La CRIMINAL obsesión RUSA con Ucrania: gente que comía ratas, perros y
Dos palabras que encierran un drama: *UCRANIA* significa “frontera” en ruso
y en polaco; Holodomor, menos conocida, designa el genocidio desatado enlos años 30 del pasado siglo por José Stalin, que condenó a la muerte porhambre a más de cinco millones de personas, una masacre que el comunismosiempre calló. Holodomor es la unión de dos palabras ucranianas: hólod(hambre) y mor (exterminio).El hambre que Stalin desató sobre Ucrania fue tan enorme, que un solotestimonio resume aquel drama: “Los niños morían de hambre. Y los padres,muy próximos también a la muerte por inanición, cocinaban los cadáveres desus hijos y se los comían. La debilidad los sumía en un profundoembotamiento. Luego, cuando se daban cuenta de lo que habían hecho,enloquecían”. Esto contó una reclusa polaca, prisionera de los soviéticos,según le contaron los sobrevivientes del Holodomor. Es uno más de lostestimonios recogidos por la escritora y periodista americana AnneApplebaum en su libro *Hambruna roja*, esencial para entender, o intentarentender, aquel desastre.Ucrania siempre fue el granero de Rusia. Esa fue su fortuna. Y sudesgracia. Y hoy vuelve a verse cercada, por las armas como hace noventaaños, por un remedo del estalinismo encarnado por Vladimir Putin. No es lacosecha la razón de la intromisión rusa en Ucrania. O lo es, pero en menormedida que hace casi un siglo; tampoco es, o no lo es de maneradeterminante, el poderío militar; Ucrania era dueña hasta 2014 de lapenínsula de Crimea, con su importante puerto de Sebastopol, cuna y sede dela flota de guerra rusa. Ese año, Putin la integró al territorio ruso. Esel deseo de independencia de Ucrania el que alborota los sentidos rusos ymueve a sus ejércitos hacia ese territorio en conflicto histórico, parasofocar cualquier intento de soberanía política ucraniana, en especial sibusca vincular su destino con Occidente.Remontarse al origen del drama es viajar al siglo XIV, cuando ya existía unidioma ucraniano, de raíces eslavas, vinculado al polaco y al ruso:vinculado, pero diferente. Los ucranianos tenían su propia comida, sustradiciones, sus costumbres, sus héroes, sus villanos y sus leyendas. Suidentidad se fortaleció durante los siglos XVIII y XIX, pero siempre formóparte, a manera de colonia, de otros imperios europeos. Rusos y polacosbuscaron siempre negar la existencia de una nación ucraniana, en especialla Rusia de los zares, que atacó y dinamitó el uso del idioma y laeducación ucraniana. Cuando la Revolución Rusa de 1917, Ucrania aprovechóaquellos vientos y declaró la República Popular Ucraniana. Reverdeció eluso del idioma, que se convirtió en un símbolo de libertad económica ypolítica, y tuvo un especial empuje el descubrimiento de carbón y eldesarrollo de cierta industria pesada en la región del Donbás, que es laque Putin acaba de declarar independiente y es escenario de una guerratodavía larvada.Con esas ansias terminó Lenin, que en enero de 1918 ordenó un ataquemilitar, como ahora Putin, y estableció un régimen anti ucraniano en Kiev.Según los dictados de Carlos Marx, seguidos por Lenin y Stalin, loscampesinos eran despreciados en la nueva URSS, que ponía sus esperanzas enel nuevo proletariado industrial del que los bolcheviques se decían “lavanguardia”. Stalin decidió industrializar a la URSS como una de las basesdel desarrollo de la URSS. ¿Quién iba a financiar el enorme costo de esainversión? El cereal. El cereal ucraniano.El suelo de Ucrania, el que no está muerto como el de Chernóbil, es unmilagro. Permitía entonces dos cosechas anuales. El “trigo de invierno” sesiembra en otoño y se cosecha en julio y agosto, pleno verano; el cereal deprimavera se siembra en abril y mayo y se cosecha en octubre y noviembre.Stalin diseñó un plan ambicioso para que la URSS tuviese una moneda fuerte:explotar la riqueza agrícola. En 1929 puso en marcha su primer planquinquenal, como respuesta a la crisis financiera mundial, un plan queocultaba una idea disparatada: convertir al campesinado de la URSS en unnuevo proletariado. El plan incluía la “colectivización” de la producciónagrícola: el Estado era dueño de todo.Una gran desconfianza mutua envenenaba a los campesinos ucranianos y a losfuncionarios soviéticos. Stalin, que buscaba pagar la modernizaciónindustrial con las exportaciones de trigo y temía además una intentonaindependentista como la de 1917, no sabía cuánto grano acumulaba Ucrania ysospechaba que los campesinos escondían buena parte de ella. Sospechababien. Los campesinos, que habían sido siervos del zar, no querían ser ahorasiervos del nuevo régimen comunista.Los soviéticos entonces desataron una campaña contra los kulaks, loscampesinos más prósperos, que no querían renunciar a sus tierras y unirse alas granjas colectivas. Esa negativa fue juzgada como sabotaje por elKremlin, se expropiaron tierras y unos ciento veinticinco mil kulaks fueronenviados a los campos, gulags, siberianos. En 1931, el cuarenta y dos porciento de la excelente cosecha ucraniana fue a parar a manos del Estado. Alaño siguiente, 1932, la cosecha fue un desastre, en buena medida porque loscampesinos se negaron a sembrar: ¿para qué, si todo se lo llevaba elEstado? Sembraron lo elemental para su manutención, y escondieron el grano.“A fines de 1932, las estaciones de tren de Ucrania ya estaban abarrotadasde gente raquítica que mendigaba”, reveló Applebaum.Todo fue a peor cuando el Kremlin sancionó la “Ley de las tres espigas”,que sancionaba con diez años de trabajos forzados a quien robara cualquierpropiedad estatal. Y la comida era del Estado soviético. Tropas delEjército Rojo y activistas del Partico Comunista viajaron a Ucrania pararequisar los alimentos que el campesinado atesoraba para sobrevivir. Larequisa fue enorme, Ucrania quedó vacía y aislada: Stalin creó un cordónalrededor de muchos pueblos, rodeados por la policía que vigilaba desdealtas torres, para evitar que alguien pudiese escapar.La gente empezó a comer todo lo que estaba vivo. Y luego, lo que pudieraser comido. Revela Applebaum en Hambruna roja: “La gente comía cualquiercosa para no morir. Comían alimentos podridos o sobras de comida que lasbrigadas hubiesen pasado por alto. Comían caballos, perros, gatos, ratas,hormigas, tortugas. Hervían ranas y sapos. Comían ardillas. Cocinabanerizos en hogueras y freían huevos de pájaros. Comían la corteza de losrobles, musgo, bellotas. Comían hojas y dientes de león, caléndulas y untipo de espinaca silvestre. Mataban cuervos, palomas y gorriones. NadíaLutsíshina recordaba que las ranas no duraron muchos: las cazaron a todas(…). Ser propietario de una vaca separaba a la vida de la muerte. ¿Quépodían comer las vacas? La paja de los techos de las cabañas campesinas”.Entre el 15 de diciembre de 1932 y el 2 de febrero de 1933, noventa y cincomil campesinos habían dejado sus hogares para no morir de hambre. Laversión oficial decía, con enorme hipocresía, que el éxodo se debía a que“no han conseguido satisfacer sus obligaciones en materia de acopio decereal”, es decir, que no habían cumplido con la cuota de cereal que debíanentregar a Stalin y temían la represión. Sólo un organismo admitió, enlenguaje alambicado, que la huida era porque “se ven afectados porproblemas relacionados con el abastecimiento de alimentos”.La hambruna fue bestial. Una chica de diez años, cita Applebaum en sulibro, escribió una carta a su tío que vivía en Járkov, la segunda mayorciudad de Ucrania: “¡Querido tío! No tenemos pan ni nada para comer. Mispadres están exhaustos por el hambre, se han tumbado y ya no se levantan. Ami madre, el hambre la ha dejado ciega y no puede ver. La he sacado a lacalle. Tengo muchas ganas de comer pan, Tío, llévame a Járkov contigoporque voy a morir de hambre. Lévame contigo, soy pequeña y quiero vivir, yaquí me moriré, porque todo el mundo se muere (…)”.Los ucranianos empezaron a morir en las calles. Por hambre. Con lasproteínas devoradas por el propio cuerpo que busca alimentarse y canibalizalos tejidos y los músculos. Al final, la piel se hace más fina, los ojos sedilatan, las piernas y el estómago se hinchan porque el cuerpo retiene aguaa como dé lugar. El más mínimo esfuerzo causa agotamiento. Estallas lasenfermedades que llevan a la muerte: neumonía, tifus, difteria, escorbuto.Un párrafo de Hambruna roja revela: “La hermana de Volodímir Slípchenkotrabajaba en una escuela en la que vio morir de hambre a chicos durante lasclases. Un chico está sentado en su pupitre, se desmaya, o cae, o mientrasjugaba fuera, en el patio. Muchas personas fallecieron mientras intentabanhuir a pie. Otro superviviente recordaba que los caminos que llevaban alDonbás estaban cubiertos de cadáveres. Había aldeanos muertos en lascarreteras, en las cunetas y en los caminos. Había más cadáveres quepersonas para moverlos (...)”.Padres que salvaron sus vidas a costa de las de sus hijos, se comían susraciones de pan y los dejaban morir: aquel chico que buscaba algo de granosen las huellas que dejaban los carros y camiones de las brigadas derecolección, al que le avisan que su padre ha muerto y responde: “Que sevaya al infierno. Yo quiero comer”; las calles llenas de cadáveres, como sise tratara de gente muy cansada que echa un sueño al aire libre; campesinosfusilados por haber intentado robar un pedazo de pan: todo está documentadoen fotografías espeluznantes que el poder soviético ocultó durante años. Eleslogan oficial, de nuevo la hipocresía de los “relatos”, decía: “Los rusostienen hambre, sí. Pero nadie se muere”.No era verdad: cinco millones de víctimas gritan todavía lo contrario aúnhoy, cuando la sombra del pasado vuelve a oscurecer el cielo de Ucrania.(C) Por *Alberto Amato*Véase además :
https://baxcolectividades.buenosaires.gob.ar/descargas/Holodomor.pdf
https://www.elcorreo.com/xlsemanal/historia/stalin-matanza-genocidio-ninos-hambre-holodomor-de-ucrania.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
https://larepublica.pe/mundo/2022/02/25/holodomor-cual-es-su-origen-y-como-fue-la-gran-hambruna-ucraniana-provocada-por-stalin-atmp/