Plaza y Messina, pasado y presente del Madrid, se saludan -ACB Photo A. González.
La palabra que más repitió para describir qué sentía fue “extraño”. A Joan Plaza (Barcelona, 1963) le parecía extraño volver a Vistalegre como entrenador de Cajasol después de estar los últimos cuatro años en el banquillo del Real Madrid. Una trayectoria que el público quiso reconocer con aplausos al principio y al final de un partido que el conjunto de Ettore Messina resolvió por 81-61 y que con un parcial contundente de 16-2 en los primeros cinco minutos y medio. Entonces Novika Velickovic ya llevaba ocho de sus 16 puntos y era el principal beneficiado de la jugada que se repetía una vez tras otra, como si fuese una obsesión del realizador de televisión y se empeñase en ponerla: el contraataque. Dominador absoluto en el rebote, el Real Madrid se gustó en las jugadas en superioridad que buscó y mereció y estrenó la segunda vuelta con otra victoria, pero con otro lesionado, Travis Hansen, que tiene un pinchazo en la planta del pie.
Cajasol quiso copiar el método del Madrid, correr y lanzar rápido, pero saltándose varios pasos. Sin rebote defensivo no pudo montar contras al uso y poder sorprender a la ordenada defensa local más que intentando tiros extremadamente complicados y triples (1/9 al descanso, 6/23 al final). Para el conjunto de Plaza anotar se convirtió en pura burocracia, en una demostración más de fe y paciencia que de resultados. Juanjo Triguero era el único capaz de ofrecer algo positivo en un equipo tembloroso que valoró -5 en los primeros diez minutos por 47 del rival (28-8). Y el pívot de Gandía (ocho puntos) también fue el primero en desaparecer de escena nada más empezar el segundo cuarto tras cometer dos personales seguidas y acumular tres. Una ausencia que notaron los visitantes, que no lanzaron ni un tiro libre antes al descanso (50-19).
Plaza consiguió mejorar a su equipo en el vestuario y Cajasol se pareció bastante más al equipo que se ha clasificado para la Copa del Rey sin excesivos problemas. Con Triguero de nuevo en la pista y con el rebote ofensivo como mayor argumento, los visitantes empezaron a justificar su viaje a Madrid y en varias ocasiones se acercaron a 18 puntos (60-42, 63-45 y 68-50). Y a 17 a 4m 06 tras un triple de su mejor anotador, Tyrone Ellis, que anotó la friolera de… nueve puntos. Tantos demasiado repartidos entre una plantilla que poco pudo hacer ante el rodillo de Messina y la gran actuación de Velickovic y Darjus Lavrinovic (15). Louis Bullock aprovechó sus 20m 29s para alcanzar los 12. Pero casi estuvo mejor entrevistado por Virtudes Fernández en La 2. Sweet Lou asumió con normalidad no ser ya el referente en ataque: “Lo que quiero es ganar partidos y títulos. Por supuesto que me gustaría jugar todos los minutos, pero no soy estúpido, sino un ganador y quiero disfrutar con mis compañeros”.