Hondarribia

Por Gabriel Fernández Muñoz

Hondarribia


Nos vamos a visitar Hondarribia, una acogedora y tranquila ciudad a orillas del Río Bidasoa, protegida por el monte Jaizkibel y la bahía de Txingudi, y abierta al mar Cantábrico. Con un carácter estratégico, ha dado lugar a una historia repleta de asedios, tratados de paz, bodas reales, e intercambios de  princesas. Ciudad amurallada con un trazado medieval, impresionantes palacios y con un precioso barrio de pescadores con casas coloridas y balcones repletos de flores. Las Murallas de la Villa (siglos XVI-XVII) que rodean el casco histórico, pertenecen al sistema de fortificación abaluartado. Se conservan cuatro baluartes: de San Nicolás, de la Reina (este último parcialmente reconstruido en el siglo XX) y los de San Felipe y de Santiago, ambos conservados parcialmente. También se pueden observar las enormes cortinas que unen los baluartes de San Felipe y de la Reina, así como la que une este último con el de San Nicolás. Son de gran interés también el cubo de Santa María, parcialmente conservado en las proximidades de la principal puerta de acceso al recinto murado que lleva la misma denominación. También se conserva la puerta de San Nicolás, situada cerca del baluarte de la misma denominación. El resto de las fortificaciones que rodeaban la ciudad fueron voladas en 1794 a causa de la Guerra de la Convención (o del Rosellón). Hondarribia disponía también de fortificaciones exteriores (principalmente dos revellines) de los que se conservan únicamente algunos vestigios de uno de ellos, denominado de San Nicolás.

Muralla


Baluarte de San Nicolás


Puerta de Santa María


Seguimos caminando y nos adentramos en el entramado de calles medievales para llegar a la Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, que fue construida en los siglos XV y XVI sobre las ruinas de una iglesia romana y antiguas murallas. En cierto momento, la renovación de las fortificaciones medievales de Hondarribia era tan urgente que fue necesario trasladar material para la construcción de la iglesia a las murallas. Finalmente en 1549, tras múltiples batallas, la primera etapa de construcción se dio por terminada y el edificio fue consagrado. Aunque la iglesia se construyó principalmente en estilo gótico, durante el siglo XVI se añadieron al edificio algunos elementos renacentistas, tales y como la entrada que vemos hoy. Otro de los elementos más destacables de la iglesia es la torre del campanario, en estilo barroco (siglo XVIII) de Francisco de Ibero.

Torre de la Iglesia

En lo que se refiere al Casco Histórico, dentro del recinto amurallado de Hondarribia se esconde un encantador casco viejo. La Puerta de Santa María era, y todavía es, la entrada principal al pueblo. Esta puerta medieval recibe a los visitantes y los guía a la Kale Nagusia (Calle Mayor), donde se encuentran algunos de los edificios más bonitos del Casco Histórico. Uno de esos edificios es el Ayuntamiento de Hondarribia, albergado en una construcción barroca del siglo XVIII. Otros edificios que nos llamaron la atención en nuestro paseo son el Palacio Zuloaga, un palacio urbano del siglo XVIII que en la actualidad alberga la biblioteca municipal y el archivo histórico. La Casa Casadevante, construida en el siglo XVII. La Calle Mayor termina en la Plaza de Armas.

Calle Mayor


La Plaza de Armas está dominada por un magnífico edificio llamado Castillo de Carlos V, el cual en la actualidad funciona como Parador. Es un impresionante edificio que alberga el Parador de Hondarribia y que fue en sus orígenes una fortaleza construida a finales del siglo X por el Rey Sancho II de Pamplona. En la actualidad se le conoce como Castillo de Carlos V por los trabajos de restauración y extensión ejecutados por Carlos V en el siglo XVI. Hondarribia fue testigo de muchas batallas debido a su ubicación junto a la frontera con Francia. Esas batallas causaron estragos en el Castillo de Carlos V. A finales del siglo XVIII el edificio fue gravemente dañado por las tropas francesas y permaneció en ruinas hasta que fue rehabilitado y transformado en Parador Nacional en 1968. Lamentablemente no está permitido el acceso a los no hospedados y no pudimos entrar a verlo.

Plaza de Armas


Castillo de Carlos V (Parador de Turismo)


El Barrio de la Marina se encuentra situado junto al antiguo puerto y es en él donde los pescadores de Hondarribia vivieron durante siglos, es una zona repleta de encantadoras casas de estilo vasco con coloridos balcones y contraventanas. Siempre hay un ambiente animado en la zona, especialmente alrededor de las calles San Pedro y Santiago. Por otra parte el Paseo de Butrón es posible disfrutar de las hermosas vistas del mar Cantábrico, el estuario del Río Bidasoa y la bahía de Txingudi con Hendaya (Francia) al otro lado. 

Barrio de La Marina


Paseo


Continuamos nuestro paseo hasta la playa y de ahí siguiendo el sendero GR121 hasta el Castillo de San Telmo, situado sobre el puerto refugio de Asturiaga, se le conoce como "Castillo de los Piratas", fue construido por Felipe II en 1598 con el fin de salvaguardar a las naves que fondeaban en el puerto y eran asaltadas por los piratas y corsarios, actualmente es propiedad privada y no se puede acceder. Continuamos la ruta hasta llegar al Faro de Higuer. Una bonita ruta por la costa. 

Castillo de San Telmo


Faro de Higer


Islote de Amuitz


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