Robert Steinhäuser, el estudiante alemán que a finales de abril mató a 16 personas en su instituto y luego se suicidó, era un seguidor apasionado de las películas La jungla de cristal I y II, Mentiras Arriesgadas y la serie de Rambo, interpretadas respectivamente por Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger y Silvester Stallone.
La influencia de la brutalidad cinematográfica en la realidad preocupa a muchos ciudadanos, y tras la masacre de Steinhäuser el canciller alemán, Gerhard Schroeder, alertó a la sociedad sobre su gravedad.
No pedía que desaparecieran personajes de comics como Superman, Spiderman o Batman, sino solo los humanos sumamente violentos.
Estos personajes de Hollywood que inspiran a los desequilibrados, también parecen darle ideas a los verdaderos terroristas: las justificaciones para los atentados del 11 de septiembre en Nueva York parecen sacadas literalmente de la película Mentiras Arriesgadas, filmada con Schwarzenegger en 1994.
Por su edad, Willis, Schwarzenegger y Stallone son cada vez menos creíbles como superatletas, y Hollywood, en lugar de atender las demandas de que aprovechen la circunstancia para cancelar su producción violenta, se ha lanzado a la búsqueda de sustitutos.
Así, ha descubierto a Dwayne Johnson, alias The Rock, y Mark Vincent, alias Vin Diesel, dos atléticos treintañeros que dispararán contra todo lo que se mueva, y que serán los nuevos modelos para los locos como Robert Steinhäuser.
Bin Laden y otros terroristas amantes del cine norteamericano seguirá teniendo también tramas inspiradoras para sus nuevos ataques.