La inmensa filtración de fotografías personales que inundó las redes en 2014 ya tiene culpable. Se trata de un hombre de 36 años de Pennsylvania que responde al nombre de Ryan Collins, acusado de delito grave por piratear más de 50 cuentas de iCloud y otras 72 cuentas de Gmail. Él mismo ha aceptado declararse culpable de un cargo de acceso no autorizado a un ordenador protegido, de acuerdo con el fiscal federal de la Oficina de Distrito Central de California. Según el acuerdo con la fiscalía, Collins ha confesado su método para obtener los nombres de usuario y contraseñas de los famosos que estuvo utilizando desde noviembre del 2012 hasta septiembre del 2014. Una vez que tuvo acceso a las cuentas, se dedicó a buscar y a robar imágenes explícitas, aunque en algunas ocasiones realizó copias completas de cuentas de iCloud.
Si hacemos un poco de memoria, Apple denegó que el hacker se aprovechó de un fallo de iCloud para acceder a las cuentas de usuarios por aquel entonces. Según las declaraciones de Collins, la compañía dijo la verdad. El hacker no se aprovechó de una vulnerabilidad, él aplicó phishing a sus víctimas (entre las que se encontraban Jennifer Lawrence, Kate Upton y otras famosas) para intentar averiguar las contraseñas.
Es por eso por lo que el director adjunto del FBI David Bowdich advierte que es muy importante fortalecer las contraseñas y ser bastante escépticos cuando recibimos una email preguntándonos por información personal. Los federales no han investigado el caso todavía, pero por ahora no se han encontrado pruebas de que el propio Collins compartiera las imágenes y vídeos que él mismo robó. En estos momentos está frente a una pena máxima de cinco años de prisión, y si el juez está de acuerdo con las recomendaciones de ambas partes, podría estar entre rejas en un plazo de 18 meses.