♣Título: Hojas de dedalera
♣ Autor: Victoria Álvarez
♣Traductor: --
♣Género: Fantasía, Romance
♣Editorial: Versátil
♣ Número de páginas: 528
♣ ISBN:978-84-92929-49-8
Desde niña Annabel Lovelace se ha visto obligada a vivir con su tío, guarda del Cementerio de Highgate, donde descubre su extraña habilidad para comunicarse con los muertos, quizás gracias a la enfermedad cardíaca que la obliga a vivir entre la vida y la muerte. Años más tarde, una serie de misteriosas casualidades la convertirán en la médium más influyente del Imperio Británico. Sin embargo, su don la llevará a descubrir secretos que deberían haber permanecido ocultos y que pondrán en jaque a la aristocracia londinense.
Bienvenidos a la Inglaterra de 1888. Os hablo desde el pasado más pomposo y lujoso que hayáis imaginado, donde las horas pasaron por una época dorada y turbia, mezclada con sangre y vino; vengo a hablaros de “Hojas de Dedalera”, un debut sin precedentes dentro de la literatura romántica adulta, y lo hago gracias a Versátil, quien me ha cedido amablemente una copia avanzada para esta reseña. El libro podréis conseguirlo en toda España a partir del 7 de noviembre. Llegó a mis manos en un momento de estrés frenético y, por su cantidad elevada de páginas, pensé que pasaría del libro, dejándoselo a mi marido. Finalmente, “algo” mágico y espectral me obligó a darle una oportunidad. Ha sido todo un acierto por mi parte.
Nos hallamos en un Londres victoriano retratado por tantos maestros del cine, del teatro y de la literatura, donde conoceremos a Annabel, una niña pequeña y enfermiza que, por desgracia, pierde a su madre a manos de un misterioso asesino de armas tan afiladas como bisturís. Sus tíos se hacen de su custodia y, mientras el tiempo pasa y su lecho macabro oscurece cada noche, con el desprecio de su tío sobre la nuca, Annabel se da cuenta de que no es una niña cualquiera: su grave enfermedad cardiaca esconde un poderoso don, el don de ver a los muertos. El destino hará que, a pesar de todos sus futuros infortunios, consiga salir adelante y huya de un Londres confuso y peligroso hasta encontrar aquel puerto, un puerto imposible y a la vez un lugar que la estuvo esperando durante años.
Hojas de Dedalera es un libro autoconclusivo, y eso ya se alza como joya de la corona en “cinco buenos motivos para leer este libro”. Muchos ya sabéis que las sagas están de moda y todo libro que salga, aunque no tenga un argumento suficientemente fuerte como para alargarlo, termina pasando por el aro para acabar convirtiéndose en otro más de la larga lista. Dejando esto de lado, podemos sacar a relucir unos personajes variopintos y llamativos; no podréis evitar enamoraros de los galanes de turnos y hasta os reiréis con Annabel y su mal llevado talento. Lo que más me gustó de esta anti-heroína que presentamos es que es capaz y decidida, sin caer en esa famosa contradicción de “soy fuerte pero luego lloro” y demostrando que ella es fuerte de verdad, luchando contra la muerte si es necesario. Esta circunstancia dota al personaje de una capacidad de decisión envidiable y que se alza como modelo a seguir. El otro personaje que me robó el corazón ha sido Víctor. Este sexy caballero deslenguado ha hecho las delicias de esta servidora y, desde un principio, deseé un romance apasionado entre ambos. Ese es otro punto muy positivo: las relaciones entre los dos son maduras y creíbles, con una fantasía calzada a la perfección que no desentona a lo largo de la novela. Os gustará a los más románticos y apasionados, pero no cursis. La ambientación roza la perfección, y es que las descripciones te transportan a un mundo que ha dejado de existir, perdido en el paso del tiempo, y el argumento se nos presenta de forma sólida y bien hilada. Y si estás cansado del romance (algo que no te ocurrirá con esta historia, te lo aseguro), también tienes tu dosis policíaca y de la buena. Las pistas se presentan desde la primera hoja; Jack el Destripador anda cerca y quiere poner las cartas sobre la mesa; finalmente, un desenlace emocionante, donde te das cuenta de que has picado más de una vez en los señuelos cuidadosamente colocados en tu camino. La autora sabrá sorprenderos con sus personajes, con su cuidada narración y ambientación y con sus pesquisas policíacas. Sobre todo, porque ha sido capaz de recrear a unos personajes fieles al siglo XVII. Por último, he de apuntar que cada hoja, cada letra y espacio, están justificados en este libro. No creo que le haya sobrado ni un renglón. ¡Ah! No quiero olvidarme de lo más importante: me pareció hermoso que la autora se haya basado en ciertos aspectos en el fantástico poema “Annabel Lee” de Edgar Allan Poe. Un detalle precioso.
No obstante, me costó horrores engancharme a la historia en las primeras páginas. Esto se debió, principalmente, al ritmo duro y pesado de la novela. He de admitir que no tengo mucha experiencia con libros de la época victoriana, creo que se debe a las costumbres de esos años y la manera en la que se veían hombres y mujeres y su forma de autocensura. Como he dicho, he leído pocos y todos abusan de recargar el estilo narrativo para hacerlos más fieles y crear un aura con regusto a antiguo. Lo entiendo y lo comparto, pero hubo pasajes muy estáticos que le restaron interés al argumento. A pesar de que los personajes son reales y traslúcidos, Annabel caía en ciertas incongruencias: a veces parecía que la Annabel de seis años era mucho más mayor, y luego al revés, cuando ya era mayor, parecía volver a tener seis años. Aunque sé por experiencia que no es fácil manejar a personajes tan pequeños, erráticos y caprichosos por naturaleza. Por último, me decanto por la rama romántica de la novela porque la policiaca, aunque interesante, me pareció cerrada por los pelos y con unos altibajos muy desequilibrados. No digo que no me haya gustado el aura de la investigación, con las pistas falsas, si mis dudas hasta estuvieron casi encima del verdadero culpable, a centímetros del asesino de la madre de nuestra querida niña, pero el final, la verdadera identidad del asesino me desilusionó. Habría sido mucho más feliz si hubiera sido quién yo sospechaba.
Si aún no tenéis muy claro qué encontraréis en Hojas de Dedalera, os lo resumiré: encontraréis un amor apasionado de época con unos protagonistas que harán vuestras delicias, un argumento policiaco mezclado con la fantasía más macabra y una ambientación de lujo como escenario de este tango con final agridulce. Si os gustan las historias con estos ingredientes interesantes y trabajados, este será el libro que debería ir directo a vuestra estantería este invierno. Lo recordaréis con una sonrisa una vez lo hayáis devorado. Palabra de Jack el Destripador.
Hace ya bastantes años, en un reino más allá de la mar vivía una niña que podéis conocer con el nombre de Annabel Lee. Esa niña vivía sin ningún otro pensamiento que amarme y ser amada por mí.
En 2011 publica su primer libro, Hojas de dedalera.