Historia del Rey Transparente - Rosa Montero

Publicado el 08 agosto 2011 por Rusta @RustaDevoradora
Editorial: Punto de Lectura
Páginas: 592
ISBN: 9788466318778
Precio: 10,99 €

Historia del Rey Transparente

Historia del Rey Transparente nos transporta al siglo XII, en un momento en el que Leola, una joven campesina, se viste con las ropas de un guerrero caído en la batalla y emprende un viaje disfrazada de hombre. En su camino conoce a Nyneve, una curandera que se convierte en su fiel compañera y amiga. Nyneve llega a ser tan interesante como la protagonista: es una mujer sabia, siempre rodeada con un aura de misterio. Juntas, con su verdadera identidad oculta, viven muchas aventuras, en las que conocen a personajes importantes y la lucha por el poder está siempre presente. Destaco el papel de la duquesa Dhuoda —una mujer cruel a la que se dedican bastantes páginas porque acoge a Leola en su castillo—, cuyas escenas, personalmente, me dejaron una gran huella.
Impresiones
Antes de nada, tengo que decir que Historia del Rey Transparente no es una novela histórica al uso. Está ambientada en la Edad Media y en su trasfondo se plasman gestas que se dieron en la realidad, si bien no se narran en el tiempo y el orden adecuados. Además de eso (que, a decir verdad, no es algo tan extraño en el género histórico actual), la historia construida por Rosa Montero tiene aspectos tan especiales que le veo ciertos toques fantásticos, o mejor dicho, épicos. Si tuviera que definir el libro con una palabra, una de las primeras que se me ocurrirían sería «raro». Que una cosa sea rara, extraña, no tiene por qué ser negativo. Al contrario, en este caso, el calificativo tiene connotaciones muy positivas para mí: no se parece a nada que haya leído, es una lectura distinta, especial. Me he topado con muchos relatos de mujeres fuertes, incluida alguna que se viste de guerrero, pero Historia del Rey Transparente es mucho más que eso.
En primer lugar, sus personajes son sumamente atrayentes, tanto los buenos como los malos. Personalidades trabajadas hasta el más mínimo detalle, con matices, virtudes y defectos, luces y sombras, como a mí me gusta. Al leer el argumento, sería fácil caer en el error de considerar a Leola la típica heroína que lucha contra las adversidades y todo le sale bien, junto a su inseparable Nyneve que cuida de ella. No, no y no. Leola también tiene momentos de inseguridad, y la que en principio parece una simple acompañante, sabe transmitirle fortaleza y confianza cuando es necesario. Por no hablar del resto de individuos que intervienen en la historia, desde la controvertida Dhuoda al caballero silencioso; a cada uno de ellos se podría dedicar un libro entero. Están cargados de magnetismo, gran parte de la fuerza de la historia reside en ellos y no tanto en la ambientación, o al menos así lo percibí yo.
Por otro lado, en la novela se tratan muchos temas: más allá de las féminas que se niegan a ocupar el papel que en la época les correspondía, Historia del Rey Transparente es una historia de odios, de rivalidades, de tonos grises, de cómo a pesar de sus diferencias dos personas pueden ser iguales en los momentos definitivos. Insisto: me marcó mucho la trama de Dhuoda, con todo lo que ello conlleva. Hace años que lo leí, y todavía recuerdo a la perfección el momento en que esta se encara con su hermano (quienes lo habéis leído ya sabéis a qué me refiero), como también recuerdo el final de Leola y Nyneve, que no se parece en nada al de otras historias. El libro tiene escenas inolvidables, como podéis comprobar.
Como no podía ser de otra manera tratándose de Rosa Montero, Historia del Rey Transparente te hace pensar, sin tener pretensiones moralizadoras. Es algo que va adherido a su prosa, a su manera de construir situaciones; eso también le da un aire único a la obra. Una misma cosa se puede contar de muchas maneras distintas y, aunque algunos digan que esta autora les transmite angustia, creo que yo he conseguido conectar con su estilo y por ello lo disfruto tanto, línea a línea, palabra a palabra. Cuestión de gustos, supongo.

Hablando de la escritura, no hace falta que diga que el libro está muy bien escrito. Alterna narración y diálogo, y no me parece una lectura cualquiera porque conviene leerlo con atención. No resulta difícil de seguir ni de entender, pero esos matices de la prosa que calan hondo en el lector y te hacen vivir la historia de otra manera se aprecian mejor con cierta calma. Aparte de eso, hay muchas citas y párrafos «para apuntar», tanto por su significado como por su belleza estilística. En esto Rosa Montero también es una experta.
Todo esto, sin olvidar el cuento que da nombre al libro, un relato que aparece de vez en cuando, con la gracia de que la acción se rompe antes de descubrir su final. Tal vez este detalle mágico y simbólico contribuye a dotar la novela de un aire tan insólito y extraordinario. No me canso de repetirlo, porque esa es la sensación que quedó en mí tras su lectura: una obra especial, original, que no deja indiferente a nadie. En el tiempo que estuvo en mis manos, me adentré en la vida de Leona, Nyneve y compañía, me sumergí de lleno en sus aventuras —aunque, más que la acción y la época, lo que me llegó de verdad fue la atmósfera peculiar y esos personajes irreverentes, sublimes.

Rosa Montero


Podría seguir deshaciéndome en halagos porque, ciertamente, me aportó tantas cosas que tengo la sensación de quedarme corta con este comentario. No obstante, quiero haceros una advertencia: al igual que yo lo pongo por las nubes, encontraréis opiniones muy duras, incluso hay personas que lo consideran el peor libro que han leído en su vida. Con respecto a esto, hay algo que tengo muy claro: es un libro que amas u odias. O conectas con todo y vives al límite con sus personajes como me ocurrió a mí, o no lo comprendes y te parece un despropósito tras despropósito (precisamente por no encuadrarse en un género determinado). Dudo mucho que deje fríos a los lectores, salvo que les pueda parecer aburrido y ocurra aquello de «no está mal, pero no me engancha». Los demás, estamos en un bando o en el otro, sin término medio.
Mi valoración: 9/10