Lo mismo sucede con otras situaciones de nuestra vida: no somos islas. Quienes quieran lograr el éxito, deben ayudar a que su prójimo también lo tenga. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.
Tomado de: estrenando-dia.blogspot.com