Mujeres hombres y viceversa se ha convertido en uno de los programas más vistos y seguidos de la parrilla televisiva española, sobre todo entre las personas más jóvenes de este país. Un programa hecho por y para dichas personas.
El programa comenzó a emitirse en el año 2008 y desde entonces los éxitos de audiencia no han hecho sino aumentar. Dicha emisión muestra un formato muy dinámico donde se alternan líos amorosos con discusiones verbales entre los participantes del mismo, dirigido todo ello por la presentadora Emma García. Se puede decir, que es un programa que no puede negar donde se emite, en Telecinco.
Así pues, durante cada programa hay un tronista, el cual es pretendido por el resto de concursantes. Este tronista tiene que elegir a uno de los concursantes con el que tendrá una cita. En ocasiones sucede que el tronista no elije a nadie por lo que no tendrá la ocasión de conocer, más en profundidad, a una persona. Sin embargo, y aunque el programa, se supone, está pensado para encontrar pareja, en mi opinión la mayoría de los que participan en él, única y exclusivamente van buscando fama. Van buscando quedarse como colaboradores en los diferentes programas de Telecinco y vivir de exclusivas y contar su vida en los platos de televisión.
En mi opinión, este programa se podría enmarcar dentro de los denominados por mucha gente como “programas basura”. Sin embargo, tiene mucho éxito porque muchos jóvenes sueñan con entrar en ese programa y porque el cotilleo y los líos amorosos gustan y venden mucho en la sociedad española del siglo XXI. Este es otro punto más que demuestran el camino que ha escogido seguir la sociedad. Una sociedad que premia el cotilleo y el espectáculo más burdo frente a programas de cultura o documentales.
En definitiva, la televisión es un ejemplo claro de la sociedad en la que vivimos, y los programas con más audiencia demuestran qué es lo que la sociedad demanda y quiere. Y qué es lo que la sociedad, en general, premia.