¡Ho, ho, ho!… ¡Feliz gasto navideño!

Por Sovic @Sovic10
Pues sí, porque en eso se han convertido las Navidades, en un gasto. Lo único positivo es que casi todo el mundo tiene vacaciones, aunque a más de uno le toque trabajar para que los demás puedan disfrutarlas. Es el caso de los camareros y gente de hostelería, servicios de limpieza, controladores aéreos…
Porque yo me acuerdo que de pequeño las navidades se vivían diferentes, o al menos es la sensación que me da a mí. La familia se reunía en casa de uno, generalmente la nuestra que era la más grande, incluso mis tíos de Madrid se quedaban a dormir en nuestra casa para no ir a un hotel. Se hacía la vida en familia. Los pequeños, mis primos y yo, teníamos un regalo (bueno, yo a veces dos porque cumplo años el 23) y nos pasábamos el día jugando con ellos en casa o en la calle con los demás niños del barrio.
Pero, ¿qué se hace hoy? Muchas personas se van de viaje a sitios en los que estar más calentitos, como el Caribe, las Bahamas, Corea del Norte (¿qué? ahí la situación ¡está que arde!).  Los niños ya no piden juguetes, ahora piden el último móvil del mercado, la última consola o el último videojuego, y si no lo consiguen hay que llevarlos al psicólogo porque en el colegio van a ser unos fracasados.
Resulta que si no te vas de viaje tienes que salir a cenar con, primero tus compañeros de trabajo que la cena ya no la paga la empresa, segundo tus amigos y no al chino precisamente que “un día es un día” (¡cojones!, que cenamos cada dos por tres), luego la familia porque “¿cenar en casa? ¡quita, quita! que luego hay que limpiar, y un día es un día”, y si tienes la desgracia (en este caso se entiende) de pertenecer a alguna asociación, última cena con ellos. Suma a esto los regalos tipo “amigo invisible” o los de rigor de “eh jefe, un detallito”.
Luego está el salir en Nochevieja, nada más tomarse las uvas en casa si no has cenado de nuevo fuera, que no veas cómo se ponen los garitos, que por un cubata te clavan un 20% más haciendo uso de la ley no escrita que proclaman desde tiempos inmemorables cuando suben los precios porque sí, eso de “es lo que hay”.
Claro está, para estas ocasiones hay que ir vestido como si fueses a desfilar por la Pasarela Cibeles, así que te has dejado media paga extra en modelitos.
Y algo que es de lo que más me jode a mi… eso de “mira que si toca vas a ser el único que no deje el curro”… porque yo no juego a las loterías más que en navidades (bueno, algún EuroMillones con la misma excusa), pero es que terminas teniendo más lotería que en la administración…
Así que, por mí, ya puede de nuevo llegar febrero, que mi rutina semanal es muy tranquila y, sobre todo, económica.
Aunque algo bueno tenían que tener las navidades sí…