Estas son las charlas que cuentan las viscisitudes de una mujer sola, divorciada, con madre, con hijos, con amigas, con amigos, amor imposible, compañeros y compañeros de trabajo, un jefe y un gato: "franelo" que se empeña en dormir espalda contra espalda conmigo y no entiende mi desalojo de mi sommier. Pero hemos pactado. el ha mudado su anatomía peluda a los pies. Entonces hemos hecho un pacto de caballera a gato y hemos franqueado una especie de convivencia noctámbula. Más o menos satisfactoria para ambos. Además, pobre, como no bancarlo en este San Valentín, que como yo, sufre mal de amores.