Compilada y redactada porJosé L. Parada C,Director FundadorAction Art EuropeEscuela de Aerografía y Bellas ArtesWWW.ACTIONART.ES
¿Alguien tiene una idea mejor?
Establecido el reino de los medios digitales, parecía obvio que el mundo de la ilustración hecha a mano había llegado a su fin, ya que el medio virtual ofreció una manera distinta de ver otra realidad, justamente era otra realidad la que embriagaría al mundo, haciéndonos pensar que el progreso sería para siempre.
La Pin ups fueron lo de menos, de repente la crisis trajo a muchos sectores de regreso a la edad de Piedra, pero en cuanto a los medios publicitarios, por lo menos las vueltas del destino no fueron lo suficientemente crueles como para alejar las sonrisas, los cuerpos, el sexo y la picardía de las paredes.
Paradójicamente a las realidades sociales de este tiempo, cuando se suponía que los sistemas y formas comerciales cambian o acaban con esquemas establecidos que justo por eso cambios prácticamente desaparecen, el Pin up hizo todo lo contrario, se diversificó a todos los medios de la imagen y abstrajo de nuevo a las personas de las caóticas circunstancias sociales que 70 años antes ya habían empolvado al mundo en depresiones e incertidumbres cuando la Gran Depresión de los años 30´s abrazó al mundo a la Segunda Guerra Mundial y las Pin ups hicieron lo suyo quedándose para siempre.
Rescatar sonrisas, buenas y maliciosas ideas a los deprimidos hombres, disfuncionales o abstemios por las circunstancias y baja autoestima fue la función terapia iconográfica que las muñecas tenía que hacer.
Llevar la imagen virtual de la Pin up, darle un carácter retro al siglo XX, muerto, gastado y explotado al límite, no parece tener otra mejor idea que reinventarse a así mismo, no sin menos descaros, ni menos engaños. La diferencia generacional del presente es que todos sabemos: Quienes son los malos y que a ellos eso es lo que menos les importa.
La Pin up presente no es nueva o innovadora, simplemente “es”. Ya no necesita justificaciones, razones, romper paradigmas, imponer modas, crear, reinventar o resurgir estereotipos, denunciar, ni liberar nada.
Ya no es nada para lo que fue impresa, simplemente es lo que le dé la gana.
La Pin Up se convirtió en una de las miles de formas de expresión de la ilustración que existe por si misma y que tras más de 140 años de evolución, pareció situarse a si misma casi en el mismo lugar donde todo empezó: En la pared.
No hay final para esta historia, hay un momento en el que el todo llegó a su punto de inflexión, pasó por la censura, las guerras, las modas, el cine, la prensa, el cómic, el Kustom, el porno, la música, la televisión, el Internet y por siempre el Pin up será: Cultura.