Y claro, como les dije al principio, la vida es un búmeran, porque a medida que vamos creciendo nos damos cuenta de que lo que uno consideraba como verdad absoluta en una etapa de la existencia, puede derrumbarse de un momento al otro. Desde que soy madre me encuentro haciendo y pensando muchas de las cosas que le criticaba a la mía. Ahora entiendo eso de que “mi bebé” o “mi nena” va a ser así por siempre, y fantaseo con que nunca llegue el momento en el que mi hija me diga “¡salí mamá!” cuando la quiera llenar de besos, o que se avergüence de mi cuando esté con sus amigos. Pero claro, seguro que eso va a pasar y después le tocará a ella estar de éste lado, y así será por el resto de los días, en las historias de madres e hijos.
Y aprovechando la mención a mi madre, a quien le encantaba el café, les quiero compartir una receta ideal para hacer en veranito y refrescarnos un poco, un Capuccino Frappé.
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