"Los nazis estadounidenses prepararon todo para que el líder del Tercer Reich pudiese gobernar desde allí todo el mundo".
Adolf Hitler tomó la decisión de hacerse una casa en Hollywood en 1933, año en el que los nazis tomaron el poder en Alemania. Desde aquel idílico paraje, en unos Estados Unidos supuestamente nazis y controlados por el Reich de los Mil Años, el «führer» iba a hacer y deshacer la política mundial a su antojo. Los filonazis de los Estados Unidos en los años 30, los «camisas plateadas», estaban tan convencidos de que la victoria de Hitler en la Segunda Guerra Mundial era inevitable que se gastaron millones de dólares en la construcción de este complejo de lujo a la espera de la llegada de su «führer». Según ha publicado Daily Mail, un espía alemán de nombre Herr Schmidt convenció a la nazi estadounidense y rica heredera Jessie Murphy para que «invirtiese» en la futura casa californiana de Hitler cuatro millones de dólares, que hoy serían unos 66.
La casita del Fürher en Hollywood....
El complejo disponía de un gran tanque de agua, 22 habitaciones, jardín para el cultivo de vegetales -Hitler era vegetariano- e incluso un búnker. Cuando terminase la guerra iba a ser ampliado con financiación alemana. Tendría una piscina, cinco bibliotecas, un gimnasio y varios comedores más.
Pero cuando los Estados Unidos entraron en la Segunda Guerra Mundial después del bombardeo japonés a Pearl Harbor, las autoridades del país echaron a los aproximadamente 50 nazis americanos que vivían en la que estaba destinada a ser la mansión hollywoodiense de Adolf Hitler. Tras la guerra, llegaron a vivir en la mansión una colonia de artistas y el novelista Henry Miller.
Depósito de agua
El edificio, muy próximo a las casas de conocidos actores y directores de cine como Steven Spielberg, ha atraído a curiosos, historiadores y neonazis. Está planeado que las palas excavadoras derriben el complejo para hacer sitio a una nueva zona habilitada para la práctica del pícnic. Hitler no pudo estrenar su casa californiana. En vez de vivir sus últimos momentos frente al Pacífico los pasó en un búnker en Berlín, donde acabó suicidándose.
Fuente: Diario ABC