Llega la Navidad, por adelantado como siempre. En estas fechas, muchas marcas se engalanan para lucir su mejor anuncio del año, todas quieren convertirse en la comidilla de las fiestas, estar en boca de todos, en los zappings, en las noticias, etc. Este año ya tenemos un claro vencedor y difícilmente otras marcas podrán hacerle sombra, la campaña de Loterías y Apuestas del Estado se lo ha ganado a base de visualizaciones, comentarios, versiones del spot y hasta merchandising de los protagonistas. Pero como habrás leído por el titular, esta entrada va de otra campaña.
Nos remontamos a finales de la década de los 90, años en los que todavía los teléfonos se usaban para lo que se tenían que usar, para hablar, y los SMS eran noticia del telediario por su incipiente uso para felicitar las fiestas y por el colapso de líneas en la entrada al año nuevo.
Aquellos años todos nos acordamos especialmente de Edu, desgraciadamente no tanto de la marca Airtel (ahora Vodafone) ya que a pesar de la importante inversión en medios, fue tal el boca aboca que alcanzó este benjamín con su pegadiza frase que la marca acabó en un plano secundario y buena parte de la población (incluido un servidor) tenía problemas a la hora de asociar el anuncio con una compañía concreta, en este sentido Telefónica fue una de las beneficiadas. La campaña, realizada por la agencia Casadevall Pedreño & PRG, obtuvo algunos galardones sin embargo el mayor premio conseguido hasta ahora es formar parte de la historia de la publicidad en España y seguir aún vigente en la mente de muchos de nosotros.