En la Alameda Central de la Ciudad de México descubre el monumento que celebra la Novena Sinfonía de Beethoven, un museo mitológico al aire libre y la fuente de Venus que mandó a construir una emperatriz.
Sin duda, algunos de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México son el Castillo de Chapultepec, el barrio mágico de San Ángel y el centro histórico de Coyoacán. Multitudes de personas se reúnen en estos rincones para descubrir la historia y el arte de la capital del país y para observar la diversidad cultural que distingue a esta urbe. DINKtravelers te invita ahora a conocer otro mágico rincón en la Alameda Central.
Historia de la Alameda Central de la Ciudad de México
La Alameda es el parque más antiguo de América. El virrey Luis de Velasco lo mandó a construir en el siglo XVI y recibe su nombre debido a la intención de plantar álamos en el parque. Aunque este plan nunca resultó exitoso, ya que estos árboles tardaban mucho en crecer, el nombre se hizo oficial.
Actualmente tanto citadinos como viajeros extranjeros pueden dar una caminata por el parque, pero en un principio no fue así. El ingreso a la Alameda estaba restringido por una reja y solamente las personas más ricas de la ciudad podían acceder a él. Esta limitación continuó siendo así hasta el siglo XIX con el gobierno de Benito Juárez.
La emperatriz Carlota en la Alameda
Desde su construcción, la Alameda Central ha sufrido diversas modificaciones. Muchos virreyes buscaron que fuera el parque más hermoso y así se volvió el paseo más importante de la ciudad. De hecho, la emperatriz Carlota fue amante de las caminatas por la Alameda y mandó a construir una de las fuentes que hoy lo engalanan, así como limpiar las áreas verdes.
Remodelación de la Alameda Central
La Alameda se inundaba constantemente debido a que los canales que transportaban agua en la ciudad corrían junto al parque y se desbordaban con las lluvias. El problema persistió hasta que el presidente Porfirio Díaz decidió secar los canales para evitar inundaciones. También ordenó el alumbrado del parque, así como la construcción del Palacio de Bellas Artes y el Hemiciclo a Juárez, ambos vecinos de la Alameda que hoy en día son íconos del Centro Histórico de la CDMX. Muchos otros presidentes también se preocuparon por el aspecto del gran parque de México. Por ejemplo, Miguel Alemán mandó a plantar cientos de árboles y Luis Echeverría hizo una remodelación total que tardó cerca de 6 meses y costó 22 millones de pesos.
En 2012 se renovó nuevamente dándole su aspecto actual. Se limpiaron las áreas verdes, se mejoró el pavimento, se limpiaron los múltiples monumentos que la constituyen y se prohibió el mercadeo ambulante para evitar daños al lugar. Con ello, la Alameda fue nombrada Patrimonio Histórico de la Ciudad de México. Este nombramiento es más que merecido pues no solo es un lugar emblemático sino que ha sido testigo de la historia del país desde el siglo XVI.
Festejos en la Alameda
La Alameda ha sido un lugar perfecto para organizar eventos importantes ya que es el sitio predilecto para la reunión de la población. Fue testigo de la entrada triunfante del Ejército Trigarante guiado por Iturbide tras la consumación de la Independencia.
Otra celebración fue la organizada por el presidente Santa Anna en uno de sus múltiples regresos a la presidencia de México. ¡Se dice que llenó todas las fuentes de ponche para festejar! Y, en realidad, no fue el único. Benito Juárez también organizó una comida en la Alameda para festejar la restauración de la República tras derrotar a los conservadores y abolir el imperio de Maximiliano de Habsburgo.
Más tarde, durante el mandato de Porfirio Díaz, éste disfrutaba de los paseos junto a su esposa Carmelita. Asimismo, organizaba conciertos de música dentro del parque para el disfrute de los caminantes, tradición que se conserva en la actualidad. Incluso, hace algunos años, la Alameda se llenaba de colores y personajes como Santa Claus y los Reyes Magos durante las fiestas decembrinas.
Esculturas en la Alameda Central
Gracias a su larga historia, la Alameda alberga una gran cantidad de obras escultóricas que podrás ver, tales como el Monumento a Beethoven. Éste fue realizado en bronce negro por el escultor alemán Gladembech con motivo del Centenario de la Novena Sinfonía de Beethoven. Lo obsequió la colonia alemana residente en México y se inauguró en 1921. En la Alameda Central también hay numerosas esculturas con motivos clásicos y mitológicos y, de hecho, las fuentes son uno de sus principales atractivos. Aunque todas fueron instaladas en distintos momentos, se acompañan en una forma armoniosa creando un paisaje único. Te recomendamos visitarlas durante la noche ya que tras la última remodelación se instalaron luces en las fuentes, convirtiéndolas en un atractivo espectáculo de agua y luces. Conócelas:
- Las Américas: Se encuentra en el centro de la Alameda, atrás del Hemiciclo a Juárez y representa a una mujer con el torso desnudo.
- Mercurio:Representa al mensajero de los dioses en la mitología romana. Es una copia de la original que se encuentra en el Museo del Bargello de Florencia. Además, cuenta con una réplica en el Museo del Louvre, Francia. Se ubica en el poniente del parque, cerca del estanque circular.
- Las danaides o comadres: Representa a dos mujeres que parecen llenar la fuente con sus cántaros. Hace alusión al mito de las 50 hijas de Dánao.
- Venus conducida por céfiros: Fue mandada a hacer por la emperatriz Carlota y representa a la diosa romana de la belleza y el amor.
- Neptuno: Es una de las fuentes más imponentes del parque y representa al dios del mar, quien parece emerger de éste. Es muy similar a la estatua de Neptuno de Santiago de Chile.
El Hemiciclo a Juárez
Continúa tu paseo por el parque visitando el Hemiciclo a Juárez, un impresionante monumento de mármol que recibe a los paseantes que llegan a la Alameda desde Avenida Juárez. En la parte central observarás un medallón rodeado de laureles que dice “Al Benemérito Benito Juárez. La Patria”. Por su parte, en la parte superior verás dos alegorías: la Patria y La ley. Antes, en el lugar que ocupa el Hemiciclo se encontraba un quiosco morisco que también es digno de conocerse, pero para verlo tendrás que ir a la colonia Santa María La Ribera.
Museo Mural Diego Rivera
DINKtravelers, tu guía de viajes internacional, te recomienda complementar tu paseo por la Alameda con una visita al Museo Mural Diego Rivera. Ahí se encuentra el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda, inspirado en la historia del parque y en la historia de México. Muestra cómo las personas se han apropiado del parque y la forma en que La Alameda ha sido un fiel testigo de la vida mexicana. En el museo podrás pedir una visita guiada, donde te explicarán la historia del mural así como algunos los elementos de la historia de la Alameda que se encuentran plasmados en la obra.