Sus tierras, incluidas en el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos, ofrecen enclaves magníficos para la práctica de numerosos deportes al aire libre.
Para conocer todas las posibilidades que brinda este maravilloso espacio protegido, lo mejor es acudir al Centro del Visitante Huerta del Rey.
Los restos del recinto amurallado y del castillo se pueden observar en la Plaza de Armas de la Fortaleza, que fue levantada en la época del califato.
En la calle Mayor vemos la Antigua Posada, un edificio del XVII.
Hay importantes edificios religiosos como la Ermita del Salvador o del Santo Cristo, del siglo XVIII, y la Parroquia de Santa María de las Flores, de principios del XVI.
También podemos destacar el Monasterio Cisterciense de Santa María de las Escolanias, el palacio de Moratalla, la aldea de San Calixto, con su convento de Carmelitas Descalzas, y el antiguo convento de Santa María de los Ángeles.
Siendo como es tierra de caza, sobre todo mayor, no extrañará al viajero que carnes como las de jabalí o ciervo sean la materia prima de los manjares más tradicionales.