Historias reales de Cuba que no se cuentan

Publicado el 07 diciembre 2017 por Santamambisa1

Por J. M. del Río

Las personas que se respetan en el mundo se han sentido ofendidas por lo que acaba de sucederle al “Indio Sabio[1]” Evo Morales, Presidente del Estado multinacional de Bolivia. Las naciones que integran UNASUR, CELAC, ALBA, Organización de Países no Alineados, CARICOM; en fin todos aquellos países que habiendo sido víctimas del colonialismo, ahora se presentan en la palestra pública ungidos de digna emancipación, proclaman a los cuatro vientos su indignación por el tratamiento humillante y discriminatorio que recibió el primer presidente surgido de las entrañas de los pueblos autóctonos del continente americano, cuando habiendo cumpliendo con todos los requisitos técnicos y legales, intentaba regresar en su avión presidencial a su país y fue abruptamente obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Viena, por la prohibición de sobrevuelo y aterrizaje que, cumpliendo órdenes del “big brother” imperial, le impusieron las autoridades de las antiguas potencias coloniales: Francia, Portugal, Italia y España, devenidas colonias ellas mismas.

Esto sucede al mismo tiempo que el “turista” de la llamada “oposición interna cubana” Guillermo Fariñas, al “riesgo de su vida”, soportando “incómodos hospedajes y comidas y bebidas a las que no está acostumbrado”,  va como saltimbanqui de un país a otro, con todos sus gastos cubiertos, incluyendo en eso alguna que otra aventurilla de menor importancia, en compañía del caballero Omar López Montenegro, quién ostenta la doble titularidad de monigote, por ser asalariado de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) por un lado y empleado del Gobierno Federal de los EE.UU. por el otro;  esgrimiendo falaces argumentos para que los parlamentos y gobiernos de la culta y civilizada Europa mantengan una posición inflexible contra el Gobierno cubano, aunque con eso afecten principalmente al pueblo que dicen defender.

Así tenemos que este “turista opositor”, conjuntamente con el fantoche por partida doble, se han presentado en el “Bla-bla-mento[2]” europeo para recibir uno de esos premios, que han sido creados por los diseñadores de la subversión anticubana, para intentar la fabricación de “cabecillas”, a la vez que justifican y “blanquean” la entrega de fondos del gobierno de los EE.UU. para ese tipo de actividades. “El Coco” Fariñas no ha tenido escrúpulos en solicitar abiertamente la ampliación de esos fondos, en fin de cuenta él se considera un “disidente” de primera clase.

Hay que reconocer que estos personajes han descubierto un filón de oro en sus actividades como disidentes. Éste es otro de los que han aprovechado las facilidades con que cuentan ahora para viajar, para dejar abierta una o varias “cuentecillas” en bancos extranjeros, para cubrir la retaguardia y para que sus congéneres no le reclamen más de lo debido. Los otros son Yoanni Sánchez (la que más plata acumula), Elisardo Sánchez Santacruz, Bertha Soler, Antonio Rodiles y Eliécer Ávila.

Antes que el Gobierno Revolucionario ampliara las facilidades para la creación de pequeñas empresas y para el trabajo por cuenta propia, estos ideólogos del billete  ya habían creado su modus vivendi “individualista” y en los periplos que han realizado han recibido entrenamiento en técnicas de subversión y en mañas administrativas para que el billete se emplee como el “big brother” desea, al tiempo que  sus cuentas personales se mantienen incólumes.

En Venezuela el refrán: “Cachicamo (armadillo) hace cueva para lapa (roedor)”, se dice cuando los extraños acuden a aprovecharse de lo que otros han construido con mucho trabajo. Esta claro que los personajes antes mencionados no quieren que los confundan con el cachicamo y por todos los medios intentarán evitar que las lapas (disidentes de segunda y tercera categoría) les reclamen  la “platica” que el “big brother”  les facilita, porque no quieren “verse en el pico del zamuro”.


[1] Así lo llamó en alguna ocasión, el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.

[2] Modismo coloquial para referirse al parlamento donde todo es bla-bla-bla.

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Por Arthur González

Siempre hay personas que están prestas a contar historias tergiversadas y falsas de Cuba, porque no soportan que su pueblo haya construido una sociedad socialista desafiando las sanciones de Estados Unidos, y ocultan muchas verdades y proezas de un país que resiste la guerra económica más brutal y larga de la historia mundial.

Recientemente se han publicado varios artículos sobre historias deinformantes de la Seguridad del Estado cubano, divulgadas en medios de Estados Unidos y de otros países, intentando desacreditar a la Revolución, incluso historietas divulgadas en comics, encargadas por la organización Amnistía Internacional, esa que es sostenida con financiamiento yanqui para condenar a los que no siguen su política.

Todos los relatos hablan de supuestas vivencias de informantes, que después de un tiempo colaborando con la Seguridad se arrepienten y se pasan al bando de los yanquis.

Esos informantes narran ahora que los reclutaron para vigilar a sus compañeros de estudios y reportarle a la Seguridad sobre sus verdaderas ideas y planes futuros, pretendiendo brindar una visión infernal de Cuba, pero ni una palabra del por qué desde el mismo año del triunfo revolucionario, fue necesario crear un órgano capaz de descubrir y cortar los planes que la CIA organizaba contra la naciente Revolución.

Nunca se han expuesto en artículos e historietas publicadas por Amnistía Internacional, que el 28 de enero de 1959, a solo 27 días del triunfo, en Miami los testaferros del dictador Fulgencio Batista, bajo las orientaciones de la CIA, constituyeron la primera organización contrarrevolucionaria para invadir a la Isla, a la que bautizaron como La Rosa Blanca, dirigida por Rafael Díaz-Balart.

Menos aún mencionan los cientos de actos terroristas perpetrados por organizaciones contrarrevolucionarias abastecidas por la CIA, en la que murieron decenas de personas, ni que poco a poco la Seguridad cubano logró desmantelarlas, gracias a la inteligencia y creatividad de miles de informantes voluntarios que llegaron a convertirse en los principales líderes de las misma, engañando a profesionales oficiales de la CIA.

¿Por qué nunca relatan los planes para asesinar a Fidel Castro, todos frustrados, en los que muchos informantes jugaron un rol protagónico?

Hasta filmes se exhiben hoy con guiones de escritores cubanos, donde se intenta desprestigiar a la exitosa Seguridad cubana, pues les duele profundamente no haber podido vencer la sagacidad de esos agentes que lo dan todo por salvaguardar la soberanía de su patria.

Las bandas de los alzados en las montañas del Escambray cubano, fueron inundadas por agentes pagados por Estados Unidos, pero gracias a los agentes de las Seguridad cubana, como Alberto Delgado, permitieron conocer sus planes criminales y eliminarlas totalmente. Alberto al ser descubierto, fue asesinado vilmente por aquellos bandidos al servicio de la CIA.

haciéndoles creer que 30 agentes cubanos supuestamente trabajan para ellos, poniendo en ridículo a la Agencia, al denunciar por la TV cubana en 1987, el trabajo sucio que pretendían ejecutar contra la economía, la salud y la agricultura cubana.

Esa denuncia, la más escandalosa en la historia de la CIA, fue silenciada por la prensa oficialista yanqui, sin embargo, veintiún años después, fue calificada por el ex oficial CIA Ishmael Jones, en su libro “The Human factor: Inside the CIA’S Dysfunctional Intelligence Culture”; Encounter Books, New York and London; 2008; pp. 33-35, como una muestra de la mala profesionalidad de esa Agencia de Inteligencia.

Otros agentes cubanos penetran hoy los grupúsculos contrarrevolucionarios, entrenados, abastecidos y financiados por Estados Unidos, ridiculizando su motivación monetaria.

Esos que reciben dinero por intentar desprestigiar lo que respetan otras agencias de inteligencia, incluidas las estadounidenses, o aquellos que escriben guiones de filmes sobre esa temática para ganar resonancia en Miami, no hablan de que la CIA utilizó al asesino terrorista Luis Posada Carriles, para espiar a otros exiliados anticastristas, muchos de ellos sus propios amigos y compañeros de quehaceres contra Cuba, según documentos desclasificados.

Un memorando de noviembre de 1976 enviado por el director de la CIA al director del FBI, dice textualmente:

“…a partir de agosto de 1966, Posada fue utilizado únicamente como informante de las actividades de la Representación Cubana en el Exilio (RECE)”, organización basada en Miami en la que militaba Jorge Mas Canosa, presidente de la llamada Fundación Nacional Cubano Americana, radicada en la Florida.

También fue utilizado para monitorear los pasos del contrarrevolucionario Orlando Bosch, coautor de la voladura de la aeronave de Cubana de Aviación.

Si Cuba no hubiese contado con sus Órganos de Seguridad y de miles de cubanos dispuestos voluntariamente a participar en el enfrentamiento a los actos terroristas diseñados por la CIA, unido a la fuerte y permanente actividad de espionaje que busca afectar su economía y el desencanto de su pueblo, la Revolución no habría resistido las consecuencias de la Operación Peter Pan, el Plan Mangosta, las acciones terroristas, la guerra biológica, ni los planes para asesinar a Fidel Castro.

A los que les duele la resistencia de los cubanos y la actitud de aquellos que solo por su amor a la patria colaboran sin cobrar un centavo, que sigan emborronando páginas con calumnias, pues la vida diaria se encarga de desmentirlos, porque como apuntó José Martí:

“Las revoluciones hermosas no tienen necesidad de los soldados mercenarios”.


Archivado en: Cuba Tagged: atentados, CIA, estados unidos, operación Peter PAn, Orlando Bosch, Revolución Cubana, Seguridad del Estado, Terrorismo en Cuba