Hockey Hielo: Diario de viaje. Objetivo: Mannheim (4 y final)

Por Contralatanca

La aventura se acaba. Es la ultima jornada, pero en unas cuantas horas nuestros jóvenes jugadores experimentan casi todas las sensaciones posibles: expectación, resignación, ilusión, decepción, satisfacción, agradecimiento y seguro que pena, porqué todo llegaba a su fin.

CUARTO (Y ULTIMO CAPITULO)

Jueves, 30 de diciembre de 2010

Partido nº 9: Team Barcelona 1 – Mad Dogs Mannheim I 3

Ya de entrada hemos comenzado mal el día, porque Javi tenía dolor de tripa y no se ha podido cambiar para el partido. Juan también estaba bastante fastidiado, otro con dolor de tripa; aún así, se ha cambiado para intentar hacer algo. Pablo ha salido al hielo con un tremendo moratón en el brazo, recuerdo de un “tiburón plateado” con nombre de vodka (¡Smirnov!) durante el último partido de ayer, y Joan tampoco se encontraba demasiado bien. ¡Vaya panorama!  

Aun así, hemos salido al hielo a dar todo lo que nos quedaba dentro. Sobre el minuto 15 teníamos el partido donde lo queríamos, empatados a uno y luchando como leones. Un error tonto nos ha costado el segundo gol, y ya no ha habido tiempo de remontar. ¡Pero de nuevo le hemos metido el miedo en el cuerpo a uno de los mejores equipos del torneo (han acabado terceros al final)! Tanto miedo les hemos metido que su entrenador ha pedido un tiempo muerto hacia el final porque se veía venir la remontada. Si hubiésemos aguantado el empate un rato más, seguro que la armamos, porque los Mad Dogs estaban muy nerviosos. 

Partido nº 10: Team Barcelona BCN 1 – IHC Leuven 2

Otra vez nos hemos quedado con la miel en los labios, y de nuevo se nos ha escapado un partido por muy poco. Aún así, tenemos que reconocer varias cosas: al comenzar el partido nos han metido dos goles tontos y luego nos ha tocado remontar, cuando estábamos en plena remontada el árbitro nos ha escamoteado dos claros penalties a nuestro favor, cometidos sobre Mikel y encima ha echado a un jugador nuestro durante diez minutos por protestar. Estábamos bastante indignados, pero el “coach” nos ha exigido que nos olvidáramos de eso y mantuviéramos la concentración. 

Todo junto han sido demasiados obstáculos, pero aún así lo hemos intentado hasta el final y casi lo conseguimos. Eso sí, la bronca que nos ha caído al acabar el partido ha sido de órdago. El entrenador estaba muy enfadado por esa expulsión de diez minutos, porque –a pesar de ser muy rigurosa- era totalmente innecesaria y quizás ha sido el factor determinante del partido. Nunca lo sabremos, pero pensamos que hemos aprendido la lección: la tontería de uno perjudica a todo el equipo. La bronca ha durado unos diez minutos…

Con esta derrota hemos bajado al octavo puesto, porque estábamos todos muy ajustados en puntos. ¡Y mira que nos bastaba un empate para quedar quintos! En cualquier caso, y dejando de lado esa última bronca, acabamos el torneo con la cabeza bien alta.

Final y entrega de premios

Tras ese último partido nos hemos duchado a toda prisa, hemos dejado listas las bolsas de hockey y nos hemos apresurado a ver, con ciertas dosis de envidia, la gran final entre el KHL Chomutov y los Silver Sharks Moscow. ¡Vaya partidazo! La mayoría de nosotros iba a favor de Chomutov, porque no le perdonamos a los rusos que nos metieran ocho goles. 

Al acabar el torneo se ha celebrado una ceremonia de entrega de premios sobre el hielo, con presencia incluso del Alcalde de Mannheim. Nuestro entrenador ha estado hablando un buen rato con él, no sabemos bien de que, pero parecían muy amigos. Elena, que fue nuestro capitán en el primer partido, ha salido a recoger el trofeo que nos acredita como octavo clasificado y los diplomas correspondientes. No nos hemos quedado conformes con este resultado, porque pensamos que deberíamos haber estado más arriba, pero ahora ya no lo podemos cambiar.

Además, nos han otorgado el trofeo al Fair Play, y eso sí que nos ha hecho una ilusión bárbara. Este trofeo lo han recogido nuestros dos porteros, Lucas y Max, porque se lo merecían, y después lo hemos celebrado todos juntos en el hielo como si hubiésemos ganado el torneo. ¡La Copa al Fair Play es incluso más grande que la del primer clasificado! Al final ha resultado que el rollo sobre “juego limpio y respeto” del entrenador ha servido para algo. Además, todos regresamos a casa con banderines, pins, adhesivos y recuerdos de los equipos participantes, y el problema va a ser convencer a nuestras madres de que nos los dejen colgar en la pared de la habitación. 

Conclusión

Nos lo hemos pasado estupendo durante todo el torneo, porque hemos disfrutado como enanos jugando contra unos equipos a los que normalmente no tenemos acceso. Es un gustazo ver a equipos como los Silver Sharks y Chomutov disputar la final, patinando a tope en cada cambio y luchando siempre cada pastilla. Todos nos hemos propuesto hacer lo posible para llegar a ese nivel de juego, y aunque sabemos que es complicado, tenemos mucha confianza en nosotros mismos. El grupo ha estado fenomenal durante todo el torneo, todos nos hemos apoyado sin hacer distinción del equipo de origen. El entrenador y la delegada no han parado de repetir aquello de “juego limpio y respeto”, y les hemos hecho caso todo lo que hemos podido.

Ah¡ y no nos podemos olvidar de agradecer a los Mad Dogs el trato súper-exquisito que nos han dado, porque nos han acompañado a todas partes y se han desvivido porque estuviésemos a gusto.

A todos nos gustaría poder repetir la experiencia en futuros torneos, y ya hemos recibido invitaciones de París, Amsterdam y otros países. Tenemos que amortizar estas camisetas rojas, ¿no? 

Y por último, todo el equipo también debe agradecer muy especialmente a Carmen Ceresuela, Joana Bou, Aitor Martín y Pablo Mendizábal su excelente labor de apoyo durante todo el torneo, realizando labores de delegada, aguadores, “correveidiles”, porteadores de sticks, sanadores de golpes y heridas, consoladores ante los reveses de la vida y, sobre todo, grandes dadores de moral en todo momento. Aitor, Joana y Pablo hubiesen preferido estar sobre el hielo para ayudar en lo posible, pero su edad no lo permitía. Muchas gracias de todo corazón.

Todo y el buen trabajo de los españoles, el equipo Mad Dogs Mannheim I, jugava en casa y no se dejó sorprender.

La posibilidad de finalizar en 5a posición se jugó contra los belgas del IHC Leuven. Por poco, pero no pudo ser.

Haciendo amigos, una vez recogidos los premios.