La historia del Divino Pastor de Cantillana se remonta al siglo XIX, cuando la hermandad de la Divina Pastora se encargaba de traer para predicar a los sacerdotes más relevantes del momento. Las grandes familias pastoreñas daban cobijo y cuidado en sus propias casas de una manera extraordinaria a esas personas que se encargarían de exaltar a lo más importante que poseían ellas en su vida, su Pastora Divina.Es así como la familia Artal recibe como premio a su generosidad de manos de uno de los sacerdotes visitantes, tres imágenes del Niño de Dios, a cual de mejor calidad. El primero de ellos vuelve a llevárselo consigo el sacerdote donante, pues les indica a la familia que lo necesita como regalo para su próximo viaje, el segundo aún lo conservan como un tesoro los descendientes de esta familia, se trata de una bellísima imagen del siglo XVIII pasionista que llorando porta cruz de plata y se nos presenta vestido con una riquísima túnica negra bordada en oro y espejuelos. El último, el más bello y meritorio artísticamente, se comienza a ceder desinteresadamente desde el siglo XIX a la hermandad de la Divina Pastora para cultos y procesión, hasta que en 1990 doña Magdalena Artal Palomo en un gesto infinito de cariño hacia la Pastora Divina, dona oficialmente a la hermandad la propiedad del mismo, guardándose ella y sus descendientes femeninas el privilegio de vestir a la imagen para la posteridad. Es por todo esto la Hermandad de la Pastora, como en tantas cosas, pionera y única dentro de la Villa de Cantillana en tener y dar culto no sólo a la Santísima Virgen María sino también al hijo de Dios.
Esta magnífica imagen fechada en el último cuarto del siglo XVIII, es de cuerpo entero y antes estaba asentada sobre una peana tallada y bruñida en oro fino, cambiándola tiempo después a una de imitación de piedras para dar más impronta pastoril a la misma. Tenemos constancia gráfica de su incorporación en el paso juntó a su magnífica Madre en las primeras fotografías que se conservan a principios del siglo XX, más concretamente en 1905 nos encontramos con una fotografía donde se observa el paso en la iglesia, con su risco y en la parte inferior del mismo la graciosa presencia del Infante vestido de manera muy pastoril, con un conjunto blanco largo de lana, sombrero, cayado lleno de flores y un zurrón cruzado. Es así como por primera vez lo podemos ver, una indumentaria que ha variado mucho a lo largo del tiempo y que ha terminado por forjar una rica iconografía llena de simbolismo llegada hasta nuestros días.
Todo esto se complementa con una amplia gama de elementos como pueden ser sombreros, joyas, zahones o cayados, que iremos detallando un poco más adelante.
De la primera vestimenta blanca de lana que vimos antes pasa a vestir la imagen con pantalón de pana mucho más largó que el actual en color marrón oscuro, camisa blanca y sobre ella sus tradicionales pellicas de lana, en este caso cardada a mano, dando como resultado una apariencia mucho más voluminosa que las que se le ponen en la actualidad. De esta forma se podía ver durante todo el año acompañando a su Madre, sin variar en color o estilo.
Fue a principios de los años 90 cuando se piensa en cambiar su forma de vestir, dándole una estética más favorecedora a la imagen. Se le acortan las calzas por debajo de la rodilla y se utilizan nuevos tejidos de colores y materiales para la realización de los mismos, dejando a un lado la variante más rústica del marrón y el tejido de pana de antaño.Es a partir de ese momento cuando comienza a forjarse uno de los mejores ajuares que se guardan en la Villa, no sólo por lo textil, también se comenzó a realiza un conjunto de joyas, todas ellas llenas de simbolismo, que se han fusionado con éxito en la estética del Pastor, hasta el punto de ser casi imprescindible para los ojos de sus hijos cantillaneros elementos como los zurrones, bolsos, cuernas o fajines sobre una de las imágenes de más valía y devoción de este pueblo sevillano.
Dentro del interminable ajuar de la imagen dividiremos su contenido en dos bloques, en primer lugar el textil y a continuación sus joyas y complementos:
TEXTIL
~PELLICAS: El cambio estético de la década de los 90 fue bastante importante, de las abultadas pellicas de lana cardadas a mano se ha pasado a unas mucho más acordes para la bella figura del Infante, teniendo ahora un gran número de ellas, entre las que destacan la pellica de salida, realizada en piel de cordero en manga larga y rematada por encaje metálicos en oro del siglo XIX. Para diario se suelen utilizar de lana de manga larga, esta vez menos cardadas y sin tanto volumen como las de antaño, ribeteadas con galones y encajes antiguos. Existen también varias de ella sin mangas ribeteadas en cuero marrón o en pasamanería de color a juego con algún pantalón dando como resultado una graciosa y bucólica visión de la imagen. Se le suele ver este tipo de pellica puesta en fechas como la Romería, donde como un romero más el Divino Niño se remanga su camisa para iniciar el camino que dejara el pueblo vacío para llegar a la aldea que da nombré su excelsa Madre.
~CALZAS:
- De salida; se ha buscado para el día más importante del año varias prendas de la más alta calidad. Suele sacar para esta fecha dos pantalones bordados en oro en estilo taurino, recordando los minuciosos bordados de los trajes de luces, sobre tela de raso en dos tonalidades rojo y rosa (este último es el que se le ha podido ver estos últimos años). El diseño de los bordados de estas dos prendas es de estilo vegetal, destacando preciosas ramas y flores realizadas en oro con lentejuelas, cordones, canutillo y pedrería.
-Celeste; se suele utilizar para la festividad de la Inmaculada Concepción, se trata de una prenda bordada en oro con diseño vegetal, que se complementa con una pellica sin mangas y ribeteada con una cinta de raso también en celeste.
-Rosa; utilizada en diferentes es pocas del año. Se trata de una preciosa prenda en raso bordada en oro con un diseño asimétrico compuesto por espigas de trigo y racimos de uvas realizadas con perlas blancas, aludiendo todo ello al pan al vino eucarísticos.
-Blancas; es el color más repetido en el armario del Niño, puede ser porque recuerde la iconografía más primitiva de la imagen, en este color tiene la primera calza que se le hizo después de las marrones de pana, realizada con un brocado del S XIX. También posee otra bordada en cordón de oro con un diseño simétrico y recientemente ha estrenado un conjunto en borreguito que pretende recordar su vestimenta más antigua.
-De brocado; posee gran número y de diferentes estilos, colores y calidades. Se. Suelen utilizar en el camarín durante el año cuando no hay ninguna festividad litúrgica que exija color definido.
-Morada; estrenadas recientemente en la cuaresma como color penitencial.
-Verde; bordadas en oro sobre tisú de oro de tonalidad verde. Tiene un diseño rocalla que ha sido sacado del manto de su bendita madre, de esta forma se ha querido conseguir una conjunción entre ambas imágenes. Esta prenda es uno de los estrenos de este mes de Septiembre.
~FAJINES:
Se trata de pequeñas piezas de tela rectangulares que tiene la función de ceñir la cinturilla del pantalón y la camisa a modo de cíngulo o cinturón. Posee de muchos estilos, telas y colores, destacando las bordadas como la de salida del S XVIII con flores en oro y espejuelos, o los bordados de estilo taurino como una roja. Se completan con otras en varias tonalidades como blanco, verde, rosa....
~SOMBREROS:
Es una de las prendas básicas dentro de la iconografía pastoreña y como tal no podía faltar en el armario del Divino Pastor.
Generalmente El Niño lo porta en su espalda graciosamente colgado, pero en algunas ocasiones, como en la romería pastoreña o en los traslados, suele llevarlo puesto lo que le da una estampa única.Cuenta con una buena colección de los mismos, muchos de ellos a juego con los de la Madre y todos ellos realizados con encajes metálicos en oro y flores de colores.Destacan tres de ellos de bastante calidad;
-El primero de ellos de copa redonda y flores silvestres antiguas, procedentes de un fanal en tela de colores del siglo XIX.
-El sombrero de flores de talco de oro, se hace a juego con el que tiene su Madre, y llama la atención el que la copa está rodeada por una graciosa tira de terciopelo granate que en la parte trasera termina en lazo y del que le cuelgan dos pequeñas bolitas en oro. Fue regalado por el coro de la hermandad en el año 2009.
-Por ultimo uno de los más recientes y ricos fue el realizado en el año 2005 por las hermanas Rama de Brenes, a juego con su Madre y donado por una familia del pueblo, en oro, topacios y piedras preciosas, con un dibujo lleno de espigas de trigo y uvas. Esta completado por un pequeño conjunto de adornos vegetales y flores realizadas en piedras preciosas como corales, perlas, etc... Dando como resultado una espectacular pieza.
~ZAHONES:
Son utilizados para algunas ocasiones, generalmente para los caminos de la romería, y están realizados en cuero. Posee la imagen una amplia colección de los mismos, de distintas tonalidades, que suelen ponerse encima de unos pantalones largos de terciopelo marrón claro.
JOYAS Y COMPLEMENTOS
~CAYADOS:
-Oro de salida; magnífica obra realizada en oro y piedras preciosas realizado en Córdoba por el afamado orfebre Manuel Valera y que fue regalado por su pueblo de Cantillana con motivo del tercer centenario de la advocación pastoreña en prueba de su amor y su eterna devoción. Se trata de una obra de singular valía y belleza, llena de simbolismo donde entré infinidad de elementos podemos encontrar espigas y vides, alusivas a la eucaristía. Como dato anecdótico en la cabeza del mismo podemos ver como tres espigas de trigo se inclinan dando como resultado la figura de una cruz, por la cual el Divino Niño nos indica cual es el camino que han de seguir sus ovejas.
- Madera; la imagen más clásica del pastor es con su cayado sencillo de madera, también conocido como "porrita", es el más antiguo que conserva y hasta hace no muchos años también lo sacaba en el paso, algunas veces se le ha adornado con flores de tela.
-Plata de diario; se trata de una obra más sencilla en plata lisa que suele alternar en camarín con el de madera.
~ZURRONES:
Realizados en diferentes materiales, destacando el de salida del S XIX en raso blanco bordado con canutillo de oro. Suelen imitar los de los atuendos pastoriles donde guardaban elementos como la cucharita de madera que lleva en algunas ocasiones el Divino Pastor. También los podemos ver de lana, cuero, etc...
~CUERNAS:
Tiene varias, realizadas con cuernas reales de marfil y rematadas con diferentes materiales. La función de este elemento era la de transportar líquido en ellas cuando los pastores viajaban. Las más importantes son las que tiene para salida, dos magníficos cuernos de jabalí con terminación en plata de ley y perlas, que son prendidos de la pellica por una cadena del mismo material. Están coronados cada uno de ellos por dos iniciales la O y la C (óleo y crisma) que son el nombre de los santos óleos que se bendicen el Jueves Santo y que se imponen en sacramentos como bautismo, confirmación, etc... Es por ello que el Pastor se nos presenta como el primer sacramento del que parten todos los demás.
~FLAUTA:
Donada en el año 2012 por el grupo de tamborileros de la hermandad y realizada por el joyero pastoreño Lucío Rodríguez García. Se trata de una pieza muy importante en plata, oro, lapislázuli y un brillante. Con su realización se quiso evocar una de las imágenes más antiguas que se conservan del Buen Pastor en las catacumbas de Roma, donde toca la flauta como símbolo de la melodiosa sinfonía de la verdad con la que atrae a las ovejas del rebaño. En la base tiene incrustada la estrella del Rey David, por ser la estirpe de la que desciende Cristo, al igual que en la base de la boca de la flauta encontramos sus iniciales J.H.S. en oro con un brillante en su centro. Para finalizar podemos ver como detalle en la parte trasera de la imagen le cuelgan dos bellos colgantes en lapislázuli de color azul
~CENCERRITOS:
Estrenados el pasado año para su salida y realizados también por Lucío Rodríguez García. Se trata de una pieza en plata de ley con topacios, brillantes y perlas, que encierra una importante carga simbólica.Se pensó que llevase tres cencerritos para evocar con su número el misterio de la Santísima Trinidad, todos decorados al estilo rocalla del XVIII por ser la época de realización del Niño y con incrustaciones de brillantes y topacios, consiguiendo así tener los colores azul y blanco de la hermandad pastoreña. Se encuentran engarzado cada cencerro a la cadena por una inicial J.H.S. (Jesús Hombre Salvador) iniciales del nombre de Cristo.En la cadena que cruza el pecho y espalda tiene colgadas un total de 99 perlas que recuerdan aquella primitiva oración de Fray Isidoro "....dejando 99 buscar la oveja perdida...", es por ello como vemos que Cristo lleva consigo a todos sus fieles hijos en todo momento, hasta cuando avanza para salvar a la oveja perdida.Cerrando la obra, en la espalda prende las iniciales M.A. de María, su bendita Madre que siempre va con él como Pastora Divina.Es por todo esto una pequeña pero a su vez gran joya, que gracias a su simbolismo ha terminado de completar la bella iconografía del Infante. Para diario posee otro juego en metal con gran número de pequeños cencerros, más pequeños que los anteriores. Se le han podido ver puestos en muchas ocasiones e incluso en muchas romerías, pasando al culto diario al estrenarse los anteriores.
~JOYAS:Infinidad de joyas de todos los materiales, estilos y tamaños, forman parte de su ajuar. Se podría contar como muy numerosos los regalos que a lo largo de la historia ha recibido la imagen como gratitud o promesa de manos de sus hijos, puesto que es una de las imágenes que más devoción sostiene en el pueblo. Destacan alguna de ellas muy simbólicas como un prendedor con medalla en oro que tiene grabado el nombre de sus donantes, los restauradores que hicieron un gran trabajo sobre la imagen, queriendo tener ese detalle como símbolo de amor y gratitud.
De esta forma hemos podido contemplar otra bella forma de ver a nuestro Niño, que se podría repetir en algún momento puntual del futuro, dada la belleza del resultado.
Después de leer todo esto los pastoreños nos podemos sentir orgullosos de tener el mejor ajuar que se conserva en Cantillana, tanto en imágenes, patrimonio como en historia y siendo conscientes de ello solo nos queda saber que tenemos una gran obligación en su labor de cuidado, difusión y engrandecimiento del mismo, para que día a día sigan siendo la Divina Pastora y su Divino Hijo seña de identidad y herencia de este gran pueblo sevillano. Y que al contemplar esta obra de arte paseando por Cantillana en el día más grande del año, sepamos el valor simbólico y doctrinal de este gran tesoro que guarda la iglesia parroquial de la Villa.
Ignacio Martos Sánchez de Puerta.