Reinaldo Berroa, de 33 años, quien fue ultimado ayer en una clínica en Santo Domingo Este, amenazó al médico para que lo atendiera por las heridas de arma blanca que presentaba, ya que se resistía a que lo refirieran al hospital Darío Contreras. De acuerdo con las declaraciones de Bienvenida Ramírez, administradora de la clínica Leger-Matos y Asociados, los médicos que atendían la sala de emergencias de ese centro no querían suturar a Berroa porque presentaba heridas graves y ellos solo atienen heridas leves, pero el herido estaba armado con un chuchillo y amenazó al doctor para que lo curara.
Explicó que cuando estaba terminando el proceso “entró una turba de personas armadas” que, de inmediato, atacaron a Berroa, sin que la seguridad del centro médico pudiera controlarlos.
“Cuando el médico estaba terminando de suturarlo, entró una turba con machetes haciéndose los enfermos, diciendo que abran la puerta que si los iban a dejar morir”, explicó Ramírez, quien dijo, además, que el miembro de la seguridad de la clínica no porta arma de fuego, “porque esas cosas nunca pasan, es la primera vez”.