No quiero que penséis que soy una perversa; lo recuerdo como algo repulsivo, pero a la vez muy excitante. Es extraño el ser humano, ¿verdad?
Historias Inconfesables
Hace poco me llegó, a través de Luhu Editorial, la obra de un escritor para mí desconocido, Pedro Molina,
Sus Historias Inconfesables son un viaje al mundo del erotismo a través del relato corto. Decía una gran y perversa escritora, Anaïs Nin, que "el erotismo es una de las bases del conocimiento de uno mismo, tan indispensable como la poesía" y creo yo que tenía mucha razón. El escritor escribe, en muchos casos, para explicarse lo que le rodea y en temas de erotismo, sexo y amor, hay mucho por comprender. De hecho, este tipo de literatura nos acompaña desde siempre, con mayor o menor especificidad en la descripción de los hechos según épocas y censuras, pero siempre con la intención de despertar el deseo en el lector. Hemos de tener en cuenta que las palabras por lo general consiguen con mayor éxito que las imágenes despertar nuestra imaginación, por lo que la literatura erótica es siempre una buena compañera. En el libro de Molina nos encontraremos con distintos personajes y distintas situaciones en que el sexo estará presente desde la primera hasta la última palabra; las pasiones, a veces reales y a veces imaginarias, son el pulso vital de sus protagonistas. Vocabulario sin tapujos e historias muy inconfesables.