Señala Jon Juaristi en Los árboles portátiles que la Unión Soviética se
dedicó a perseguir con saña a todos los disidentes exiliados, valiéndose para
ello de los partidos comunistas extranjeros, que no eran nada más que prótesis
que obedecían a su amo. Así, sostiene Juaristi en el que capítulo en el que habla de Víctor Serge que "Andreu Nin su dirigente más conspicuo y
antiguo amigo de Serge, fue secuestrado por agentes soviéticos y asesinado en
Alcalá de Henares. En España, los soviéticos, con la colaboración de los
comunistas españoles, asesinaron a Marc Rhein, hijo del dirigente menchevique
Rafail Abramovich, al troskista austriaco Kurt Landau y al checo Erwn Wolf, que
había sido secretario de Trotski. Las brigadas internacionales realizaron sus
propias pulgas bajo la dirección del estalinista André Marty. En Suiza
fue asesinado el tránsfuga de la GPU Ignaz Reiss, y en Bélgica Georgui Agavekov,
que había denunciado las operaciones de la NKVD de en el exterior. La prensa
comunista francesa y belga acosaban hacer eje, lanzando contra el imputaciones
de traición y de haberse puesto al servicio del fascismo".
Estos son los héroes...