Historias de Conciliación: parte 2

Por Pilarmartinez @Pilar_Mtnez

Seguimos en la “Semana por la conciliación” luchando por visibilizar los problemas de conciliación que sufrimos las familias y haciendo todo el ruido posible en twitter.

Este es el nuevo cartel de las “quedadas tuiteras”:

Hace unos días publiqué la primera parte de las Historias de Conciliación en la que varias madres me habían dado su testimonio de conciliación o de NO conciliación.

Hoy publico la segunda parte porque debido al volumen de testimonios recibidos era imposible ponerlos en un sólo post (además, también recogí bastantes de esas historias en otro artículo en la revista Mujeres y Madres Magazine y si quieres puedes leerlas aquí).

Aquí te dejo los testimonios de hoy:

Mª Angeles Serrano

Mi conciliación fue pedir excedencia. Con mi primera hija con 6 meses tuve que meterla en la guardería porque ambos trabajamos y estamos solos en esta ciudad.

Lo pasé fatal porque tenía que andar sacándome leche en el baño del trabajo, además sufría mucho estrés por mi puesto de trabajo y ansiedad por dejar a mi pequeña en la guarde 5 o 6 horas todos los días. Así que cuando me quedé embarazada de mi segunda hija me di de baja pronto y saqué a mi hija de la guardería.

El mes que viene debería incorporarme pero no lo haré y me quedo en casita con mis niñas, una de 3 añitos y la otra de 4 meses. Estoy muy orgullosa de seguir con la lactancia con la mayor y ahora en tándem con la pequeña.

Anónimo

Te puedo contar la otra versión “curiosa” porque no suele pasar a menudo.

Hace años mi marido fue a una entrevista de trabajo en el pueblo donde vivíamos. Teníamos una niña de dos años. Como yo trabajaba a una hora de casa y la niña iba a la guarde cerca de casa, la pregunta que le hicieron fue: y si la niña se pone enferma irías tú a buscarla que estás más cerca o tu mujer? Respuesta: Como organice mi vida familiar, no es pertinente al puesto. Me pondrán pedir que cumpla requisitos y trabaje bien, no como me voy a organizar. Eso dicho muy educadamente. No le cogieron.

También por logística familiar que no viene al caso, en un momento determinado quiso coger la baja maternal compartida conmigo, su empleador de aquel entonces, se negó a firmarla y le dio los datos de dos personas para que vinieran a casa a ayudarme. Parece ser que es bastante común que se nieguen a firmar este tipo de bajas.

Por último, mi marido ha estado varios años con la reducción de jornada por cuidado de hijos. En resumen, que hay de todo en la viña, hombres que sí quieren o pueden reducir jornada para conciliar y otros que prefieren trabajar hasta tarde y llegar a casa con los niños duchados y cenados que también lo he vivido.

Almudena Muñoz

Madre soltera desde día 0 de mi primera hija así que me dediqué a coser portabebés y hacer arreglos.

No ganaba suficiente pero mis padres me apoyaron muchísimo y me ayudaron tanto económica como moralmente.

Al año empecé a trabajar y ellos cuidaban de la niña y al año y medio me mudé a Inglaterra donde la conciliación SI ES POSIBLE porque hay ayudas y apoyo para las madres, sobretodo si estas soltera..

Luego me casé y tuve a mi segundo bebé y la verdad es que de casa no me sacan

Soy doula, asesora de lactancia, coso portabebés y me estoy montando una tienda en etsy. Así mientras mi marido trabaja yo prefiero dedicarme a educar a mis hijos.

Anaïs Cerrillo

Yo soy autónoma. A la semana 16 se acabó mi baja (con la cual ganaba una miseria por cierto) y al no tener permiso de lactancia (porque como todos sabemos los hijos de las autónomas no necesitan comer) ni ningún otro ingreso, tuve que volver a trabajar.

Mi hija no quería ni biberón ni nada que no fuera su tetita y empezó a bajar de peso, así que tuve que volver a casa (y seguir pagando autónomo) sin poder irme a trabajar ni poder dejar a mi hija.

El local y todo el negocio está a mi nombre así que no podía dejar de pagar el autónomo porque entonces tendría que cerrar la empresa

Muy guay todo.

Paloma Cubillas

Doctora Ingeniero Industrial. Carrera docente universitaria que te requiere echar 12 horas de trabajo al día si quieres crecer, evolucionar y hacer currículum para tratar de conseguir tu plaza fija.

Tras 6 años de carrera profesional consigo acreditación de ayudante doctor, lo que me abre la puerta a una estabilidad de 5 años, estabilidad ficticia, porque en ese tiempo has de conseguir la acreditación a contratado doctor o cuando cumplan los 5 años vas a la calle.

El deseo de ser madre me llamaba desde los 26 años, ya tenía 31 cuando conseguí la acreditación de ayudante doctor, y con eso me bastó para lanzarme a ser mami, asumiendo que tendría que seguir trabajando duro aún con mi bebé.

Mi bebé nace y me cambia la vida. Mi perspectiva, mis prioridades son otras. Ya no estoy dispuesta a echar 12 horas de trabajo al día cuando me reincorpore de la baja.

Decido centrarme en mi hija y por tanto sólo centrarme en la docencia. Pero mi carrera investigadora se frena en seco, asumiendo el riesgo de que tendré que competir con los que no paren, o que quizás ni siquiera alcance la acreditación necesaria de contratado doctor antes de que finalicen mis 5 años de contrato temporal.

Consigo a duras penas la acreditación de contratado doctor pocos meses antes de que acaben esos 5 años. Acaban esos 5 años y sacan mi plaza a concurso público y aquí estoy, en ese momento en que dependo de que nadie que haya crecido más que yo, quiera mi plaza.

Las listas se han cerrado y estoy a la espera de la publicación provisional de candidatos. Mi carrera profesional en un hilo, con la posibilidad se quedarme en la calle, con 36 años, tras 13 años de carrera profesional universitaria, habiendo sido el segundo mejor expediente de mi promoción y doctora cum laude con tan solo 28 años.

Si pienso fríamente miro el lado positivo, he podido elegir pasar más tiempo en la crianza de mis hijos y bajar radicalmente mis horas diarias de trabajo sin que eso supusiera reducción de sueldo. Pero ahora, 5 años después puedo pagar las consecuencias de no tener un currículo competitivo, porque cualquier otra persona que o no haya tenido hijos o haya decidido criarlos de otra forma, ha podido seguir con sus 10-12 horas de trabajo al día sin haber renunciado a su CARRERA profesional. (Y lo pongo en mayúsculas porque esto es una carrera de fondo para simplemente aspirar a un puesto fijo).

Bueno… como consuelo me queda que de mis alumnos me llegan buenas referencias y que parecen que muchos de ellos me aprecian y valoran mi trabajo.Y que incluso he conseguido que algunos de ellos sientan especial predilección por la Termodinámica. Con eso me quedo, pase lo que pase en la resolución de la plaza.

Siento el rollo, pero en estas especiales circunstancias en que me encuentro, expectante, tengo que reforzarme, desahogarme y repetirme que “pase lo que pase piensa que les has podido dar lo mejor a tus hijos según tu forma de entender la crianza.Y eso no puede hacerlo todo el mundo”.

Jéssica Contreras (Somos emprendimiento global)

Soy madre de dos nenas, Arianne que va hacer en Octubre 4 años e Ivet que tiene ahora 17 meses.

Durante el embarazo de Arianne tuve que hacer frente a un despido por falta de trabajo, que aunque al principio fue bastante duro luego lo agradecí enormemente porque pude estar con mi hija durante sus primeros 19 meses.

Después volví al trabajo y a los 3 meses me quedé embarazada de Ivet. A los 4 meses tenía que incorporarme y evidentemente no fui capaz de hacerlo, no lo creí justo para ninguna, porque un bebé tiene que estar con su madre, así que renuncié a mi puesto de trabajo renunciando también a mi sueldo y a cualquier ingreso de ayudas, paro, etc.

Así que decidí emprender en el sector del social marketing, una industria que me ofrece trabajar para mi de una forma inteligente y desde casa o cualquier lugar que tenga acceso a Internet.

Esta ha sido la forma que he encontrado para mantener un equilibrio entre el ingreso y el tiempo de calidad que le dedico a mi familia, hoy me siento libre para seguir educando a mis dos soles desde el respeto y el amor, sin prisas ni condiciones. Gracias de nuevo por tu labor.

María Heralta (Pañales y más)

Yo emprendí porque fue la única forma en la que vi que mi #pochotito no fuera carne de horas y horas de guardería. Ni quería tampoco cargar a los abuelos demasiado y aún así para poder conciliar y poder sacar a delante la tienda, me ayudan mis suegros, algunas tardes para no tener que acostarme todas las noches a las 3 de la mañana y parecer una zombie total

¡Ojo! no todas las tardes pero es de agradecer.

¿Qué te parecen estas historias  de conciliación? Deja tu comentario con tu historia.