la alimentación del planeta con sus semillas transgénicas, semillas que no se reproducen y que hay que comprar todos los años, en el momento que ellos quieran, cortan el suministro y no te venden, sin esas semillas ahogan a un país o lo matan de hambre, no les hace falta tirar ni una sola bomba.

El problema de las guerras en la actualidad, es que no solamente sirven para apropiación de territorios geoestratégicos o apropiación de recursos energéticos, pero además hacen de la devastación una forma de ganancia, la destrucción del espacio y de las infraestructuras proporcionan nuevas oportunidades de reinversión de los capitales excedentes que no tienen dónde acudir, ¿porque creemos que las grandes fortunas están metiendo el dinero en paraísos fiscales?, porque no saben en dónde invertir. En los años 70 cuando empezó todo ya sabían que iban a robarnos a manos llenas y no podrían declarar. Sus principales paraísos no están en islas perdidas, están en el centro de los EEUU.

Así que en estos momentos, que tienen toda esa riqueza, a través del saqueo despojo y desposesión de la riqueza que fue de la humanidad, tenemos también la guerra que ofrece oportunidades de reinversión de los capitales excedentes. Por eso la guerra no es solamente estrategia de la política sino de la economía, es la causa de que hoy en día la guerra no se declara, la humanidad entera o cualquiera de su parte puede ser su objetivo, el campo de batalla es el planeta entero, desde los territorios abiertos, las grandes extensiones, las selvas, desiertos a salas de concierto, vagones de metro, cabinas de avión o una calle llena de gente.

Ciudades y países enteros infraestructuras energéticas forman parte de la guerra que se juega hoy, es una guerra que necesita un enemigo difuso. ¿De dónde viene el dinero, la capacidad de invadir países enteros o varios países a la vez de esos grupos que llaman terroristas?, ¿De dónde viene toda esa posibilidad de financiarse con una tecnología súper avanzada y con ejércitos bien organizados? Eso no puede venir de cuatro locos, que tengan un Corán como fuente de ataque bélico espiritual en general, ¡no seamos tan ingenuos!, nos toman por imbéciles.

Solamente hay que atar unos cuantos cabos unos poquitos solamente, un enemigo difuso sin concretar puede darse en cualquier lugar en cualquier momento, por lo tanto permite la guerra total en cualquier aspecto y forma.

Fijaros que en donde interviene las operaciones militares de EEUU con o sin sus aliados, que posiblemente es la organización que más terror causa hoy en el mundo, si nos fijamos han dejado donde han intervenido la barbarie, desastres, caos, sociedades desgarradas, en manos de señores de la guerra de esos que luego llaman terroristas y que luego tienen que combatir. Eso es lo que han dejado en centro Asia, en el norte de África desde Libia hasta Mali, Sudan, EL Chad, Etiopia, Somalia e incluso en el Este de Europa, Yugoslavia, Ucrania y en Turquía un golpe de estado para poner una oligarquía nazi para acorralar a Rusia, que hoy en día es el único enemigo que tiene el capitalismo.

En todo esto entra en juego la parte de la humanidad que sobramos, lo que pasa que este tema es más complejo. El problema viene con la capacidad de consumo, ingente masas de población a través de todos estos procesos van quedando sin capacidad de consumo. Además hay que añadir la cada vez menor posibilidad de formar parte de los procesos productivos es decir; la capacidad de asalariar o de proporcionar elementos de vida a la población que previamente han sido desposeídas, es cada vez menor en el sistema capitalista.

QUE SE PUEDE HACER ANTE TAL HORROR

Me gustaría poner una nota positiva ante tanta barbarie ¿Qué podemos hacer?

Ninguna enfermedad se puede combatir si no conocemos sus causas. Aunque esto sea deprimente para muchas personas que puede ser, pero mucho más deprimente es saber porque te quedas sin empleo, sin casa y sin pensiones, y tener una vida triste sin conocimiento de lo que pasa. El mensaje positivo, es que en estos momentos el sistema capitalista en su recurso histórico está en fase terminal por lo tanto cada vez puede ofrecer menos cosas y cada vez va a proporcionar más barbarie como ya está barbarizado el mercado laboral en el cada vez la explotación y la vejación es cada vez mayor, cualquiera que esté metido en el mercado laboral sabe perfectamente de lo que se habla.

El mensaje menos malo o esperanzador de todo esto, es cuando las estructuras de un sistema están obturadas y están corrompidos, es cuando la intervención de los seres humanos es más contundente, más definitiva, tienen más posibilidades de cambiar el transcurso histórico, tienen más posibilidades de incidir para transformar.

Es por eso también que el sistema reacciona dándonos espejismo de cambios a través de opciones políticas, que encauzan toda la energía social y de lucha colectiva a través de lo electoral, lo cual no sería negativo en principio si ese encauzamiento electoral no condujera a dejar las calles a dejar la lucha y a dejar de organizarnos, siempre que alguien nos diga o que fomente el que dejemos de organizarnos, dejemos de combatir colectivamente y seamos parte activa de esa lucha para delegar en alguien para que nos resuelvan los problemas del conjunto será una trampa, siempre será una trampa. Eso es matemático y mecánico en la ciencia social.

Porque sólo desde la autonomía construida colectivamente se combate la subordinación, no delegando. Por eso cuando se habla de cambio, lo que en realidad nos quieren decir aunque no se diga, es evitar la transformación. Para su desgracia aparte de tener más o menos entretenida a la población durante unas cuantas campañas electorales o algún año más. Como no pueden ofrecer nada y seguirán destruyendo la sociedad, en términos generales o estructurales más allá de que algunas opciones nuevas puedan poner algún freno. Esto terminará poniendo en efervescencia cada vez más a la población.

La clave está en que esa efervescencia de la población, no sea aprovechada por la versión más terrible del capital << el fascismo>>, para llevar y canalizar esa energía que es la versión más fácil, es la versión que te exige pensar menos la que sólo hay que seguir y ser un engranaje más en una masa amorfa, que no se sabe dónde va pero un führet la lleva.

Esa es la última opción donde tenemos que estar muy preparados y precavidos frente las desilusiones y decepciones que puede acarrear la política delegativa, porque la política delegativa forma parte del sistema,los individuos machaconamente entrenados para delegar es muy difícil que se movilicen para la lucha.. El sistema se nutre de esto en que deleguemos en otros en que se resuelva las cosas y cuando esa política delegativa no resuelva las cosas en vez de irnos a llorar o a desilusionarnos del todo, lo que tenemos que hacer y nunca se ha debido dejar de hacer, es seguir en las calles creando movimientos, creando organizaciones, tanto de un tipo u de otro, siempre de base y de base arriba es como se puede llegar a las elecciones. Cuando se tiene una base social amplia y se ha construido fuerza social, es cuando se puede traducir en fuerza política y social, de otra forma sería mucho más complicado.

La parte esperanzadora y positiva en estos momentos, es que asociaciones, organizaciones,, cada vez más poblaciones van a surgir según el sistema vaya pudriéndose deteriorándose y ofrezca su cara más amarga.

La suerte que tenemos ahora, es que el monstruo es de papel, tiene los pies de barro. Ahora lo que hace falta es que la población se vaya concienciando, pero esto es un proceso que se va dando cuenta poco a poco. Entonces la única noticia que podría ser esperanzadora de todo esto es que si el populismo ha pinchado electoralmente hasta cierto punto, es el momento de reemprender de nuevo el camino de lo popular, de las luchas desde abajo, de trenzar la sociedad con movimientos. De construir fuerza social. De la Política con mayúsculas.

Daros cuenta que venimos del capitalismo Keynesiano , llamado <<estado del bienestar>>, donde había servicios y estaba garantizada muchas claves de la vida y todavía gran parte del inconsciente colectivo general, está centrada en esa fase del capitalismo, que fueron los años del capitalismo dorado con una duración aproximada de 30 años, desde las postguerra hasta los años 70. Mucha gente lo que pide es que se vuelva a eso, en un momento en que ya es imposible, porque ya no tiene capacidad de crecer y por lo tanto de repartir. Ya no tiene esa capacidad de distribuir la riqueza y por lo tanto cualquiera que predique una vuelta a ese capitalismo keynesiano organizado y distribuido, está engañando en el mejor de los casos y auto engañándose en el peor de los casos formando parte del juego.

Por lo tanto hay que tener mucha capacidad de análisis, que no nos dejen guiar de máxima de proclama sin análisis, sin reflexión, sin críticas y estar dispuesto a defender lo común y lo propio. Eso es precisamente lo que hay que fomentar para poder salir de este sistema en decadencia.

Fuentes:

MIGUEL LEÓN POLITÓLOGO

ANDRÉS PIQUERAS (SOCIÓLOGO)

JACOBO FERRER

ANTONIO J. MAYOR

A LOS PODCAST:

EL VÓRTICE

LA LINTERNA DE DIÓGENES