Toda la mañana ha estado lloviendo, en algunos momentos de forma muy intensa. Y allí, como cada año, nos hemos reunido para homenajear a aquellos que murieron por defender la libertad, por apoyar los valores democráticos, por mantener el orden constitucional.
En esa tapia, donde esta mañana se ha puesto una pequeña carpa, fue donde cayeron fusilados muchos republicanos, por el simple hecho de serlo. Esa fue toda su culpa. Cayeron por ser rojos, por tratar de mantener la República, por creer y defender la libertad.
Hoy, mientras llovía a cántaros, hemos vuelto a reconocer a nuestra gente. Y hemos escuchados emocionados a familiares de las víctimas, a Nicolás Sánchez Albornoz, a Almudena Grandes, a José Antonio Martín Pallín. Allí han venido también desde La Carolina para rendir homenaje a Ana López Gallego una de las Trece Rosas que era de ese pueblo jienense y que fue fusilada en esta tapia. Todo ellos amenizado por dos poetas como Sara Zapata y Mariano Crespo y dos cantautores como Juanjo Anaya y Patxi Andion.
Martín Pallín, incansable luchador por la Memoria Histórica y habitual interviniente en este acto, decía esta mañana que la lluvia es signo de fertilidad y que ha hecho germinar las semillas que allí cayeron manchadas de sangre. Y hoy somos nosotros los que seguimos manteniendo esa luz.
Emocionante ha sido escuchar el himno de la Joven Guardia Roja por Anaya. Aún recuerdo cómo me lo cantaba mi madre, saltándose estrofas que no recordaba pero con pasión y como si todavía estuviera en el 36.
Una ausencia imperdonable, la alcaldesa de Madrid. Lamentable vacío institucional que duele, por venir de quien viene. Pero, no ha importado. El acto se ha celebrado como siempre, habiendo prevalecido la emoción, la memoria, y las ganas de reparación. Los asistentes, en completo silencio, bajo un manto colectivo de paraguas, acompañados por el compás de la lluvia han recordado a los suyos, a quienes lo merecían, a quienes hoy están olvidados y discriminados por las instituciones. Mientras otras víctimas, como las del terrorismo, son afortunadamente homenajeadas con frecuencia, las víctimas franquistas sólo encuentran obstáculos en el camino de la Verdad, Justicia y Reparación. Hasta el punto de que ha tenido que ser una jueza argentina quien se haya puesto al frente de las reivindicaciones de nuestras víctimas.
Dicen que no hay que mirar atrás, dicen que no podemos instalarnos en el pasado, que hay que mirar al futuro. Pero no saben que la República es más porvenir que pasado, que sus valores están grabados en el mañana, que sin historia verdadera no hay progreso. Que si no se cierran las heridas no podremos caminar sobre nuestra propia sangre.
No me queda más que dar las gracias a Memoria y Libertad, ese colectivo cuyo objetivo es mantener viva la llama de las víctimas franquistas y que desde hace diez años nos hace estremecernos en el recuerdo de los nuestros, de aquellos que lucharon por nuestra libertad y que pagaron con su vida la osadía de defender los valores democráticos. Gracias, compañeros, muchas gracias y hasta el año que viene.
Salud y República