Pese a que la naranja no supo plasmar en cancha lo bueno que había hecho hasta esta instancia, y a que la celeste corrió y lo presionó en gran parte del partido sin darles muchas chances de elaborar juego, ahora espera por el ganador de la semifinal de mañana entre Alemania y España. Ahora, habrá que ver si, como en la final del Mundial de 1974, chocará con los germanos o sí lo hará con los ibéricos, quienes llegarían por primera vez en su historia a dicha instancia.
La cita será el próximo domingo 11 de julio a las 15.30, hora argentina, en el estadio Soccer City de la ciudad de Johannesburgo. Por su parte, el día anterior a la final, también a las 15.30, en el estadio Bahía Nelson Mandela, de la ciudad de Puerto Elizabeth, Uruguay irá en busca de otro milagro para poder llegar a casa como héroes, con el tercer puesto en su haber.
por Nicolás Natrone