Hoje eu quero voltar sozinho (The way he looks), Brasil 2013

Publicado el 26 agosto 2014 por Cineinvisible @cineinvisib

Rompiendo con la tradición del retrato familiar, mucho más habitual en la cinematografía brasileña, el imaginativo Daniel Ribeiro prefiere centrar sus historias en un individuo que, con su comportamiento o decisiones, genera una reacción sentimental en cadena a su alrededor.Más que un grupo numeroso de parientes, el cineasta prefiere las relaciones triangulares. Número que desde su primer cortometraje en 2007, canalla, desinhibido y provocador, A Mona do Lotação, realizado al alimón con Eduardo Mattos, en el que una transexual provoca literalmente una orgía desenfrenada en un autobús público, le ha aportado mucha suerte.Lanzándose a su primer corto en solitario un año después, Café com leite, el festival de Berlín lo selecciona en su 58ª edición. Una tierna historia en que una pareja homosexual en ciernes debe integrar al hermano pequeño de uno de sus componentes, tras la muerte de sus padres, dentro de su relación.Las dificultades no provienen del más pequeño de los integrantes de este nuevo orden familiar sino, en contra de lo esperado, de los dos adultos. Difícil tarea la de compartir las afectos. Ya en este corto, Daniel Ribeiro despliega su particular poesía visual con dos soberbias escenas, el paso del tiempo a través de unas cajas de leche y la complicada habilidad de saber cuánto tiempo es necesario para calentar el chocolate en el microondas (tan difícil como saber calcular los momentos que debes dedicar a tu pareja, sin asfixiarla o, al contrario, que se sienta abandonada).En 2010 el cineasta escribe y dirige una perla, Eu Não Quero Voltar Sozinho. Hoy el cortometraje casi alcanza los cuatro millones de visionados. Como otros muchos directores, el éxito de este segundo cortometraje le permite saltar al largo con la misma historia (Hoy quiero volver solo) y en la presente edición de Berlín se lleva el Teddy Award y un premio de la Crítica Internacional FIPRESCI, en la sección Panorama, además de estar entre las finalistas del Sebastiane Latino del festival de San Sebastián 2014.Este primer largometraje, traducido en los países francófonos con el inspirado título de Au premier regard (A primera vista), repite el impecable trío de actores del proyecto original, Ghilherme Lobo, Tess Amorim y Fabio Audi. De nuevo, un conflicto triangular de deseos y atracciones, entre un adolescente ciego, su mejor amiga y el recién llegado a su colegio.No hay nada tan potente como la primera historia de amor. La duda de la buena elección, la tensión de verse rechazado, la subida de adrenalina amorosa y la inexplicable sensación de volar. Sí, el amor es ciego… sordo, manco y mudo, pero es lo único que merece vivirse, y Daniel Ribeiro lo cuenta con toda la sensibilidad, elegancia y  discreción de un beso robado. Atención al increíble talento de este cineasta comprometido.