Homeopatía ¿sí o no?

Por Titiroca

La homeopatía es la pseudomedicina que más de moda está en los últimos tiempos. Fue inventada hace unos aproximadamente 200 años. En esa época se desconocían los virus y bacterias y otras enfermedades a las que hoy en día ya se les ponen nombre. Y como se sabe, cuando algo está de moda, hay muchos borregos detrás.

La homeopatía no tiene capacidad de tratar una enfermedad mientras que los medicamentos sí. Repito: NO CURA. Si acaso, mitigan los síntomas como los mitigan los placebos (según evidencias científicas), de ahí que no tengan efectos secundarios.

Es por esto, por lo que no entiendo que antepongan la homeopatía a la medicina. Lo respeto pero no lo comparto y mucho menos si hay menores de por medio como en el caso del niño muerto en Italia por una otitis que ha acabado falleciendo. No sé si era por ignorancia de los padres o porque creían saber más que los médicos. Sea por lo que sea, el resultado no varía. El niño ha muerto.

A día de hoy, existen pacientes que dejan sus tratamientos médicos por la homeopatía ya que ésta carece de efectos secundarios, por recomendaciones de familiares o porque se han creído que se pueden curar cuando, en la mayoría de estos casos, el paciente fallece o si mejora es por pura casualidad. No se debe usar la homeopatía sin informarse antes, es decir, sin saber que no sirve para nada y únicamente trata de aliviar el síntoma sin tratar de averiguar la causa.

Sin embargo no hay que confundir homeopatía con remedios naturales. Éstos tienen alguna base científica. Por ejemplo, cuando ni hija tiene tos por la noche, pongo un trozo de cebolla y un vaso de agua cerca de su cuna. Sé que esto no le va a curar pero consigue aliviarle la tos, siempre y cuando únicamente sea tos por un catarro. Y si la cosa va a más... al pediatra. Para mí es algo obvio pero, viendo las noticias últimamente, creo que no lo es tanto.

Así que más claro, agua, u homeopatía (chiste fácil), porque simplemente es agua con una parte infinitesimal de componente químico que se ve reducido a su mínima o nula expresión en la elaboración de los productos. Ahora ya que cada uno haga lo que quiera, excepto con sus hijos, que no tienen poder de decisión, así que... POR FAVOR, que decida el pediatra.