Cortita es en duración (casi 80 minutos) esta particular propuesta del joven realizador Benjamín Naishtat. Difícil resulta definirla dentro de un género en especial. Se puede decir que es un drama, quizás, que oficia de psicológico dado los retazos de intriga y de nervio que se esparcen sobre cada una de las situaciones que van aconteciendo de forma gélida, inquietante y oscura. También es complicado evaluarla en términos puntuables o del tipo calificativo buena-regular-mala, aunque lejos está de ser un producto que reúna mayor cantidad de elementos negativos que positivos. De hecho, el modo en que la película está filmada, con una estética interesante, ayuda o coopera a la hora de observarla con más atención.El relato nos sumerge en pequeños trozos de momentos en donde el temor contamina e invade el comportamiento de los seres humanos ante determinadas instancias que, por su extrañeza o por su cualidad de infrecuentes, suscitan conductas o respuestas en las que uno no sabe cómo moverse o actuar. Entre evento y evento se involucran diferentes personajes, de forma aislada, en una especie de mini fábulas; muchos de ellos comparten escena en algún que otro pasaje.
LO MEJOR:el apartado técnico-sonoro. Sin ser una película de diálogos inquieta. Tensa, rara e hipnótica.LO PEOR:requiere tenerle paciencia por su tranco. Cuestiones irregulares.
PUNTAJE:6