Mientras su matrimonio se desmorona, Blake convence a su esposa Charlotte de que se tome un descanso de la ciudad y visite su remoto hogar de la infancia en la zona rural de Oregón. Cuando llegan a la granja en plena noche, son atacados por un animal invisible y se atrincheran dentro de la casa mientras la criatura merodea por el perímetro. Pero a medida que avanza la noche, Blake comienza a comportarse de manera extraña y se transforma en algo irreconocible.
Leigh Whannell sorprendía a todo el mundo en 2004 escribiendo (y protagonizando) la maravillosa “Saw” (2004), largometraje que adaptaba el corto que ya escribió un año anterior con el mismo nombre. La primera entrega de la saga del torture porn por excelencia ofrecía un delicioso guion, compuesto de pocos elementos, pero con un giro increíble en su final. Después de escribir todas las secuelas y otras cintas para su director, James Wan, destacando la saga “Insidious” (2010-2023), y algunas comedias bastante mediocres, en 2018 escribía y se ponía detrás de las cámaras por primera vez con “Upgrade (Ilimitado)” (2018), thriller de acción sci-fi que ponía en duda la tecnología y los avances de inteligencia artificial. Finalmente, en 2020 dio una agradable sorpresa al género retorciendo el mito del Hombre Invisible, con una cinta con el mismo nombre, que le servía de excusa para hablar del acoso sexual y el abuso. En esta ocasión, y junto a las guionistas Rebecca Angelo y Lauren Schuker Blum, quienes ya escribieron “Golpe a Wall Street” (2023), y la debutante Corbett Tuck, escriben una reinterpretación del mito del monstruo animal para hablar de algo mucho más profundo: el consumo de una enfermedad y el dolor que comporta, tanto por la víctima, como por los seres queridos que le rodean. La cinta está tratada con un manejo de la tensión bastante notable. Ya desde su primera secuencia genera un malestar y un terror que es muy digna del género. Un prólogo que deja claras sus intenciones, presentando un legado familiar que parece que va a tener un gran peso en la trama.
Por desgracia, en el grueso principal del conjunto, no acaba siendo así, aunque no por ello acaba destrozando la cinta. La decisión de situar toda la acción principal en una noche y casi íntegramente en un solo espacio, la vieja granja familiar y sus alrededores, y centrándose solo en la familia protagonista, es digna de admirar y, aunque el terror se desdibuja un poco y acaba dando paso a un drama familiar con tintes de tensión, se aprecia mucho el intento de ofrecer algo nuevo. Y es que Whannell y sus compañeras deciden hablar del proceso de transformación a licántropo como un proceso doloroso y agónico, tanto por su protagonista como por su mujer e hija, que ven como se va consumiendo hasta un punto de ni conocerle. Entonces, la trama acaba dando un vuelco hacia el debate de la eutanasia, aunque sea muy leve. El conjunto funciona y se aprecia su originalidad dentro del género, aunque no termina de brillar argumentalmente, siendo algo sencilla, pero funcional.Christopher Abbot, reconocido internacionalmente por su papel en “Pobres criaturas” (2023), además de participar en interesantísimas cintas como “First Man (El primer hombre)” (2018), “Possessor Uncut” (2020) o “Llega de noche” (2017), protagoniza la cinta dando vida a Blake. Aunque emocionalmente parece algo más contenido que en otras ocasiones, el trabajo Abbot brilla especialmente cuando la enfermedad del licántropo empieza a consumir a su personaje. Hay un estudio físico y un esfuerzo para retorcer el cuerpo de lo más envidiable y Abbot plasma el dolor, confusión y corrosión que está sintiendo el padre de la familia de forma bastante digna e incluso emotiva, ajustando sus emociones y gestos hasta el límite sin llegar a resultar sobreactuado o caricaturesco. Julia Garner interpreta a su esposa, Charlotte. A Garner la conocimos, especialmente por las recientes “The Assistant” (2019) o “Hotel Royal” (2023), además de abrazar el género este año con la precuela de “La semilla del diablo” (1968) con “Apartament 7A” (2024). La belleza de Garner, delicada y tan especial, contrasta con la oscuridad que oprime a nuestros personajes y, aunque su construcción argumental no sea muy extensa, muestra una evolución emocional bastante correcta. Su interpretación está al servicio de la narración sin llegar a brillar, aunque ajustada a su personaje. Finalmente, terminan de componer el reparto la pequeña Matilda Firth, como la hija de la pareja, Ginger, que da un apoyo interpretativo bastante bueno dada su corta edad, y Sam Jaeger, quién da vida al misterioso padre del protagonista.
La dirección de Whannell era uno de los puntos fuertes de sus cintas más celebradas. Tanto “Upgrade (Ilimitado)” como con “El hombre invisible” (2020), el trabajo de cámara d Whannell apostaba por movimientos super dinámicos que enfatizaban la acción y el movimiento tenso de sus personajes, ya fuera en peleas o en huidas desesperadas. En “Hombre Lobo”, Whannell deja un poco atrás esos vigorosos movimientos de cámara para trabajar la tensión narrativa y la incomodidad del miedo a lo desconocido y la oscuridad. Por lo tanto, en esta ocasión la cámara es algo más estática y los movimientos de cámara son mucho más suaves y clásicos. Aun así, hay alguna idea interesante para mostrar las distintas perspectivas de sus personajes, mezclando la visión de los humanos con la visión distorsionada de los licántropos con elegantes movimientos de cámara circulares. Destacar, también, la atención al detalle y el espacio que da a la constante transformación de su protagonista, haciendo partícipe al espectador de su dolor y sufrimiento. Stefan Duscio vuelve a ser el director de fotografía de Whannell tras dirigir la cinematografía de las dos cintas mencionadas anteriormente. La fotografía de “Hombre Lobo” es uno de sus puntos fuertes. A pesar de apostar por una gran oscuridad en la mayor parte del metraje, siendo, probablemente, una de las películas más oscuras de los últimos tiempos, la calidad de sus imágenes es bastante más superior a la media de las cintas de género. Las lentes elegidas para retratar la película apuestan por una distancia focal corta, creciendo la sensación del peligro entre las sombras que no podemos deslumbrar. La iluminación es excepcional. A pesar de ser tremendamente oscura, Duscio sabe colocar los puntos de luz justos y necesarios para leer la acción en pantalla y aportar textura y calidez a sus personajes. Es un trabajo muy arriesgado y que podría haberse solucionado de forma más sencilla, pero la apuesta es muy respetable y destacable dentro del conjunto.
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- ##check## Lo bueno
- La fotografía de Duscio es arriesgada y bella.
El equipo de caracterización hacen un trabajo increíble con varias fases que se palpan según pasan los minutos.
La trama, aunque algo sencilla, habla de una temática muy original en el género. - ##times## Lo malo
- Si buscas una cinta aterradora puede que decepcione.
La construcción de sus personajes es algo limitada.
El diseño de producción es bueno, pero se podría haber hecho mucho más dado su presupuesto.
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- Ambientación 6.0
- El bosque y la granja están bien construidos, pero se esperaba algo más.
- Desarrollo de Personajes 6.0
- Correcto, pero algo limitado.
- Argumento / Guión 7.0
- De una vuelta de tuerca al concepto de los licántropos y habla de la enfermedad de forma elegante, aunque sencilla.
- Banda Sonora 6.5
- Cumple su funcionalidad y se ajusta al conjunto.
- Entretenimiento 7.0
- Maneja la tensión con gran habilidad y no deja respirar hasta el tramo final de la cinta.
- Montaje / Innovación técnica 8.0
- Aunque la dirección y edición sea algo más sencilla, la fotografía eleva el conjunto por su gran calidad y apostando por una oscuridad difícil de tratar.
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- Puntuación Total 6.5 / 10