Llega la época de las fiestas navideñas, se puede decir que desde que en los establecimientos comerciales empiezan a persuadirnos con determinados tipos de alimentación como son turrones, polvorones, chocolates, dulces varios, etc., todos ellos con un importante arsenal de azúcares y grasas, entre otros, y hasta que los niños vuelven a la escuela, se inicia una maratón de excesos alimenticios en toda regla. Pero siendo conscientes de esta realidad, pocos son los padres que cuando sus hijos se las demandan, no sucumben a estas “tentaciones”, más aún teniendo en cuenta que son los propios padres los primeros en hacer una cata variada de estos productos.
Llegados a este punto, algunas recomendaciones para evitar que los niños caigan en empachos o diferentes malestares gástricos pueden resultar de gran utilidad. Aún pecando de ser aparentemente obvias, muchas veces no se suelen llevar a la práctica, por lo que siempre es bueno hacer memoria. Se aconseja moderar el consumo en cantidad y en días de estos productos, sin llegar a privarlos, reducirlos a premios para cuando ya se hayan acabado la comida o la merienda pertinente, no bajar la guardia en alimentos como frutas, verduras y legumbres, y mantener una buena ingesta de agua. Estos días se aconseja sustituir los zumos azucarados ya preparados, por zumos de frutas naturales, y en aquellos casos en los que se suele dar algo de bollería y repostería, sustituirlo por otros alimentos que contengan azúcares de mejor calidad como tortas de arroz o multicereales, frutas, etc. Siempre con la idea de no saturar al organismo con un excesivo aporte de esta familia de nutrientes.
Desde el punto de vista homeopático, existen principalmente dos remedios importantes a tener en cuenta en esta época de exceso alimenticio:
Antimonium crudum 5 CH: Resulta eficaz cuando el niño presenta malestar gástrico, puede presentar la lengua blanquecina, mal aliento, boqueras, nauseas, es decir, un niño empachado por excesos alimenticios.
Nux vómica 7 CH: Este remedio resulta extremadamente útil para aquellos casos en los que ha habido un exceso alimenticio, así como cuando se sospecha que ha podido comer algo en mal estado o como comúnmente se conoce “no le ha sentado bien”. El niño presenta nauseas, vómitos, mal aliento, lengua blanquecina y malestar gástrico, principalmente. Este remedio se puede utilizar en dilución 15 CH como preventivo en aquellos niños que se sabe que si hacen un exceso de chocolates, golosinas, etc., acabarán por tener dolor de tripa.
Artículo de Isidro Vigara Lizandra, Homeópata, isidrovl15@gmail.com
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