Hondarribia (Fuenterrabía)

Por Tienesplaneshoy @Tienesplaneshoy

Monte Jaizkibel

Hoy nos trasladamos hasta Guipuzcoa, nuestro destino va a ser Hondarribia (Fuenterrabía). Para llegar a él pasamos por el Monte Jaizkibel. Allí el verde intenso solo se rompe para dar paso al azul del mar Cantábrico.  La vegetación y el mar forman contrastes que son un regalo para la vista. En la ladera que baja hacia Hondarribia se encuentra el Santuario de su patrona, la Virgen de Guadalupe.
Parece mentira que desde este monte, el más alto de la Costa Cantábrica (543 m), se pueda divisar, como si se tratara de un mapa de esos que nos enseñaban en el colegio, la frontera entre España y Francia dibujada por el río Bidasoa. A ambos lados de éste las casas salpicadas configuran dos localidades vecinas cuyo país es distinto, en la Bahía de Txingudi, a un lado Hondarribia, al otro Hendaya ( Francia).
El aire ahi arriba es fresco y húmedo, se puede observar el litoral como si estuviera dibujado a mano alzada.
Hondarribia
Hondarribia, a unos 20 km de San Sebastián (Donosti), es un lugar lleno de encanto cuyo enclave es un paraje de ensueño.

Se trata de la única localidad amurallada de toda la Guipuzcoa, ubicada en un paso fronterizo que durante la Historia la ha convertido en un punto estratégico muy importante, y que cómo es lógico, cada vez que Francia y España se encontraban enfrentadas  era el primer testigo de ello. 
Perteneció al Reino de Navarra, y posteriormente fue tomada por el Reino de Castilla, siendo un puerto de vital importancia para éste. Durante bastante tiempo se produjeron tensiones y enfrentamientos por la posesión de este lugar.
Diferentes episodios históricos han sido protagonistas en este decorado, uno de los que ha dejado un legado que pervive en el tiempo fue el que ocurrió en el s.XVII, estando Francia en manos de Luis XIII, siendo asediada la ciudad durante dos meses y ésta, gallardamente, se resisitió. Cada año se celebra este hecho que recibe el nombre de Alarde 
La localidad tiene dos partes claramente diferenciadas y que, personalmente, nos resultan bellas por igual.
El casco antiguo, declarado conjunto monumental histórico, se encuentra dentro de lo que fue la zona amurallada de la que aun queda algunos restos. Las calles  empinadas, estrechas y empedradas te regalan un paseo sorprendente a través del cual podrás divisar casas señoriales y palacetes. Quizá los protagonistas de esta zona de la ciudad sean la Plaza de Armas, el Castillo, hoy parador, y la iglesia.
La iglesia parroquial Santa María de la Asunción y del Manzano, asentada sobre los restos de una muralla medieval se comenzó a construir en el s.XV. Tiene una mezcla de estilos arquitectónicos, su torre, visible desde casi cualquier punto de la localidad, está marcada por un claro estilo barroco.

El sobrio castillo de Hondarribia hoy es el único parador de turismo que hay en toda Guipúzcoa. Convertido en establecimiento hotelero y de restauración, sigue siendo de los edificios más representativos del lugar. Sus orígenes datan del s.X,  y fue Carlos V, en el s.XVII el que llevó a cabo nuevas reformas y por el que acaba tomando el nombre por el que es popularmente conocido, “ El Castillo de Carlos V”.
A su lado, una plaza se llena de terrazas y ambiente, rodeada de casas coloridas, del aspecto típicamente medieval que caracteriza a todo el casco histórico, nos encontramos con la Plaza de Armas.

Un lugar que a lo largo de la historia ha sido el centro de reuniones y festejos. Actualmente se convierte  en el escenario del Mercado medieval que celebra, o del aglutinamiento de personas durante la fiesta del Alarde. Se encuentra situada junto al Castillo en la zona ás alta de la ciudad.
La Plaza de Guipuzcoa, por otro lado, es en un lugar sugerente para más de un artista, que sentado sobre su banqueta con el lienzo en blanco, oleos de colores y paleta se llena de inspiración en un lugar como aquel. Quizá esta plaza sea un claro ejemplo del esfuerzo de la gente por mantener el encanto de este lugar. A pesar de su apariencia está construída en los años 70, pero se cuidaron todos los detalles para que conservara el estilo y se integrara con el resto de la arquitectura del lugar. Desde ella podemos tomar la calle que nos dirige hacia esa otra zona característica de la ciudad, el Barrio de la Marina.
Porque fuera de los extramuros vive la  Hondarribia que refleja otra parte de la historia de las gentes de este lugar, los símbolos de una ciudad pesquera…

La playa de Hondarribia es de arena blanquecina, sus aguas, por la ubicación, son tranquilas, se encuentra ubicada entre el puerto deportivo y el pesquero. Su puerto durante años tenía la actividad pesquera pegada al muelle de la localidad, en la actualidad se ha trasladado un poco más lejos, en el llamado Puerto Refugio, ubicado en las inmediaciones del Cabo de Higuer.
En el barrio de la Marina, declarado Conjunto Histórico Artístico, las casas son de colores y los balcones se visten de flores para adornar las calles donde multitud de locales nos regalan la sobradamente conocida gastronomía vasca. Huele a Txacolí, a piparras, y a esos pintxos que les caracterizan. Limitado por un lado por ese casco histórico del que os hemos hablado y al otro por el mar de azul intenso y aroma profundo, estas callejuelas rebosan de tranquilidad y simultáneamente de vida, dos conceptos que pueden parecer incompatibles, pero que mientras paseas por allí entiendes que pueden darse simultáneamente.
Según te aproximas al mar lo encuentras salpicado de pequeñas embarcaciones y, allá donde tu vista alcanza, sin hacer demasiado esfuerzo estás viendo Hendaya, la primera localidad francesa que podemos divisar. Existen embarcaciones que te trasladan hasta allí donde se puede disfrutar de su enorme playa. También existe otro tipo de embarcaciones de recreo que te dan la opción de un pequeño paseo por la Bahia Txingudi.
Hondarribia auna en sus 29 kilómetros cuadrados un conjunto de encantos que no os dejaran indiferentes. Entre una vegetación densa se divisa la costa acariciada por las pequeñas embarcaciones que reposan en  calma sobre ella. Y adentrándote en el municipio las siluetas arquitectónicas medievales pintaran un paisaje empedrado para, a pocos pasos, mostrarte el color de unas casas de apenas dos alturas que se perfuman con el aroma de las flores que los adornan… Hondarribia tiene historia, tiene color, tiene aroma y tiene sabor…
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