Todas las historias que se cuentan en libros, películas o cualquier tipo de soporte destinado para tal fin, están destinadas a contar vidas sobre personas realmente interesantes, con verdaderas proezas de superación, momentos espectaculares, grandes mentes, grandes personalidades, grandes giros en sus vidas, en fin, grandes situaciones con las que podemos disfrutar leyendo, mirando o escuchando.
Pero en ningún momento nos preguntamos porque nosotros, porque nuestras vidas o por lo menos vidas parecidas a las nuestras aparecen en los libros. Es sencillo, la gente no quiere leer sobre vidas rectilíneas, aburridas, sin más emociones que un viaje al año siempre y cuando te lo puedas permitir y muchas penas “barra” alegrías de lo más triviales. Vidas tan lineales que casi me aburre explicar: naces, creces, trabajo mediocre, pareja, hijos, poco mas y muerte. ¡Wuau!. Quiero una para llevar, Gracias!.
Dicen que incluso si te das cuenta de esto no podrás escapar. Dicen que incluso tú, que ahora estás leyendo esto y piensas que tu vida será algo más interesante, tampoco podrás escapar a esto. Así que... disfruta de tu vida y recuerda que al final no hay hoja de reclamaciones.