"Un buen día, de repente, te conviertes en un hombre sin mujer. Ese día sobreviene de repente, sin mediar el menor indicio o aviso, sin corazonadas ni presentimientos, sin llamar a la puerta y sin carraspeos. Al doblar la esquina, te das cuenta de que ya estás allí. Y no puedes dar marcha atrás. Una vez que doblas la esquina, se convierte en tu único mundo. En ese mundo pasan a decir que eres uno de esos "hombres sin mujeres". En un plural gélido."
De todos los motivos que puede haber para leer un libro, el que más me gusta argumentar es "porque está escrito". Dicho así parece una tontería, pero es el argumento que reservo para esos autores de los que soy incondicional y cuyas publicaciones espero impaciente. Ese es el caso de Murakami, y por eso hoy traigo a mi estantería virtual su última obra, Hombres sin mujeres.
Esta vez Haruki Murakami regresa al mundo de ficción tras haber publicado Underground, y lo hace con un libro formado por siete relatos, dando el último nombre al libro y siendo este, además, el único inédito hasta el momento. Drive my car, Yesterday (en una más que clara alusión a los Beatles), Un órgano independiente, Sherezade, Kino y Samsa enamorado, serán los títulos que le acompañen en este homogéneo conjunto de historias en torno a los sentimientos que desencadena el amor.
Murakami explora en ellos, no el sentimiento amoroso, ni siquiera el desamor o el desengaño que se produce en una relación que se rompe, sino el último de los estadíos del enamorado: la soledad. Una soledad que se puede compartir, ya sea con un ex amante de tu esposa, o con un compañero de gimnasio, pero nunca se logra evitar. Y es que, si nos habla de amores plenos, que cortan la respiración y quitan el hambre, o de aquellos que parecen destinados a ser nuestros desde el día en que nacemos, incluso de los desconocidos en una historia sobre quien se convierte en Gregor Samsa y no al revés como nos contara Kafka, también lo hace del hueco que dejan una vez desaparecen. Y convierte de este modo a las mujeres que desaparecen, ya sea muertas o huidas, en las protagonistas fantasma de su libro, consiguiendo hacernos sentir el espacio que queda libre al no ser ocupado por ellas, como si fueran fantasmas. Los mismos fantasmas que sufren uno a uno sus hombres sin importar para ello su clase o condición; del actor entrado en años, al profesional de éxito, del marido despechado al estudiantes, todos y cada uno conocen ese vacío que deja el sentimiento al desaparecer. Y también la sombra que puede llegar a proyectar en el corazón una vez se ha conocido. Aunque sea por la necesidad de volverlo a sentir en el siguiente encuentro... con esa misma mujer.
Murakami es fiel a su estilo y encontramos en el libro muchos de sus clásicos, como referencias musicales o ciertas dobleces de la realidad que harán las delicias de los aficionados a la ficción del autor.
Hombres que sostienen conversaciones en coches, referencias a cuentos narrados mil y una noches que provocan que pensemos en cuentos dentro de cuentos, incluso un Samsa que realiza el proceso inverso adentrándose con piernas temblorosas en un mundo desconocido, se conjugan en este libro cuya lectura se disfruta intensamente. Seamos aficionados a las letras de Murakami o no.
Pese a todo lo expuesto, creo que el mejor para resumir lo que nos podemos encontrar en este libro es el propio Murakami, quien en uno de sus relatos al poner en boca de uno de sus hombres sin mujeres:
La honda sensación de pérdida tras haberse encontrado con la mujer amada, haberse unido a su cuerpo y haberle dicho adiós.
Por mi parte solo puedo recomendaros que os acerquéis a las letras de este escritor; y este libro es un gran modo de acerlo.
Y vosotros, ¿a qué escritor seguís la pista de sus publicaciones?
Gracias