Situado entre Hanoi y Ho Chi Minh dicen que es el Vietnam auténtico, que se ha de ver y no te lo puedes perder. El avión o el tren te dejan en Danang desde donde has de coger una lanzadera, por 100k, o un taxi por 400k. Su casco antiguo está en la lista de patrimonio de la humanidad de la UNESCO. A mí me ha parecido un poco demasiado turístico, todos los españoles que no he escuchado en un mes se han amontonado para venir aquí a comprarse ropa y calzado a medida.
Hay dos cosas que hacer en Hoi An, ir a la playa o visitar el barrio histórico. Y saliendo un poco se puede ir a My Son y a la montaña de Mármol. Como sólo tenía dos días y no me acababa de convencer el templo ni la montaña me quedé en la ciudad. La playa es gratis, pero está un poco lejos. De hecho la recepcionista de mi hotel, sí he dicho hotel, me informó que hay dos playas An Bang que clasificó como la limpia y Cua Dai que es la llamada bonita. El único día que el monzón decidió no atacar caminé los 6km que separan la playa An Bang de la ciudad vieja pero lo normal es alquilar una bici, una moto o coger un moto/taxi de los que hay por todos lados a precios muy razonables. Desde la ciudad hasta la playa de An Bang puedes ver los campos de arroz a cada lado y los búfalos de agua metidos en su interior. Por cierto el arroz no es necesario plantarlo en campos inundados de agua pero hacerlo evita muchas plagas, por eso hay tantos campos en el sudeste asiático y China.
Una vez en An Bang pude disfrutar de 5 kilómetros de playa para mi sola con excepción de unos metros al principio y al final que es donde llegan las carreteras. Más adelante está Cua Dai pero después de caminar 11 kilómetros había tenido suficiente y todavía me quedaban 7 u 8 más de vuelta. Desde la distancia y por las fotos que he visto Cua Dai parece estar plagada de los turistas de los resorts así que me alegro de haber ido a An Bang donde encontré una pelota de corcho y pude jugar a lanzar la pelota contra el mar y correr con la mochila en la espalda como si no hubiera mañana sin que nadie me mirara raro.
La ciudad antigua está plagada de turistas, no entiendo por qué lo llaman el auténtico Vietnam. Incluso escuché a un señor saliendo de una tienda de souvenirs con el precio marcado en dólares preguntarle retóricamente a su guía -Esto es el autentico Vietnam, verdad? Tu presencia implica que no, pensé, pero eso no quita que haya cosas preciosas como las velas bajando por el río por la noche. Y que la multitud de turistas te camufle para sacar la cámara gigante sin dar el cante. Para empezar la entrada a la ciudad antigua son 120000 dongs, 4 euros, y te da acceso a 5 construcciones y museos de su interior. Si no vas a visitar las construcciones no se tienen porqué pagar los 120k dongs pero el dinero sirve para mantener la ciudad. Para ser Vietnam los precios están inflados pero no son especialmente caros. La cerveza se anuncia por 3000dongs, 11 céntimos, y para los pringados como yo que no bebemos cerveza el agua cuesta cualquier cosa a partir de los 5000dongs, 20 céntimos. Pero ya que estamos aquí nada mejor que llenarse a batidos de mango, fruta de la pasión, plátano, sandía etc por algo menos de un euro.
El mercado central está plagado de puestos de comida a 20000 y 30000 dongs, de 75 a un euro, el plato. Tienen hasta menús con dibujitos así que no hay nada más fácil que sentarte en cualquiera de los puesto y dejar que te llenen la panza. Si prefieres comprar fruta en el mercado es mejor ir por la mañana pero hasta que no se pone el sol hay puestos de fruta en el mercado junto al río. Y cuando se pone el sol aparecen los vendedores de lámparas para que dejes flotar una vela río abajo.
Todos los dependientes saben el inglés suficiente para decirte “ven a comprar a mi tienda, por favor” o “cómprame por favor” lo que en inglés (buy me please) suena muy inquisitivo o suplicante dependiendo del tono. A partir de ahí es la calculadora gigante que todos tienen la que toma el protagonismo. Hoi An es famoso por sus trajes y zapatos de cuero a medida, la habilidad para copiar calzado, ropa etc. La calidad no es especialmente buena y los precios son poco más baratos que en Europa pero oye, tendrás ropa a medida! Después de que el Monzón me dejara unas bambas apestosas y húmedas me decidí a comprarme unas chanclas. Primero pregunté por las hechas a medida, costaban unos 10 euros si el cuero era “bueno”, me tomaban las medidas y me las tenían listas en una hora. Como iba un poco justa de tiempo también pregunté por las que ya estaban hechas. 2 euros sin regatear, posiblemente las hubiese sacado por menos. Me costó un par de tiendas encontrar mi tamaño o es que querían venderme las hechas a medida, no lo sé. Parece ser que un 40 es un pie muy grande… O_O Ya puesta también me compré un pantalón por 2.5 euros. Desde que me rompí el pantalón en Irkutsk y me tuve que comprar uno corriendo en Vladivostok, buscaba un pantalón ancho, fino para que se secara rápido y con bolsillos. Seguramente he tenido mil ocasiones para comprarme unos más baratos pero mi alergia a entrar en tiendas de ropa, regatear y probarme ropa me tenía usando los mismos dos pantalones todo el rato uno de los cuales es muy incómodo para sacar dinero del cinturón interno.
Volviendo a la ciudad en cuanto cae el sol aparece el mercado de linternas a un lado del río y las lámparas flotantes en su interior. Por 1 dólar puedes comprar una linterna hecha de papel y una vela para pedir un deseo y dejarla flotar río abajo.
Hay muchos restaurantes a la orilla del río para escoger desde qué terraza quieres disfrutar del paisaje de los barcos subiendo y bajando y las velas flotando río abajo. Además la mayoría te ofrecen clases de cocina a un módico precio. Y si lo que quieres es dar un paseo en barco no te faltaran ofertas de mujeres con su sombrero tradicional que a grito de “boat, boat” te ofrecerán media hora por el río.
Si venís a Hoi An olvidaros de la imagen de “el auténtico Vietnam” y de la idea de “trajes baratos hechos a medida” disfrutar de la playa, del festival de linternas, los batidos y el café con leche condensada.
cafe con leche condensada… quien te ha visto y quien te ve!
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La leche condenada condensada hace mucho ;)
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Qué luz… Me ha enamorado esa playa desierta.
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