Va la familia para arriba, aumentando, y eso es siempre un motivo de alegría.
El pasado jueves, 14 de enero, a las ocho de la mañana, aparecía Daniela, hija de Águeda y Javier, y mi sexta sobrina.
Hola, Daniela.
Pensando en qué decirte, me he acordado de algo que leí en Los colores de los pensamientos. Eran unas palabras de Enrique Morente, un cantaor de Granada, donde nací yo, hará pronto unos pocos años más que tú. Es importante lo que dice. Nunca sabe uno de dónde vienen las cosas, pero muchas, casi todas, vienen de ese lugar desde el que tú duermes ahora, desde el que ocuparás enseguida.
"El cante me viene de mi madre. Ella no era cantaora, pero de su voz viene todo. De ahí procede. También de los sonidos que escuchas de chico, los acentos, los ecos, las formas. De la voz que sale de un balcón, la discusión de dos vecinas, de una madre llamando a su hijo desde una ventana. De ahí viene todo".
También me ha gustado dejarte un regalo, una nana repleta de magia y ternura, de dolor y asombro pequeño. Se llama Nana de Oriente y la canta Enrique Morente. Te va a gustar.
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