Historia del prejuicio más viejo del mundo (Reseña de 'La semilla de la barbarie' .- Enrique Moradiellos)

Publicado el 20 junio 2013 por Jdmora
'La semilla de la barbarie' es obra de Enrique Moradiellos (Oviedo, 1961), catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura. En este libro, partiendo del Holocausto y lo que supuso, se vuelve al pasado para hacer un repaso de la historia de la judeofobia o antisemitismo desde su nacimiento en la antigüedad clásica hasta el genocidio que perpetró la Alemania nazi. Este repaso enumera y explica todos los cambios y justificaciones que sufrió este prejuicio a lo largo del tiempo pero que lo mantuvieron vivo durante siglos. 

'La semilla de la barbarie'Autor: Enrique Moradiellos
Editorial: Peninsula

El texto se lee con mucha facilidad y descubre muchos detalles de este antiguo odio que quizá sean desconocidos por la mayoría. Pero el principal problema al que se enfrenta la obra es que dedica unas 125 páginas a repasar los más de 2.000 años de persecución hacia los judíos. Debido a esto no puede detenerse mucho en los acontecimientos ni profundizar en su explicación. Pero a pesar de todo es un libro muy recomendable como iniciación en el tema y que puede ir completándose con lecturas posteriores. 
Una peculiaridad de la estructura del libro es que comienza por el final, por el holocausto, y después retrocede al nacimiento del judaísmo. Este orden tan poco habitual es defendido por su autor como el mejor para explicar la cuestión, aunque después de su lectura no uno no acabe del todo convencido de su acierto. 
Pero la obra cuenta con muchos otros aspectos positivos. A pesar de lo lejano en el tiempo o superado que pueda parecer en el tiempo el antisemitismo da enseñanzas que se pueden traer al presente. Por ejemplo en un momento del libro se explica que gran parte del odio que despertó la comunidad judía fue debido a la envidia que despertaron sus éxitos sociales y económicos. Las estadísticas a su favor parecían imposibles. En 1880 la mitad de los diarios berlineses eran propiedad de judíos. En el Imperio austro-húngaro el éxito era aún mayor. En 1881 el 61% de los médicos vieneses era judío, el 58% de los abogados y el 80% de los empresarios banqueros. Ante esta desproporción se despertaron muchos recelos, lo que hoy podría aplicarse a cómo muchos juzgan la bonanza económica de los ciudadanos de origen chino que viven en nuestra sociedad. 
Y es que leer sobre el holocausto siempre es pertinente porque como dijo Primo Levi si se convenciera al mundo de que Auschwitz no existió sería mucho más fácil que se produjera un segundo Auschwitz.