Homicidal: El primo pobre de "Psicosis"

Publicado el 29 marzo 2011 por Fantomas
“Homicidal” (1961), es un thriller psicológico del director William Castle, el cual está protagonizado por Jean Arless, Glenn Corbett, Patricia Breslin, y Richard Rust.
Emily (Jean Arless), una atractiva joven, asesina a cuchilladas a un juez de paz y se da a la fuga. Haciéndose pasar por enfermera, empieza a trabajar en la casa de una anciana muda e inválida, pero su comportamiento levanta las sospechas de Miriam Webster (Patricia Breslin), la hermana del hombre que la contrató.

Las películas de terror producidas y dirigidas por William Castle (“The Tingler” y “House on Haunted Hill”, entre otras), lograron cierto éxito debido a las artimañas que este utilizaba para promocionarlas, más que por su calidad y efectividad como obras cinematográficas. En “Homicidal”, Castle volvería a crear un verdadero circo en torno a la promoción de la cinta, al anunciar que esta contaría con un “descanso para los asustadizos”. Para obtener el financiamiento necesario para llevar a cabo este nuevo proyecto, el cual intentaba sacar provecho del film de Alfred Hitchcock, “Psycho” (1960), Castle le presentó a los ejecutivos de la Columbia lo que según él, era un plan a toda prueba para atraer a los espectadores a las salas de cine; “Durante los últimos dos minutos… Haré una pausa en la película. Luego mi voz se escuchará por los parlantes. Diré algo como, ´Damas y caballeros, si ustedes están demasiado asustados para ver los últimos dos minutos de Homicidal, por favor diríjanse a la boletería para recuperar su dinero. Deben retirarse inmediatamente. Sólo tendrán sesenta segundos para recuperar su dinero`”.
Basándose en los éxitos comerciales que había obtenido Castle con las cintas de bajo presupuesto que había lanzado anteriormente, los ejecutivos de la Columbia aprobaron la curiosa estrategia promocional, por lo que para cuando el film fue estrenado, este contaba con el ya mencionado “descanso para los asustadizos”, el cual estaba acompañado por el sonido amplificado de un latido cardiaco y un reloj que señalaba el tiempo restante para abandonar la sala. Sin embargo, durante una proyección de la cinta en una sala ubicada en Ohio, Castle entró en pánico cuando vio que durante el “descanso” todo el mundo se apresuraba hacia la boletería para pedir su dinero de regreso. Al parecer, mucha de la gente que pedía la devolución de su dinero no hacían otra cosa más que quedarse dentro de las salas de cine durante una segunda proyección del film, para así beneficiarse de la poco inteligente idea de Castle. Este pronto rectificó su error, y le pidió a los dueños de los teatros que vaciaran las salas una vez terminada la cinta, al mismo tiempo que inventó una artimaña adicional llamada “La esquina de los cobardes”, la cual recibió tanta prensa como el ya mencionado “descanso”.

Según diría el mismo Castle en su autobiografía, “Se colocaron cintas amarillas en las calles cercanas a las salas de cine, sobre las cuales se encontraba impresa la frase: `Cobardes, sigan caminando´. Dentro del teatro, se dibujaron huellas de color amarillo que marcaban el camino hacia las boleterías, en las cuales ubicamos un cartel con la frase `Rincón de los cobardes`. Ahí, una enfermera le ofrecía exámenes gratis a los cobardes, los cuales eran iluminados por una luz amarilla, al mismo tiempo que un mensaje grabado repetía `Estos cobardes están demasiado asustados para ver el final de ´Homicidal´. Véalos temblar en el Rincón de los Cobardes`”. Todo el evento era tan humillante, que muy pocas personas se atrevieron a pedir su dinero de regreso. Más allá de los trucos comerciales utilizados por Castle, “Homicidal” es recordada por ser una de las tantas cintas filmadas a principios de los sesenta que no dudó repetir la fórmula utilizada por Hitchcock en “Psycho”. Sin embargo, más allá de un aspecto puntual, el film de Castle poco tiene que ver con el del maestro del suspenso.
Advertencia de Spoiler: Lamentablemente, es imposible analizar esta película sin revelar datos importantes de la trama, por lo que si aún no la has visto, te recomiendo que solo leas el último párrafo de este artículo). La trama de esta cinta básicamente trata el clásico tema de los oscuros secretos familiares, y lo combina con alusiones que apuntan a que uno de los personajes principales se sometió a una cirugía de cambio de sexo. Con todo esto, Castle buscaba aprovechar el revuelo que había causado en los tabloides el caso de Christine Jorgensen, una de las primeras personas que se sometió a una cirugía de ese tipo. En el film, Warren, el medio-hermano de Miriam Webster, ha regresado de Dinamarca y se ha mudado a la mansión familiar junto con Helga (Eugenie Leontovich), la enfermera que lo cuidó durante su infancia y que ahora se encuentra muda e invalida, y Emily, quien está a cargo de cuidar a Helga. Tanto Miriam como su prometido Karl (Glenn Corbett), tienen la sensación de que algo raro sucede en la mansión Webster, lo que coincide con una serie de extraños incidentes entre los que se incluye el brutal asesinato de un juez de paz. Como es de esperar, Miriam pronto comenzará a hacer averiguaciones por su cuenta, lo que terminará destapando una verdad mucho peor de lo que ella podría haber imaginado.

Pese a que Castle introduce ciertos elementos dramáticos que tienen como único fin intentar ocultarle el mayor tiempo posible la revelación final al espectador, esta es evidente a muy poco de avanzado el film. El director juega un poco con la naturaleza de la relación entre Miriam y Warren, llegando incluso a sugerir que mantienen una relación incestuosa. Al mismo tiempo, Castle plantea algunas interrogantes en torno al oscuro pasado de Warren y Helga en Dinamarca, las cuales antes de la primera mitad de la cinta podrán ser descifradas por el espectador. Por otro lado, aunque las actuaciones de gran parte del elenco distan de ser destacables, suele ser bastante recordada la doble labor realizada por Jean Arless. Si bien inicialmente Castle había pensado en un hombre para interpretar a Warren y a Emily, esto cambió cuando el agente de talentos Jerry Lauren le presentó a una actriz llamada Joan Marshall. Intrigado por la apariencia y la voz profunda de la actriz, Castle le pidió al maquillador Ben Lane que la convirtiera en un hombre. Dos horas después, Marshall regresó a la oficina de Castle personificada como Warren. Según el mismo director, “el cambio fue impresionante. Mi secretaría fue incapaz de reconocerla”. Sería él quien finalmente cambiaría su nombre por Jean Arless, ya que era un nombre que sonaba bastante neutral, y que podía pertenecer tanto a un hombre como a una mujer.
Es precisamente ese look andrógino que tiene la actriz, lo que ayuda a crear un efecto especial en torno a su personaje, ya que en lo personal considero que su calidad interpretativa es algo deficiente, lo que se traduce en una marcada sobreactuación. Por otro lado, el trabajo de fotografía de Burnett Guffey resulta ser bastante irregular, mientras que la banda sonora compuesta por Hugo Friedhofer afortunadamente ayuda a crear una lograda atmósfera de misterio. Al momento de su estreno, fueron muy pocos los críticos que tomaron en serio la cinta de Castle, con la excepción de un crítico de la revista Time que ubicó a este film dentro de los diez mejores del año (lo que a todas luces es una exageración). Si bien William Castle era una suerte de “genio comercial”, es innegable que era un director algo torpe el cual no podía evitar que sus películas escaparan de ser encasilladas dentro del cine serie B, ya sea debido a la pobre calidad de los sets, a lo poco elaborado de sus efectos especiales, o las sobreactuaciones de sus protagonistas. Sin embargo, son precisamente estos elementos los que convierten a las producciones de Castle en obras sumamente entretenidas. “Homicidal” podrá ser una cinta predecible, que presenta algunos golpes de efecto que no logran el efecto deseado, pero que de todas formas logra entretener al espectador durante todo su metraje, razón por la cual considero que es un film absolutamente recomendable, el cual curiosamente llegó a ser catalogado como el mejor trabajo de este peculiar director.


por Fantomas.