Horas de vuelo

Publicado el 14 enero 2014 por Oscar @olavid25

El calendario de Ryanair, objeto de feroces críticas, recaudará fondos para Teenage Cancer Trust, una organización británica dedicada a mejorar la calidad de vida de jóvenes con cáncer.

Vivimos en una sociedad que responde a los cambios unas veces con un sonoro estruendo y otras con una indiferencia extrema. Todo es susceptible de convertirse en espectáculo pero no todo luce igual en un plató de televisión. Hace unos años era casi imposible que una mujer condujera un autobús en cualquier capital de provincia y hoy son multitud las féminas que han tomado el volante. Nadie me lo ha contado, lo veo yo en las ciudades por las que paso, en la mía misma. No hay mérito social en este hecho que tiene dimensión universal. Se ha producido una feminización del puesto de trabajo que casi siempre responde a una precarización de las condiciones laborales. Vamos, que hay más mujeres a bordo de un bus porque se cobra poco y se trabaja mucho y para eso nada como una mujer.

En Iberia hay mejor salario. Nuestro universo imaginario del transporte aéreo está plagado de jóvenes azafatas y atractivos pilotos, viajes de ensueño y hoteles de cinco estrellas. Como un calendario de Ryanair, pero en fino. La realidad es otra pero sorprende que a estas alturas nos llegue la noticia de que una mujer ha logrado, por fin, convertirse en comandante de vuelos transoceánicos. Se llama Marta Pérez-Aranda y es una de las 57 mujeres piloto de la compañía. A los viajes largos, en la industria los llaman de largo radio y a los pilotos, comandantes, que es una denominación con reminiscencias castrenses. En su origen viene a designar al que manda dos compañías, aunque también al cónyuge del que desempeña un cargo militar.

Marta Pérez-Aranda, comandante de Iberia.

Marta nació en Salamanca, tiene muchas horas de vuelo, está casada y es madre de una hija. En el gabinete de prensa de Iberia, una empresa que se fundó en 1927, han hecho un buen trabajo, la noticia está en todos los medios. Ha pasado algún tiempo desde que Horacio Echevarrieta, un industrial bilbaíno de mucho éxito caído después en desgracia, fundara la compañía en plena dictadura de Primo de Rivera.