Es difícil que alguien que no proceda de Jerez, o que no mantenga un fuerte vínculo con la región, sepa qué es exactamente un tabanco jerezano. Establecimiento muy particular y genuino de Jerez. Los tabancos están de moda, siguen siendo genuinos, quedan unos pocos pero todavía es un lugar para tomarse una copa de este gran vino. La Ruta Tabancora nacida de la unión del Ayuntamiento de Jerez, el Consejo Regulador y los establecimientos de la ciudad muestran estos lugares para visitarlos.
Pero ¿que eran Los tabancos? Eran despachos de vino con una clara vocación de taberna; un pequeño rincón bodeguero donde el cliente podía servirse el vino directamente de las botas (barriles) chicas o medianas. De ellas se despachaba a chorro o canilla buen Fino y buen Oloroso. Eran lugares amplios y de techos altos de viga vista, con el suelo cubierto de arena de canto amarillo. Tenían un amplio mostrador, tras el cual se alzaba una pequeña andana de botas. Pocas mesas y varias sillas de enea. Concebidos para reuniones populares y claves en la gestación de los mejores cantes flamencos. En el trascurso del tiempo fueron desapareciendo y hoy su presencia se reduce a un pequeño núcleo que mantienen su esencia y que constituyen verdaderos espacios de flamenco.