Hacer caso omiso de lo que acontece alrededor es una de las “virtudes” que los anárquicos Kustumeros suelen tener como prioridad a la hora de hacer lo que les venga en gana, y en los ordinarios años 80´s la facilidad de mezclar: Moda, rebeldía, mal gusto, publicidad y consumo fueron uno solo y una misma “cosa”.
El re recrudecimiento final de la gastada Guerra Fría, la decadencia del Heavy Metal, la degeneración del Punk, y lo devastadora que quedó la primera generación de la heroína, los ácidos, y el no menos exterminador SIDA, no hicieron mella alguna en aquellos rebeldes que lejos de considerar lo mal que lo pasaron sus antecesores en las dos décadas anteriores, y que algo debían hacer para evolucionar algo que desconocían pero a lo que pertenecían, al contrario como suele ocurrir con los rebeldes, pesaron que simplemente aquellos desgraciados habían tenido mala suerte y eran víctimas inequívocas del sistema de vida consumidor, neo liberal y capitalista que les había quitado su voluntad y libertad. Todavía miles siguen pensando así, aunque algunos solo prueban las drogas por presión de la manada y algunos usan condones.
El Kustom en los 80´s no digamos que se dio una tregua así mismo, ni nada que se parezca, siempre estuvo dividido y exacerbado por cualquier indicio social de tener que hacer algo por sí mismo, o una nueva iniciativa de cambiar las cosas como en principio era la prioridad de aquel pensamiento real del Kustom genuino, de eso nada, al contrario, además del desenfreno, las drogas, la anarquía y la amnesia absoluta de las raíces culturales que habían dado pie a su forma de vida y expresión cultural, simplemente se adhirió a las formas de consumo más comerciales que, sin saberlo, crearon una simbiosis económica bastante lucrativa y a su vez heterogénea, algo muy curioso la verdad, ya que si bien la hegemonía del Kustom siempre había sido apartarse de cualquier expresión consumista y capitalista, siempre en busca de un mundo individualista y contra culturas, en los 80´s pareció que a muchos eso ni les pasó por la cabeza, y simplemente adoptaron lo que se supone que más odiaban: La MODA. Y esa moda todo lo infectó como la gripe.
El estilo de vida los suburbios, las formas sociales peor vistas, las maneras menos correctas de vivir, hablar, vestirse, bailar y expresarse, estaban ahora en cualquier disco tienda, vendiéndose en tiendas de ropa para las clases medias y ropa de segunda mano, a disposición de las clases medias y pudientes que antes nada tenían que ver con el Kustom, tampoco sabían ¿Qué era? Pero les quedaba bien y era barato.
Las tradicionales formas más narcisistas y exhibicionistas también características del Kustom genuino en pro de ser diferente a lo establecido por la sociedad, ahora era un producto de consumo que no solo llegó a los colegios como una moda más, se fue al mundo de los gimnasios y llevó a miles a ponerse a jugar con otro artificio bastante arriesgado: Los esteroides.