Existen determinadas afecciones oculares que desde el punto de vista homeopático pueden beneficiarse de su uso. Obviamente, la primera actuación a tener en cuenta será evitar el contagio al otro ojo o a otras personas del domicilio. Para ello, los lavados oculares serán con gasas individuales para cada ojo y se utilizará una toalla exclusiva para la persona afectada.
Algunos de los remedios homeopáticos recomendados serían:
- Euphrasia officinalis 5 CH: De gran utilidad para aquellos procesos en los cuales el niño presenta un enrojecimiento de la conjuntiva del ojo, sensación de picor, escozor, o como suele verbalizar el afectado – “como si tuviera arena en los ojos”-. También aparece un lagrimeo irritativo y molesto. Cuando son bebés, la manera de saber si es irritativo y molesto por escozor es observar que presenta cierta inquietud e irritabilidad y que algunos se frotan con insistencia los ojos.
- Pulsatilla 7 CH: En aquellos casos en los que el bebé o el niño presenta legañas amarillentas y acompañadas de un discreto enrojecimiento de la conjuntiva. Muchas veces, aparece acompañado de mucosidad nasal transparente o amarillenta y suave con cierta congestión de vía alta.
- Allium cepa 5 CH: Lagrimeo discreto, no irritativo, pero sin embargo la mucosidad acuosa y transparente sí que irrita los orificios nasales.
A nivel tópico, se pueden realizar lavados oculares con manzanilla y tomillo, siempre arrastrando del ojo hacia abajo y no repetir con la misma gasa. De esta manera se evita el sobrecontagio, aunque sea del mismo ojo. Existe Euphralia y Oculoheel como gotas oftálmicas homeopáticas para aplicar localmente.
Artículo de Isidro Vigara Lizandra, Homeópata, isidrovl15@gmail.com. Para saber más sobre homeopatía, consulta su libro publicado por Editorial Grijalbo.
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