Título original: Home Sweet Home
Año: 2013
Duración: 80 min.
País: Canadá
Director: David Morley
Guión: David Morley
Música: Thomas Couzinier, Fréderic Kooshmanian
Fotografía: Nicolas Massart
Reparto: Marty Adams, Meghan Heffern, Adam MacDonald, Shaun Benson
Un killer metódico que no sorprende pero gusta.
El director David Morley (Mutants), ha querido ofrecer al público un nuevo icono del cine de terror en forma de asesino en serie muy completo, mascara, un buen arsenal, alguien de pocas palabras, mala leche y mucha presencia. Avanza lenta pero firmemente y nos cuenta todas sus manías y su método de trabajo tremendamente cuidadoso. Aun así estamos ante un film muy tópico, si algo piensas que pueda suceder, así será. No busca la sorpresa, sino el introducir al espectador en la vida de un asesino.
En propias palabras del director, nos confiesa que su debut al cine de habla inglesa es la respuesta a un encargo por parte de sus productores, y en ello vio una gran oportunidad de hacer algo diferente. Con un presupuesto reducido y en tan solo doce días de grabación, Morley lleva a cabo un ejercicio de sinceridad cuyo resultado es una película homenaje al cine slasher y sobre todo a Halloween, aunque a la vez muy alejada de esta.
Frank y Sara son una joven pareja que decide vivir lejos de la gran ciudad, con las ventajas e inconvenientes que eso conlleva, entre ellos el aislamiento total. Al volver a casa después de una noche romántica se encuentran una sorpresa nada agradable. La idílica velada se tornara en una batalla por sus vidas.
El guión del mismo director es muy lineal y totalmente previsible, aunque no exento de alguna agradable sorpresa para el público. Su ritmo es muy pausado en su parte inicial pero a medida que avanza el metraje este se hace más y más intenso hasta un final realmente resultón.
Las interpretaciones son bastante buenas, sobretodo Shaun Benson que aun estando oculto tras una máscara sabe transmitir en todo momento su estado de ánimo, cosa realmente meritoria. Pero si hablamos de interpretaciones no podemos dejar de mencionar la casa, la cual juega un papel muy importante en toda la película. La antagonista Meghan Heffern, que curiosamente es la victima también sabe transmitir toda la angustia e impotencia que el papel requiere, cosa que la convierte en toda una Scream Queen.
Contradiciendo las normas de los clásicos de este subgénero, decir que la casa no es sórdida ni mal iluminada, todo lo contrario, su luminosidad sorprende en cada escena. En lugar de buscar atrapar al público en el suspense constante jugando con luces y sombras expone toda la acción con todo lujo de detalles.
Home Sweet Home transmite una tensión total incluso cuando no sucede nada, lo que ocurre con bastante asiduidad. Es un film entretenido y que aguantará perfectamente todo tipo de público aficionado al género de terror. Pese a ser un slasher con todos sus topicazos tiene algo que la hace original.
Firma: Korean Bros.