La lengua como llave maestra que abre el corazón.
Honrar a mis maestros. El maestro como miembro de una estirpe. No habéis elegido la profesión, la Vida os ha elegido para esta profesión. Funcionarios de la vida. Honramos a las grandes figuras de la educación, a los maestros anónimos...a los buenos maestros que nos enseñaron con alegría.... Y también agradecer a los "malos maestros"... que nos enseñan cómo no hacer las cosas... y eso es un gran regalo.
Honrar a mis alumnos. Baltasar, un testimonio vivo de la excelencia. La auténtica excelencia reside en nuestra calidad humana.